Bella pov:

Esa mañana desperté siendo la mujer más feliz del mundo, apenas unos rayos de sol que se colaron por mi ventana, me despertaron de ese maravilloso sueño, el cual se había echo realidad, estar al lado del amor de mi vida, ser su mujer y despertar a su lado, cuando abrí mis ojos Edward aún estaba dormido, era todo un dios griego, comencé a deslizar mis dedos sobre su rostro ondeando sus ojos hasta llegar a su nariz hasta bajar por su boca.

-aun piensas que es mentira verdad?- sus palabras me asustaron, pensé que aún estaba dormido-

-no solo que recuerdo todo este tiempo y aun creo que es mentira que estemos acá los dos juntos- le dije lo más sincera-

-De repente se sentó y me dijo- y esto seguirá siendo realidad si luchamos por lo que ambos sentimos- se acercó y me dio un tierno beso en los labios, lo agarre del cabello invitándolo a que profundizara el beso, quería que me hiciera suya de nuevo, tenía tanta sed de é que me volviera loca, , quería que me hiciera suya en ese instante así como lo había hecho la noche anterior así que me destape los pechos, con hacer esto el entendió mi pedido, y se acercó a devorar uno y el otro lo tocaba con su mano y apretaba mi pezón, enseguida comencé a bajar mis manos para tocar a su miembro caliente por el deseo, necesitaba que él estuviera dentro de mí, le susurre al oído que estuviera dentro mío y el obedeció, se echó hacia atrás y  de una sola estocada entro, luego comenzó a martillar de manera rápida mientas succionaba aun mi pecho estaba que llegaba al clímax total; cuando de repente sonó el timbre.

-Edward alguien llego- dije con vos ronca-

-Bella, no creo que sea tan importante, déjalos que esperen, quiero que terminemos los dos juntos-asentí con lágrimas en los ojos, por la emoción del éxtasis, y con una última estocada nos hizo llegar juntos- eres tan bella, no sabes desde hace cuánto tiempo he querido que esto sucediera, te amo  tanto- ya lo estaba diciendo, me amaba igual que yo a el-

-amor-sentí fluir esas palabras de mi boca, y a él se le iluminaron los ojos- recuerda que tengo que  abrir la puerta- me puse una bata y me dispuse abrir la puerta, sabía que no era mama, porque ella a esta hora no se despierta y menos si sabía que acá supuestamente iba a haber una fiesta, además ella hubiese avisado, cuando llegue a la puerta, vislumbre la figura de una mujer  alta rubia pero esta se veía un tanto borrosa así que abrí.

- Buenos días-le dije y  la mujer dio vuelta y me miro de arriba hacia abajo con el odio que no puedes describir en los ojos de una persona.

Espero que les guste el capitulo, y quien sera la perona que llego a la casa de Edward.

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besos Olguis