14. Una vida por otra.

Bella POV

Ella empezó a ojear el informe médico de mi pequeña, pero la mueca que se instaló en su redonda cara me advirtió que la suerte no estaba de nuestro bando. No pude hacer más que echarme a llorar en los brazos de mi amiga. Ella me acariciaba la espalda en un intento de calmar mi llanto. Pero en ese momento tan solo una noticia podría sacarme de esta tristeza en la que se encontraba sumido mi corazón.

-No llores pequeña, ya veras como todo se acaba solucionando – me animó, mientras me levantaba la cara para poder mirarme a los ojos.

-Sabes que para lo que sea y lo que necesites estoy aquí, al igual que al pesado de tu amigo. Por cierto le has explicado todo esto a Jacob? - en ese instante recordé que no le había mencionado nada del tema a Jacob.

-En cuanto me tranquilice un poco lo llamaré, ya que en estos momentos tan duros él es una de las pocas personas que consiguen mantenerme de pie - le expliqué, el simple hecho de acordarme de mi amigo hizo que una leve sonrisa se instalase en mi cara.

Después de unas horas, una vez el ambiente en la sala de espera del hospital se hubo tranquilizado un poco me decidí a llamara a Jacob. Pero en el justo instante en el que lo llamé, el buzón de voz saltó anunciándome que en esos momentos no me podía coger el teléfono. Pero como necesitaba hablar con él y desahogarme seguí insistiendo hasta que la ronca voz de mi amigo apareció al otro lado de la linea.

-Bella, que pasa? En estos momentos no puedo hablar contigo estoy conduciendo- me comentó. Pero yo no le dí importancia al hecho que estuviese conduciendo y empecé a hablar atropelladamente.

-Jacob ha pasado una cosa horrible – le dije.

-Haber pequeña, que ha pasado? – me dijo con la preocupación reflejada en su voz. Yo empecé a explicarle todo lo que había sucedido durante ese trágico día. Después de unos minutos acabé de explicárselo.

-No te preocupes, ahora mismo dejo lo que estoy haciendo y me paso por el hospital para estar contigo. No te preocupes que ahora voy, además una vez te prometí que siempre estaría a tu lado y tú ya sabes que las promesas nunca las rompo – me senté en una silla de la sala a esperarlo pero los minutos pasaban y también las horas, empecé a preocuparme, ya que el me había prometido que vendría lo más rápido que pudiese.

En ese momento el ajetreo de doctores que pasaban por el pasillo me sacó de mi ensoñación. Pero lo que más me extrañó es que todos entraban a la habitación de Sophie, por eso me puse alerta y con la preocupación en el cuerpo por si las cosas habían empeorado, en el justo instante en el que me ponía en la peor de las situaciones, unos brazos me alzaron y me dieron vueltas en el aire. Una vez que esos brazos me dejaron en el suelo me dí cuenta que se trataba de Edward, quien me miraba con alegría y emoción.

-Bella, todo se ha acabado, pro fin ha aparecido el ansiado donante de mi pequeña. - me explicó mientras me besaba.

-Que bien! - exclamé alegre – pero a quien le han hecho las pruebas?- pregunté curiosa y mosqueada porque Jacob aún no aparecía.

-La sangre es de un hombre que acaba de tener un accidente de coche, desgraciadamente no lo han podido salvar, pero la sangre es compatible para mi pequeña – esa noticia me hizo palidecer, ya que la coincidencia de la tardanza de Jacob y este nuevo donante no me gustaba nada.

-Entras conmigo a la habitación? - me preguntó Edward.

-Ahora entro, primero tengo que hacer una cosita – le expliqué, el asintió con la cabeza y entró en la habitación con una deslumbrante sonrisa en la cara. En cuanto el desapareció por el marco de la puerta yo empecé a correr por los pasillos del hospital con el móvil en la oreja y escuchando como el aparato me avisaba que en esos momentos el dueño del teléfono no me podía atender. Después de unos minutos intentando localizar a Jacob, y corriendo por los pasillos, me encontré al doctor Yorkie y con el corazón en un puño le pregunté.

