Pasar tiempo con mi padre era menos incomodo si Edward no estaba del otro lado poniendo ansiosos a los celos sobreprotectores de Charlie. Ambos éramos parecidos en algunos aspectos por lo que hacia nuestra convivencia silenciosa, pero cómoda. Para mi padre pasar el día viendo televisión era la mejor actividad, dejando de lado la pesca y acampar, aunque esta última no le había resultado muy bien esta vez.
-Y que pasa entre ese chico y tú?- pregunto de repente, tirando todo lo que había pensando hace un momento.
-Solo somos amigos.- respondí sin apartar la vista de la pantalla del televisor y fingiendo demencia. Aun así pude sentir la mirada inquisidora de su parte.
-Los amigos no se besuquean, ni duermen juntos Bella- mascullo entre dientes. Lo voltee a ver sorprendida porque estuviera enterado y aun más sorprendida por no haber armado un drama sobre ello.
-Pero quien...?- deje la pregunta en el aire, Charlie se encogió de hombros rodando los ojos y así la comprensión llego a mi cabeza.
-Connor.- dijimos los dos al mismo tiempo.
-Voy a matar a ese enano.- masculle para mí, pero Charlie alcanzo a escucharme y soltó una risita. En verdad me sorprendía que estuviera tomando todo esto con tanta calma. Su mirada era expectante, esperando una respuesta de mi parte a su pregunta- estamos saliendo, pero no somos novios- acepte por fin.
-Porque?- curioseo Charlie, porque se le había antojado ser curioso ahora si en toda mi vida nunca lo había sido?
-En verdad quieres tener esa platica papá?- inquirí con la esperanza de que desistiera en su curioseó.
-Me preocupo por lo que pasa en tu vida hija- y mis esperanzas acaban de salir por la ventana- porque no son novios? El chico te agrada no?- insistió. Ya estaba demasiado metida en esto que mas daba sincerarse?
-Si, me gusta y me agrada- acepte- solo que yo no quiero pasar por todo el drama de una relación sentimental en este momento- le explique- las relaciones son demasiado complicadas y la gente sufre por ellas- concluí volviendo la vista al televisor, ni siquiera estaba segura de que es lo que estábamos viendo. Charlie resoplo a mi lado.
-Bella no puedes seguir tomando el fallido matrimonio entre tu madre y yo como base- me iba a defender pero Charlie me detuvo con un movimiento con la mano- se que tú te llevaste la mayor parte del sufrimiento y nos tuviste que soportar, sabes que siento mucho todo eso- yo asentí- pero ese tipo de cosas pasan en esta vida, la relación entre tu madre y yo no resulto, pero tal vez así tenía que ser, ahora cada quien tiene a alguien más y los dos estamos felices. Sé que esa etapa de tu vida marco tu carácter fuerte y so me tranquiliza porque sé que puedes patearle el trasero a cualquier chico que se propase contigo, pero no seas demasiado dura ni te cierres Bella, tienes que vivir tu vida.- concluyo.
-La estoy viviendo papá.
-Parece un buen chico, es guapo y se ve que es un caballero.
-Lo es. – concorde.
-Entonces cual es problema? Es tal como el chico que describías que vendría a rescatarte de este frio y horrible pueblo marciano- recordó sonriendo, me reí también recordando mis fantasías, pero después me puse seria.
-Solo no quiero llenarme de dramatismo y sufrir.- confesé desviando la mirada de los ojos de mi padre tan parecidos a los míos.
-Hay hija, en esta vida con que no se sufre? Si no sufres quiere decir que no has vivido.- coloco su mano en mi hombro jalándome un poco para que volteara a verlo, su semblante era amable- Me doy cuenta de cómo te mira el chico.- soy consciente de lo que mi padre hablaba- y también veo ese brillo en tus ojos y la forma en que te comportas con él…
-Apenas nos estamos conociendo papá- le interrumpí desconcertada por lo que acaba de decir- lo estamos llevando lento.
-Eso está bien, pero se consiente de las cosas porque puede ser que cuando menos te des cuenta el chico se haya ido cansado por la lentitud y tú te hayas perdido vivir esa oportunidad.
