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		 El resto de la luna de miel la pasamos increíble, Edward me tenía otra sorpresa que era ir a esquiar, hace tanto tiempo que no lo hacía, esquiamos, y e hicimos muñecos de nieve, paseamos en trineo y jugamos con la nueve, patinamos en el hielo e hicimos el amor en una cabaña  muy romántica pero ya era hora de regresar a casa, nos habíamos quedado un día más de lo que habíamos prometido, y es que no quería regresar, aunque había pasado unos días increíbles juntos al hombre que mas amaba en este mundo, sabía que cuando regresara a mi realidad me daría cuenta que ellos no estaban y no tenía a quien contarle tan maravillosos días, Edward se dio cuenta de mi cambio de humor 
-         Que pasa mi vida- dijo mirándome 
-         Nada- dije restándole importancia, pero como el mismo me decía me conocía a la perfección 
-         No m 
-         e digas que nada cuando yo sé que algo te pasa así que dime que tienes-dijo mirándome 
-         No quiero regresar y no verlos- dije llorando 
-         Amor – dijo besándome – ellos están contigo en todo momento te prometo que no te dejaran nunca 
-         Lo es solo que abecés   quisiera que estuvieran de forma física para poder contarle a mama las cosas que hicimos – dije 
-         Puedes decirle- dijo mirándome – puedes rezar o hablar con ella 
-         Pero ella no me contestara 
Edward me varazo llenándome de amor, el sabia lo duro que era para mí perder a mis padres, pero también sabía que tenía que salir adelante y no encerrarme en eso,, si al menos hubieran encontrado sus cuerpos o algo donde poder llorarlos me sentía más tranquila para saber que de verdad habían muerto, pero no teníamos nada no sabía si estaban muertos o vivos, no sabía si se los había comido algún tiburón o si se habían quemado  en el mar, no sabía si se habían ahogado o estaban vivos en alguna parte del mundo. 
Cuando llegamos a casa Emily salió a recibirnos, ella estaba emocionada y quería saber cómo me había ido, me sentí más tranquila así que me fui con ella y le conté las cosas que habíamos hecho, le di los regalos que les había traído, cuando terminamos de hablar Edward llego y nos fuimos a dormir, habíamos llegado cansados del viaje y mañana retomaríamos nuestros trabajos   
-         Cómo te sientes- dijo mirándome 
-         Ya más tranquila- dije sonriéndole- Emily me hizo sentir bien 
-         Me alegro mucho mi vida – dijo besándome y abrazándome – vamos a dormir 
Nos acostamos a dormir porque de verdad estábamos muy cansados, Edward me abrazo y me quede dormida en su pecho, con solo tocar el pecho de Edward me quede dormida ya que estaba muy cansada, 
No sé qué pasaba o que estaba soñando, pero era mi casa solo que brillaba más de la cuenta y estaba sola 
-         Hay alguien aquí – dije 
-         Bella hija – dijo mama me giré y la vi con la ropa con la que se habían ido de viaje 
-         mami – dije 
-         Hola mi princesa- dijo abrazándome 
-         Mami no sabes lo mucho que te extraño porque me dejaron sola- dije llorando entre sus brazos era un sueño tan real, podía tocarla y hablarle 
-         Nena nosotros nunca te dejamos, nosotros no estamos muertos cariño solo tienes que buscarnos- Dijo me tense, como que ellos no estaban muertos 
-         Como es eso que no están muertos mama dime que paso – dije con miedo 
-         Hay alguien que quiere hacerles daño hija- dijo mirándome- solo tienes que estar siempre con Edward y emmet y nunca dejar que se separen porque hay mucha gente que los quiere lastimar 
-         Mama dime cómo es eso que están vivos tengo que saberlo- dije 
-         Solo tienes que saber reconocer un milagro cuando lo ves mi princesa 
No sabía a qué se refería mi mama, pero si ella me decía que no estaba muerta era porque no lo estaba y como ella misma me decía tenía que buscar y encontrarlos 
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