-Hola doctor, me puede decir como se llama el hombre que acaba de ingresar de un accidente? - pero no hizo falta que contestase, ya que en esos momentos una camilla con el cuerpo de un hombre cubierto a quien no se le veía nada apareció por el pasillo, sin pensármelo dos veces y dejando al doctor con la respuesta en la boca me dirigí hacia la camilla y destapé el cuerpo.

Justo en el momento en el que destapé el cuerpo unos penetrantes ojos negros me observaron de una manera que me hizo palidecer y desfallecer.

Una vez que me recompuse volví a levantarme llorando como nunca había llegado a llorar. Era él. Mi amigo, aquel con el que había pasado toda mi vida y aquel que me había ayudado a levantarme en todos aquellos momentos en los que pensaba que los momentos difíciles me superarían, él había estado allí, para darme un abrazo o un tortazo.

No podía ser posible que él estuviese muerto. Pero lo que provocó que mi alma se rompiera en mil pedazos fue cuando recordé que el accidente había sido cerca del hospital. Todo fue mi culpa. Si yo no le hubiese pedido que viniese a consolarme él estaría vivo, pero no, él estaba aquí, en un intento de querer ayudarme todo había salido al revés.

Edward POV

La oscuridad en a que estaba sumido, después de escuchar esas esperanzadoras palabras de los doctores desapareció. El hecho que mi pequeña se fuese a recuperar, me alegraba de sobremanera. En cuanto se lo comuniqué a Bella, ella se alegró, pero lo que mas me extrañó es que al explicarle la historia del donante su dulce mirada quedó cubierta por el dolor.

Después de explicárselo, ella me dijo que tenía que hacer una cosa, yo no le presté mucha atención y volví a la habitación de mi enana. Las horas fueron pasando y ella no regresaba. Intenté localizarla, pero me resultó imposible ya que su teléfono comunicaba. Así que al final me decidí por ir a buscarla. Tardé varios minutos en encontrarla ya que el edificio era enorme, así que cuando me cansé le pregunté a una enfermera que pasaba por allí.

-Perdone, sabe donde se encuentra Bella Swan? - le pregunté con la esperanza que supiese donde se encontraba.

-Lo siento señor, pero no conozco a ninguna mujer con ese nombre – me explicó. Así que seguí dando vueltas, hasta que al final la encontré llorando al lado de una camilla. En cuanto la vi en ese estado corrí hacia ella preocupado por el motivo por el cual lloraba, pero al acercarme donde ella se encontraba me di cuenta que el hombre que se encontraba en la camilla era Jacob y por lo que me fijé yacía muerto en ella.

-Lo siento mucho pequeña – le dije a Bella mientras le daba un abrazo intentando consolarla.

-Edward, él ha muerto – me dijo llorando – ha muerto por mi culpa – yo me quedé estático por esas palabras – fui yo quien le convenció para que viniese al hospital – me explicó mientras lloraba. La vida a veces nos juega malas pasadas, pero nunca me imaginé que el hombre que salvaría la vida de mi pequeña sería nada más y nada menos que el mejor amigo de mi amor. Pero al recordar ese hecho me vino a la mente Seth. Después de dejar que ella llorase en mi pecho durante casi dos horas, levantó la cabeza y me pidió que la sacase de aquel lugar. Así que la llevé a la habitación de Sophie. Bella en cuanto vio a mi niña le dio un gran abrazo y dijo mientras me miraba.

-Por lo menos, la muerte de Jacob no será en vano – comentó mientras volvía a llorar. Pero ella tenía razón, este hecho había sido una vida por otra.

Chicas, siento no haber subido el capítulo antes, pero es que si os digo la verdad no había estado muy inspirada por culpa de los exámenes. Espero que os guste y que dejéis reviews. Un beso.