Por el rumbo en que iba nuestra conversación estaba dispuesta a contarle la plática que había tenido con Edward y que estaba de acuerdo en todo, pero al parecer eso no iba a suceder hoy. En ese momento entro el amigo de Charlie y padre de Jacob. Paso a la sala saludando y se sentó a lado de mi padre. Este me lanzo una mirada significativa dándome a entender que había disfrutado nuestra conversación.
Yo también lo había hecho aunque al principio había sido incomodo, nunca habíamos profundizado en los sentimientos de ninguno de los dos, nunca habíamos hablado del divorcio de Renne y él como hoy, me había pedido disculpas por su comportamiento en repetidas ocasiones pero hasta ahí había llegado todo. Pero sobre todo nunca habíamos hablado sobre mis relaciones sentimentales, nunca habíamos hablado de chicos y mucho menos habíamos tenido esa plática sobre sexo que algún día tiene que llegar, Renne se había encargado de todo eso. Pero este momento entre él y yo había sido un descubrimiento, estoy consciente de que tiene razón en algunas cosas que menciono, como la no muy placentera experiencia con su divorcio, si me había marcado en ciertos aspectos ver a las personas que tanto quería dañadas por una fallida relación, pero ahora ellos estaban felices con sus respectivas actuales parejas, estaban viviendo sus vidas.
Yo también estoy viviendo mi vida no es así? Estoy viviendo en momento con Edward, lo estoy disfrutando en verdad, el me hace pasar un buen rato, me hace feliz, lo único que no estoy haciendo es mezclar emociones, ese era un problema? Mi padre tendría razón y Edward podría cansarse de mis traumas emocionales y marcharse? Charlie no siempre tiene la razón, un ejemplo de ello es la absurda idea del brillo en mis ojos y todas esas cosas, él estaba equivocado. Pero aun así la simple idea de que Edward se fuera me mortificaba.
-Y cuando llegaste Bella?- pregunto Billy sacándome de mis ensoñaciones.
-Desde el viernes.- le respondí medio atontada- y Jacob sigue aquí? No lo he visto en estos días.- le pregunte y me golpe mentalmente por no acordarme de mi amigo antes.
-Pues estoy igual que tu Bella, no lo he visto mucho, parece que se está reencontrando con el lugar y está recuperando el tiempo perdido.
Eso en idioma de Jacob era buscando chicas y aprovechando los productos locales al máximo, pensándolo bien no creo que tampoco el se haya estado acordando de mi mucho en estos días, estábamos a mano.
-Suena a Jacob- concorde riendo y levantándome- bueno chicos los dejo ver su partido tranquilos, necesitan algo?
-Podrías traernos unas cervezas Bells.- pidió Charlie, lo voltee a ver con advertencia.
-No puedes tomar alcohol papá, recuerda que estas tomando medicamentos.- le regañe.
-Una no me hará daño, además no sería una tarde de partidos sin cerveza Bells.- replico Charlie haciéndose el listo, rodee los ojos.
-Ummm- refunfuñe- si interfiere en algo tu se lo explicaras al doctor- le advertí saliendo de la habitación hacia la cocina.
Sue estaba ahí absorta frente a la estufa preparando la comida, solo noto mi presencia hasta que abrí el refrigerador para sacar las cervezas, me volteo a ver con su sonrisa amable que la caracterizaba.
-Hey Bells. Llego Billy?- cuestionó.
-Si, hace un momento- le dije señalando las cervezas que acaba de sacar.
-Oh no, no, tu padre no puede tomar alcohol, está tomando medicamentos.- señalo.
-Es lo mismo que le dije, pero ya sabes cómo es…
-Testarudo.- dijimos las dos al mismo tiempo riendo.
-Dame eso, yo las llevo y ya hablare con él.
