Bella nunca estaba muy cómoda trabajando con vampiros.Emmett le bromeaba diciéndole que tenía una mala actitud con respecto a los de su clase y él no estaba equivocado.Afortunadamente,Emmett conocía el origen de su actitud y la comprendía lo suficiente como para pasarla por alto.Bella se preguntaba ahora si Edward sería tan comprensivo.Sospechaba que lo sería.Parecía inteligente,atractivo,afectuoso...También se llevaba bien con Jacob,en cuyo criterio siempre había confiado.Estaba también esa preciosa sonrisa matadora y sus sexis ojos de un pálido color dorado.
Es un vampiro,se recordó Bella.Era algo que no podía olvidar...No debía olvidar.Tenía miedo del momento en que ocurriera,en que fuera lo suficientemente estúpida para que comenzara a gustarle el tipo de una manera más que profesional y a lo que ello la llevaría otra vez.Bella había aprendido su lección bien.
Sus dientes se inmovilizaron ante el solo recuerdo del vampiro con el que estuvo involucrada a los diecinueve.Una imagen de él se formó en su mente:un metro noventa y cinco de estatura,con su cabello color oro largo hasta el hombro.El hombre había sido tan hermoso como un dios griego.
Bella empezó a empujarlo de su mente instintivamente pero luego se detuvo y dejó que los recuerdos afloraran.No tanto como un castigo,sino con la esperanza de que al revivirlos la salvaran ahora de hacer,once años después,alguna tontería.Bella sospechaba que lo mejor que podía hacer era reflexionar sobre la lección que había aprendido, especialmente ante el hecho de que estaba viviendo en la casa de un vampiro que encontraba muy atractivo.
—¡Ahí!Lo has admitido—dijo Bella con un pequeño suspiro mientras entraba en su habitación y cerraba la puerta—.Encuentras a Edward Cullen atractivo.
Eso era lo que asustaba a Bella y la había hecho sentirse vulnerable inmediatamente.No había sentido nada más que un tibio desdén y la cólera hacia un vampiro desde James.
Bella había sido una buena estudiante y una hija cumplidora hasta el verano que conoció a James.Había sido una ingenua y una tonta...Pero se había creído una mujer.Había conocido el vampiro cuando había visitado su casa para ver a su padre respecto a un caso en el que él estaba trabajando.Había sido un dios pálido y rubio ante sus ojos,lo había visto como un Adonis.
Anonadada con su belleza en el momento en que había llamado a la puerta,Bella lo había venerado con los ojos cuando había dicho tartamudeando que su padre no estaba aún en casa.Todavía podía recordar la sonrisa divertida que había curvado sus labios en ese momento.Bella no lo había comprendido entonces,pero lo hacía ahora.El hombre había estado riéndose en silencio de su tímida adoración.
Bella apenas había sido capaz creer en su suerte cuando había preguntado si podría esperar a su padre.Ruborizándose,sonriendo y parloteando,lo había sentado en la sala y se había excusado para hacer té,demasiado nerviosa y anonadada para recordar que los vampiros no bebían té.Algo que había sabido desde que tenía dieciocho y empezó a trabajar en la compañía de su padre.
Charly había estado excitado y deseoso cuando había conseguido el primer llamado de Emmett Cullen para un trabajo que quería encargarle.Su compañía había sido pequeña entonces y la carta de recomendación de otro cliente para la cabeza de una compañía multinacional tan grande había sido como ganar la lotería.Sin embargo,fue poco después que su padre había dejado de hablar de sus casos,por lo menos aquellos que involucraban a Emmett o a cualquiera conectado con ellos.Bella no había comprendido por qué hasta su primer día de trabajar para su padre cuando la había llevado a su oficina,se lo había presentado a ella y le había dicho que lo que estaba a punto decirle no podía ser revelado a nadie...los vampiros existían.
Joven y ávida de creer en lo increíble,había superado rápidamente la conmoción y había utilizado el primer par semanas de su aprendizaje registrando cada archivo que su padre tenía sobre cada uno de los inmortales.Antes de cumplir diecinueve y confrontar con el apuesto James,se había considerado una especie de experta sobre los inmortales.
¡Oh!la arrogancia de la juventud,pensó Bella tristemente.Había estado preocupándose demasiado por la bandeja de té en la cocina cuando James se habían reunido con ella allí.Le había dicho que no debía molestarse,luego había presionado una mano suavemente en su mejilla y mirado fijamente en sus ojos.El aliento de Bella se había paralizado en su garganta y su boca se había secado repentinamente.Todavía podía recordar el temblor que había empezado en su cuerpo,dejándola trémula y débil por lo que había tenido que reclinarse contra la encimera para permanecer sobre sus pies.
Cuando la había besado,su mente se había llenado con más pasión de la que nunca había soñado;una ola de necesidad y anhelo que había amenazado con consumirla.Bella había estado perdida.
James había roto el beso cuando escucharon la puerta principal abrirse.Antes de que su padre los encontrara en la cocina,Bella había terminando nerviosamente con la bandeja del té y James se había sentado en la mesa,pero Charly había echado el ojo a la situación de una forma que le dijo que sospechaba que algo había estado pasando.No dijo nada,sin embargo,no en ese momento.Dijo a Bella que se olvidase del té e hizo pasar a James a su oficina.
Bella había caído contra el mostrador una vez estuvo a solas con una mano apretada sobre su corazón.Había sentido como si latiera directamente fuera de su pecho.Estaba segura que había conocido al hombre de sus sueños y había estado horrorizada cuando partió y su padre se acercó y le dijo que se alejara de él.No era bueno para ella.
La obediencia de Bella había terminado allí.Cuando James llamó para invitarla a salir,mintió y salió a hurtadillas para verlo,resentida con su padre por no comprender el amor de la juventud.De algún modo,las mentiras y el andar a hurtadillas sólo lo hicieron todo más excitante,si fuera posible.
James la habían llevado a restaurantes finos y a obras dramáticas.Bella se había sentido muy sofisticada de su brazo y aunque al principio había estado nerviosa y preocupada cuando había empezado a hacerle el amor en la limusina en el camino en casa,pronto había cedido paso a la pasión sin sentido.Para el momento en que dejó la limusina,Bella estaba segura que estaba enamorada.
James había parecido igualmente prendado de ella.Parecía incapaz de mantener sus manos alejadas de ella,había empezado cosas en los lugares más inapropiados;besarla e incurrir con sus manos bajo su falda en restaurantes con solo la mesa para esconder lo que estaba haciendo,jalándola a callejones y haciendo el amor con ella contra la pared del edificio con solamente la noche para mantenerlos ocultos y haciendo el amor con ella en su palco en el teatro dónde cualquiera podía verlos.Bella era siempre reservada cuando iniciaba estos encuentros,pero pronto se encontraba abrumada por la pasión y ansiosa por complacerlo.Era semejante a una droga y ella una heroinómana que no podía conseguir controlarse.
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