"Un Orgasmo, es un placer

demasiado intenso para esperarlo,

Demasiado profundo para contarlo,

difícil de explicar

ya que las emociones, salen sin cesar

de una manera que me hacen explotar

mis gritos salen sin parar"

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EDWARD…

Alcé a Bella, entramos a la ducha y abrí el grifo de esta, Bella me envolvió la espalda con sus brazos, dándome un beso cargado de ternura pero a la vez con frustración, se notaba que no quería parar, empecé a darle un sutil masaje en sus senos mientras ellas recorría todo mi cuello con su lengua, dándome la cuota de placer que mi cuerpo pedía, hasta que mi erección no aguanto más y ella lo noto, me recostó contra la pared, haciendo que entrara en ella de una manera abrupta, ambos nos movimos sincronizada mente haciendo que mi cuerpo se tensara y ella se arqueara dándonos a ambos el placer de vivir un intenso y prolongado orgasmo.

-Bella, esto ha sido muy bueno eres fantástica –fue algo que nunca pensé decirle a una chica pero después de ese maratón tenida que decirlo, esta mujer a veces pasaba de ser la escogida por mi don a ser la persona que encajaba perfectamente en mi.

-Edward, gracias hace mucho tiempo no me sentía tan deseaba ni tanto placer, la verdad gracias –me quedo la duda de saber hace cuanto no estuvo con un hombre, pero eso iba contra toda ética y no quería incomodarla lo obvio era que mucho tiempo, sería una pregunta sin resolver.

En ese instante Bella me dio un beso delicado expresándome todo lo que en verdad sentía pero todo cambio cuando nuestras lenguas empezaron una guerra sin tregua donde al final Bella se rindió y se dejo llevar por el momento.

BELLA…

Terminamos de bañarnos salimos y nos dirigimos para la cocina, ya que tanto “ejercicio” nos había dejado bastante hambrientos, vimos una película, Edward me acompaño al supermercado para poder hacer la cena, fue agradable estar con el, estuvimos haciendo preguntas triviales pero nada importante.

-¿Te apetece algo mas por esta noche? –ya eran las 10:00 pm, el se dedico a responder unos mensajes en su celular, mientras yo recogía los platos de la cena.

-No gracias, creo que lo que quiero estoy a punto de conseguirlo –cuando me di vuelta el se encontraba a unos centímetros de mí, sinceramente no sé cómo podíamos tener tanta energía.

-¿Así y que es lo que tanto quieres? –

-Pues después, de esta cena, lo menos que quiero es reclamar mi postre –sus ojos me estaban hipnotizando. Me pego hacia el fregadero y me beso con intensidad, ansias y deseo lo que hizo que mi cuerpo temblara, pero a estas altura lo único que quería era disfrutar.

-Bella siéntate encima del fregadero, para que pueda tener mejor acceso a ti –dicho esto sentí toda la lujuria y no me equivocaba sus ojos también lo decían, hice lo que el me pidió.

Edward me ayudo a sentarme y empezó a quitarme el esqueleto, mientras yo le desapuntaba el pantalón. Con cada roce de sus manos sobre mi cuerpo hacia que mis bragas se empaparan, tenía que admitirlo, este hombre me volvía loca, tenía un poder sobre mí de encenderme en segundos, empezó a succionar uno de mis pezones, ya que ante el yo estaba totalmente desnuda, bajo su pantalón con bóxer, se libero de el quedando su erección totalmente libre a mi contacto.

-Bella, no quiero preámbulos, creo que tú ya sabes perfectamente lo que quiero es ¡¡Follarte ahora mismo!! –lo grito.

Pero ni siquiera me dio, tiempo para responderle, por que rápidamente se giro saco el condón, se lo coloco y me penetro con tal intensidad que, grite con toda la fuerza que puede, Edward se emociono y empezó con mucha más rapidez en sus embestidas.

Sus manos se movían inquietas por mi espalda y mis senos, mientras yo enredaba las mías en si cabellos por cada estocada, sentí como su miembro comenzó a endurecer y mi cuerpo sentía una corriente caliente, enterré mis unas en su espalda, Edward se estremeció pero no dijo nada, estábamos tan excitados que ambos llegamos al mismo tiempo, al tan anhelado orgasmos, en ese instante Edward me beso con intensidad así callando los gritos que tenida debido a la excitación del momento.

-Creo que ya fue suficiente por hoy –la verdad es que nunca me cansaría de estar con este hombre, el hacía que tocara el cielo todas las veces posibles, me hacía sentir deseada y se lo anhelaba mucho la verdad, hace mas de 2 años que no estaba con un hombre, gracias al cielo llego Edward; mi cuerpo necesitaba un descanso.

-Si, vamos lo mejor será descansar –estaba recuperando su respiración.

-Vamos a la habitación –recogió nuestra ropa, pero quiso que no nos vestimos, tomo mi cara entre sus manos y deposito en mis labios un casto beso, para luego ayudarme a bajar del mesón nos dirigimos a la habitación al llegar ambos nos acostamos abrazados y nos dejamos llevar por el arrullo de Morfeo.

Ojala les haya gustado las queremos gracias una vez mas por leer.