Tomo las botellas de mis manos y salió por la puerta. Alcance a escuchar como lo regañaba y el refunfuñeo de mi papá mientras subía las escaleras a mi habitación, cuando entre a ella me tire en mi cama con las palabras de Charlie aun resonando en mi cabeza. "Cuando menos te des cuenta el chico se haya ido cansado por la lentitud y tú te hayas perdido vivir esa oportunidad"
Y las palabras seguían sonando en mi cabeza una hora después aunque con menor intensidad gracias a la música que provenía de los audífonos de mi iPod, Bon Iver era muy bueno en momentos como este, era muy relajante escuchar su canciones, incluso estaba dormitando un poco y fácilmente me hubiera quedado dormida pero mis sentidos se pusieron alertas cuando escuche levemente la puerta de mi habitación abrirse, me quede quieta con los ojos cerrados aun. La cama se hundió a mi lado y sentí un suave tacto retirando mi cabello de mi mejilla y luego retiro el audífono de mi oído derecho.
-Hola preciosa.- susurro, trate de contener la sonrisa que se quiso dibujar en mi rostro cuando me llamo de esa manera, pero falle inútilmente, abrí los ojos poco a poco encontrándome con su hermoso rostro.
-Hola.- susurre con la voz un poco ronca y adormilada.
Se movió en la cama hasta que su espalda quedo contra la cabecera y coloco mi cabeza en su regazo acariciando mi cabello, me acurruque disfrutando de la sensación.
-Como pasaste la tarde?- me pregunto acariciando mis mejillas y sus caricias siguieron por todo mi rostro.
-Bien- me encogí de hombros- nada espectacular, solo una pequeña plática con mi padre.- le conté.
-Problemas?- inquirió.
-No para nada, fue una buena plática, nunca había estado con mi padre de esa manera. Fue agradable.- me incline para mirarlo.- y tu como pasaste la tarde con mi hermano?
-También bien, es un buen chico y muy buen lanzador, le dije que se llevaría bien con mi hermana- me contó- y por cierto a que no sabes a quien nos encontramos? – me pregunto, me encogí de hombro no tenía ni idea- a Jacob.
-Umm ese bobo. Espero no se haya portado tan mal contigo.- le dije levantándome y sentándome en su regazo, comencé a acariciar su cobrizo cabello.
-Para nada, de hecho estuvo muy amigable y me pidió disculpas por nuestro penosos encuentros anteriores- abrí los ojos sorprendida y complacida- nos invito a una fogata en la reserva, me pareció buena idea y Connor estaba tan emocionado con el plan que dijimos que sí. Espero no te importe, aunque todavía le dije a los chicos que te preguntaría.
-Claro que no, también me parece una buena idea- concorde-cuando Jacob y yo aun rondábamos por el pueblo solíamos ir, son divertidas, a veces se ponen a contar historial locales, hay comida, bebidas y todo lo necesario para divertirse. Ya verás que la pasaremos bien.- le dije, el me sonrió acercándose para besarme.
-Mientras estés tú siempre la paso bien.- mascullo contra mis labios, yo solo pude sonreír con esto.
Nos quedamos el resto de la tarde en mi habitación escuchando música, charlando un poco, consumiendo tabaco y porque no besándonos también. La tarde paso rápida y agradable, bajamos cuando nos pareció buena idea aparecernos por la reserva, buscamos a Charlie y Sue para avisarles nuestros planes, pero Connor se nos había adelantado y se encontraba frente a Sue haciendo pucheros y una rabieta mientras Sue negaba con la cabeza.
-Anda mamá déjame ir. Seth estará ahí y seguramente Leah también y Jacob!- agrego desesperado.
-Que gran consuelo, ahora estoy más tranquilo.- mascullo mi padre con ironía sin despegar la vista del televisor.
Voltee a ver a Edward y los dos nos reímos por la escena que se desarrollaba en la sala, con esto nos hicimos notar y todos voltearon a vernos. La expresión de Connor se ilumino y camino hacia nosotros.
-Lo ves, Bella y Edward también irán. Ellos me pueden cuidar! Verdad Bella que me cuidaras?- pregunto esperanzado, decidí jugar un poco.
-No enano, si vas no podre embriagarme ni divertirme. Lo mejor es que te quedes para que duermas temprano como el enano que eres.- Edward a mi lado casi no aguantaba la carcajada y yo por dentro no estaba mejor, la expresión de mi hermano era muy graciosa.
Sue y Charlie miraban divertidos mientras Connor entornaba los ojos y ponía los brazos en jarras.
-Deja de bromear Isabella.- se quejo con voz seria y el ceño fruncido.
-Deja de fruncir el ceño de esa manera, te saldrán arrugas antes de tiempo- le dije acariciando su entrecejo con mi dedo índice- y si no quieres que te traten como un niño y yo te siga diciendo enano deja de hacer de hacer rabietas.
-Amen por eso.- rio Charlie y todos los acompañamos, el semblante de mi hermano se relajo.
-Está bien.- acepto- Pero me vas a llevar verdad?
-Claro que si tonto- le dije rodeando sus hombros con mi brazo- pero pregunta a Sue si está bien.
Mi hermanito volteo hacia su madre y Sue le sonrió amablemente asintiendo.
-Claro, solo no lleguen muy tarde.- nos pidió.
-Y nada de embriagarse.- agrego mi padre, resople.
-Tranquilo Sheriff me sé las reglas.
Nos despedimos y después de tomar nuestras chamarras partimos rumbo a La Push, en cuanto divisamos las primeras viviendas de la reserva de indique a Edward por donde tenía que manejar. Llegamos y ya había mucha gente sentada en torno a la gran fogata, en cuanto Edward estaciono el auto Connor salió corriendo a donde estaban todos, aunque le grite que nos esperara no hizo caso.
-Está ansioso.- dijo Edward yo solo asentí rodando los ojos.
-Hey Bella!- grito mi monstruoso amigo acercándose.
-Hola monstruo!- lo salude un poco emocionada por verlo nuevamente. Se acerco corriendo y al llegar frente a mi me cargo y me levanto dándonos vueltas- Hey! No pensé que estuvieras tan emocionado de verme.
-Claro, siempre es bueno ver a mi mejor amiga.
-Ok, primero bájame y después empezamos con los sentimentalismos.- le bromea dándole un pequeño golpe en el hombro cuando me bajo, me había mareado un poco.
Salude a Seth y Leah, le presente a Edward a esta última, algunos de los que estaban reunidos eran viejos conocidos, me alegre de verlos de nuevo. La fiesta se fue desarrollando tranquila, había alcohol por supuesto, si no lo hubiera esto estaría vacio. Tenía vigilar de cerca de Connor asegurarme que lo único que tomaba era refresco, aun con todas las travesuras que hacia sabía que era un buen chico, pero estaba en los inicios de la adolescencia y eso conlleva a explorar el libertinaje y el primer punto era el alcohol y tu primera borrachera, estaba de acuerdo con que algún día lo tenía que experimentar pero no con migo a mi cargo y con Sue y mi padre en casa esperándonos, el tiene una placa que le da el derecho de meterme unas horas a la cárcel por corromper a menores. Ahora se estaba portando bien, lo único que hacía era estar sentado escuchando las leyendas que estaban contando.
No captaban tanto mi atención a decir verdad, las había escuchando demasiadas veces y Connor también pero a él le interesaban tanto y le parecían tan geniales que no le importaba escucharlas miles de veces para él seguían siendo nuevas. Si alguien contaba algo sobre cosas sobrenaturales, vampiros, hombres lobos y ese tipo de cosas, Connor era el primero en estar enfrente atento a escuchar.
-Bla, bla, bla. No sé como tu hermano no se cansa de escuchar esas historias tantas veces.- murmuro Jacob a mi lado, yo me reí.
-No reniegues de tu raíces Jacob, si lo haces puede venir un frio y te puedes convertir en un hombre lobo.- me burle un poco de él.
-Ser un hombre lobo sería divertido, seria más veloz, mas grande…
-Y apestarías a perro todo el día- le interrumpió Edward haciéndome reír por la cara que puso Jacob.
-Jajá, muy gracioso. – yo no podía aguantarme la risa por lo que había dicho Edward y la reacción de Jacob.
-A ti que te gustaría ser?- le pregunte a Edward.
-Un vampiro por supuesto. Por excelencia somos los de más popularidad – voltee a verlo había dicho somos?- y cualquier cosa sería mejor que convertirse en un oloroso animal y siendo vampiro tendría el mismo aspecto, no tendría que cambiar.
-Pero estarías muerto.- agrego Jacob.
-No exactamente, seguiría rondando por la tierra. Seria inmortal, puedes superar eso cachorrito?- le retó.
-Los hombres lobos también somos inmortales- no podía creer que estuviera usando en termino "somos" cuando esta conversación se había aplicado a su persona, rodee los ojos.
-Por dios, dejen el jueguito de mi casa es más grande que la tuya por favor. Haber Jacob, estamos hablando de una leyenda, tú no eres un hombre lobo, entiéndelo.- le explique como si le estuviera hablando a un niño pequeño. – Y tu mucho menos eres un vampiro- le pellizque un brazo y él chillo de dolor- lo ves aun lo sientes si lo fueras ni siquiera hubiera podido pellizcarte.
Los dos se enfurruñaron cruzando los brazos infantilmente, parecía una madre reprendiendo la pelea de mis hijos.
-Como sea los hombre lobos son mejores.- mascullo Jacob, me di un golpe en la frente y empecé a reírme.
-Como digas- dijo Edward levantándose- voy por mas cervezas.- aviso.
-Tráeme una chupasangre.- le pidió Jacob.
-Como usted diga OH gran hombre lobo alfa.- se mofo Edward, Jacob tomo una corcho lata y se aventó pero él con la gracia que lo caracterizaba la esquivo riéndose de mi amigo.
-Deja de ser tan infantil bobo.- me reí y juro que tenia la intensión de sacarme la legua pero se arrepintió para no darme la razón, aun así alcance a ver la punta de su lengua ja- y mejor dime porque no has ido a ver a Charlie? Hoy tu padre estuvo por la casa y por lo que dijo has estado ocupado entre algunas piernas no?- me reí y el muy descarado también se rió.
-Piernas en plural no, no soy tan zorro Bella- le entorne los ojos- bueno si, a veces pero ahora puedo decirte que solo han sido un par de piernas perfectamente torneadas que me tienen cautivado.- me contó y me parecía gracioso su tono de voz un poco soñador.
-Y se puede saber quién es la dueña de ese par de piernas perfectamente torneadas que te tiene cautivados.- trate de imitar su tono de admiración.
-Tu hermanastra.- contesto simplemente dándole un largo trago a su cerveza.
-Leah? Enserio?- solo asintió, voltee a verla y estaba platicando con Edward. Leah era muy linda, su piel bronceada le daba un toque exótico contrastando con su larga cabellera negra, era muy parecida a Sue- pero si ustedes se aborrecían, recuerdo que una vez le aventaste helado en el cabello, OH y esa vez que le pusiste chicle y se lo tuvo que cortar, ella adoraba su cabello y te aborreció desde entonces- recordé- como sucedió esto?
-Oh Bells, tenía que quedar tarde o temprano en la familia Swan, si no era contigo, claramente no era con Seth ni Connor, solo quedaba Leah.
-Deja de bromear bobo.- le urgí una respuesta.
-Bueno tú sabes, ya no somos unos niños y el otro día que le hice el favor a Sam de recoger a Claire en el jardín de niños para que él y Emily pudieran ir a almorzar solos, me encontré con que era maestra en ese lugar y bueno Claire nos arrastro a comprar helado con ella y platicamos. Si ella aun recuerda el asunto del chicle, el helado y todos los comestibles que le lance pero nos reímos de ello y bueno, me agrada.-concluyo riendo como un bobo cursi, trate de contener una risa pero no pude.
- Oh por dios, te han atrapado!- le señale- nada más ver tu cara de estúpido para saberlo. Que entonces que ahora debo de llamarte cuñado o una cosa así?- inquirí riéndome.
-Wow, no, no. No te confundas, Leah y yo no somos novios.- me aclaro.
-Ah no?- ladee la cabeza confundida.
-No, yo nunca dije eso. Solo lo estamos pasando bien, salimos y todo eso, pero sin compromisos. Es algo así como tu relación con Edward así que debes comprenderlo perfectamente.
-Ella está de acuerdo o solo estas siendo un estúpido sin sentimientos ni consideración?
-Claro que esta de acuerdo, ella fue la de la iniciativa, me dijo y cito sus palabras. "Yo no quiero tener un novio que me este controlando a cada momento, ni rendirle cuentas a nadie, me agradas Jacob pero en este momento de mi vida no necesito el drama de una relación amorosa, así que estas dispuesto a solo pasarla bien? Si no es así puedes irte sin ningún problema" Él sueño de cualquier hombre, una relación sin compromisos, eso si me advirtió que si quería que nos siguiéramos acostando no podía acostarme con nadie más, un poco de exclusividad no le viene mal nadie con tal de divertirnos como nosotros lo hacemos.- concluyo satisfecho.
-Eso no es algo un poco retorcido?
-Me lo estas preguntando tu Bella Swan quien mantiene una relación similar con el chico chupasangre de haya? No es eso un poco hipócrita?- pregunto perplejo.
- Tienes razón, no sé de donde vino esa pregunta.- conteste después de analizarlo, Jacob volteo detrás de mi hombro y le guiño del ojo a quien supuse que era Leah después le alzo las cejas sugerentemente, rodee los ojos golpeándole el hombro- deja de hacer eso.
-Deja de estar celosa que aquí viene tu vampirito y yo me retiro con mis piernas torneadas.
Me reí de él antes de que se fuera, al principio enserio me creí que este chico había caído, pero aun lo subestimaba y ahora que había encontrado la horma de su zapato se la estaba pasando en grande.
-Creo que tu hermanastra y Jacob acaban de desaparecer por el bosque.- murmuro Edward en mi oído al sentarse a mi lado- que tal si tu y yo damos una caminata por la orilla del mar?- propuso, voltee a verlo con fingida mortificación.
-Señor Cullen usted me está proponiendo algo sucio?
-No, no claro que no- fingió estar ofendido- yo solo estoy diciendo que vayamos a estirar las piernas un poco.- los dos nos reímos.
-Está bien, también necesito estirar las piernas y necesito un cigarrillo- me ayudo a levantarme- Connor enseguida regresamos, no te muevas de aquí- le dije a mi hermanito antes de irme de la mano de Edward, él solo asintió sin despegar la atención del chico que ahora se encontraba contando una nueva historia.
Bajamos por el pequeño sendero para llegar a la orilla del mar, me tropecé unas cuantas veces con algunas rocas pero Edward me detuvo antes de caerme, parecía que este lugar despertaba mi antigua torpeza.
-No me imagino a ti con esos tacones que sueles usar caminando por aquí.- se burlo de mi.
Tire el cigarrillo que acaba de terminarme y me agache para quitarme los tenis, Edward espero pacientemente, me doble los pantalones hasta debajo de mis rodillas y me eche a correr hacia la orilla mojando mis pies, estaba muy fría pero no me importo.
-Tu plan es enfermarte los últimos días que estés aquí o que?
-Deja de reprenderme y ven aquí que puedo caerme- fingí trastabillar, extendió los brazos pero no se acerco.
-Me voy a mojar los tenis.- se quejo.
-Entonces quítatelos, camine alejándome de él y jugueteando con el agua, no oí sus pasos siguiéndome e iba a voltear para ver si se había ido o seguía en el mismo lugar pero una ola llego y perdí el equilibrio con el movimiento del agua, cerré los ojos esperando el impacto directo con la arena y el agua, pero unos brazos demasiado cómodos no lo permitieron.
-Que harías tu sin mi?- cuestiono en mi oído.
-Estaría toda mojada y probablemente ahora si enfermaría.- me ayudo a incorporarme pero no retiro sus manos de mi cintura y yo rodee su cuello- Oh mi héroe!- dramatice, él rió.
Me tomo por sorpresa cuando bajo sus manos hasta mi trasero y me levanto haciendo que rodeara su cintura con mis piernas, solté un gritito por la sorpresa.
-Así ya no tendré que estar cuidando que no te caigas a cada momento.- dijo, pero sus acciones me daban a entender algo completamente distinto y nada inocente como una caminata. Rozo con su nariz mi cuello y después mordisqueo hasta llegar a mi oído y mordisquear el lóbulo también. Yo me estaba desasiendo en sus brazos y no paraba de encenderme. -Alguna vez has tenido sexo en la playa?
-Eso es una sugerencia?- le seguí el juego, no me parecía tan mala idea.
-Puede ser, pero eso implicaría ensuciarnos un poco con la arena.
-No necesariamente- le susurre al oído, dos podíamos jugar este juego, recorrí su pecho con mis manos y me incline para besar su cuello, sentí como se tenso- camina hacia las rocas que están allá- le señale, el rápidamente me hizo caso- esto es algo así como tener sexo en la ducha, eso ya lo hemos hecho recuerdas.
Tan pronto dije eso mi espalda choco contra las rocas, gracias al cielo lo hizo delicadamente o mi espalda estaría sangrando ahora por el impacto. Sus labios se juntaron con los míos demandantemente y yo correspondí de la misma forma. Lleve mis manos a la orilla de su pantalón y comencé a desabrocharlo con ansiedad, él hizo lo mismo con mi pantalón. Teníamos que ser rápidos, no podíamos tomarnos nuestro tiempo estando en un lugar público y aunque todo estuviera oscuro a unos pasos de donde estábamos se desarrollaba una fiesta.
Una vez su pantalón estuvo desabrochado me dedique a recorrer su rostro con mis manos mientras nuestras lenguas se entrelazaban y hacían nuestro beso más profundo y apasionado. Bajo mi pantalón hasta mis rodillas dejando mis trasero expuesto contra las rocas, sin previo aviso entro en mi de una sola estocada, separe mis labios de los suyos para gemir fuerte enterrando mi cara en su cuello, podía sentir sus jadeos en la piel de mi hombro mientras seguía embistiendo contra mí. Tomo mi trasero con sus dos manos acariciándolo para después subirme un poco y hacer la embestidas mas profundar, gemí pero también me queje un poco pues mi trasero se había raspado con su acción. Se separo de mi hombro y volteo a verme.
-Te estoy lastimando?- pregunto con voz ronca deteniendo las estocada, casi quise golpearlo por hacerlo.
-No, no. Continua.- le pedí, casi rogué, sonrió tomando mis rostro y besándome insistentemente, note que había bajado la intensidad de las embestidas y eso no me agrado del todo- mas rápido y fuerte!- le pedí contra sus labios.
El pequeño dolor que sentía del roce de mi piel desnuda con la aspereza del la piedra no podía nublar el placer que estaba sintiendo en este momento, sabía que abría consecuencias de esto mañana o en un rato, pero no me importaba, esto del sexo en la playa era lo mejor.
Nuestros gemidos y jadeos se acrecentaban a cada estocada, las sensaciones se intensificaban a cada minuto y poco a poco sentía como se arremolinaban en mi estomago bajo, enterré mis uñas en su espalda cuando sentí el orgasmo cerca, al parecer el también estaba cerca pues fue intensificando la rapidez de sus movimientos y gemía cada vez más fuerte. Mordí su hombro cuando la liberación llego para los dos al mismo tiempo y sentí como se liberaba dentro de mí.
Nuestra respiración era errática, mi cuerpo se sentía una gelatina y sentía que podía caer al suelo en cualquier momento si no fuera porque Edward aun me detenía.
-Eso… fue genial.- suspiro contra mi cuello, yo solo gemí dándole la razón y no confiando en el tono de mi voz como para darle una oración completa ni siquiera un monosílabo.
Beso mis labios por última vez para después ayudarme a incorporarme, los dos nos vestimos aun con la respiración jadeante, una vez estuvimos vestidos comenzamos a caminar de la mano de vuelta y en silencio, pero no un silencio incomodo, sino todo lo contrario. Divise la fogata un poco lejos, no me había dado cuenta de que tanto nos habíamos alejado, pero bueno ni siquiera me había dado cuenta de cuánto tiempo habíamos estado lejos. Edward soltó mi mano y comenzó a acariciar mi espalda baja que estaba empezando a arderme, internamente se lo agradecí.
-Segura que no te lastimaste?- me pregunto.
-Tal vez por la mañana necesite que me des un masaje con alguna pomada para las raspaduras pero nada grave, valió la pena.- dije- una roca no se compara con el azulejo de la ducha.
-Definitivamente no. Pero a mi punto de vista esto fue mucho mejor que el sexo en la ducha.- dijo con su voz ronca y sexy.
-Definitivamente.- murmure sonriendo y no aguantándome las ganas de detenerlo y besarlo.
|