Me desperté a primera hora después de haber dormido como angelito en nube, acepto que estaba algo nerviosa pues sabía bien que pasaría hoy y estaba algo confundida, era como si una parte de mi quisiera darle una oportunidad pero la otra… solo quisiera desaparecer y volver a la vida que tenía antes donde él era solo una fantasía en un libro.
Me levante y decidí buscar algo con lo que luciera bonita, busque entre mi armario y encontré unos jeans algo entubados, unas lindas botas café, y un suéter beige, desayuné y mire por la ventana, sentía la ansiedad de volverlo a ver pero a veces me decía a mi misma que esto terminaría mal y que mi propósito siempre fue alejarme de él, pero era tarde aunque aun podía arreglar algo como aprovecharme de la debilidad que tiene hacia mí, no la mía hacia el jajá. Me cepille los dientes y en cuando bajaba las escaleras un débil sonido de golpecitos contra la puerta principal hizo que me pegara el susto de mi vida, hoy estaba demasiado sensible a cualquier cosa. Abrí la puerta y alli estaba él esperándome
— Buenos días— dije
— ¿Qué ocurre?—me dijo él
—quítate esa chaqueta, no voy a ir por la calle vistiendo el mismo color de chaqueta, van a creer que estamos usando ropa de pareja, aunque pensándolo bien—dije recordando los dramas coreanos donde las parejas usan esa clase de ropa. Él sonrió y salimos de la casa
— Entonces hoy conduzco yo—le dije, asintió y juntos subimos en Mate. Sus ojos estaban como estacas en mi clavados y en serio era incómodo manejar cuando esos ojos te observan de esa manera, me indico por donde ir y yo seguí sus órdenes. Decidí colocarme los audífonos de mi mp4, la música se reproducía al azar o el destino había jugado en mi contra para que sonara exactamente esas canciones: My dilema de Selena Gómez, maldita canción, por qué tenía que sentirme identificada con eso, entre tus alas de Camila, Titanic... Celine Dion, ese no era mi mejor día para la música.
— Conduce hasta que se acabe el asfalto
— ¿Por qué?
— Iremos por una senda
— ¿Vamos a caminar?
— ¿Supone eso un problema?
— Pues, la verdad no me gusta caminar pero OK, lo intentaré, supongo que será bueno para mí, debería entrar a un gimnasio ¡Dios! nunca hago ejercicio.
— Bella ¿qué pasa si no regresas a casa?
— Moriré en tus brazos supongo— dije sin importancia
— Deberías preocuparte por eso, ¿qué no te das cuenta?
— Oye… tómalo suave chico, no va a pasar nada, confía en mí
Dejamos solito a Mate en el sendero que por cierto no íbamos a seguir, nos adentramos en el bosque donde creí que moriría por la cantidad de bichitos y la desesperación de que no se me acercara ninguno y llegamos a un claro donde Edward me miró, y luego salió a plena luz del sol.
—No, te derretirás— grite intentando detenerlo, el sonrió y me miró, su piel brillaba como si tuviera mucha, mucha escarcha. Me acerqué a él y toqué su brazo, era suave y sedoso. Un hombre tenía piel más suave que yo, eso me hizo sentir mal.
— ¿Qué piensas?
— Que brillas como esfera de discoteca
— ¿Te molesta?
— En realidad me parece fascinante
— No quiero que estés asustada
— Asustada de ver a una persona brillar no, no me asusto, me siento anonadada, esto es mejor que la película.
— ¿De qué hablas?
— Yo y mis ocurrencias acostúmbrate — le dije sonriendo
Vino la parte donde desapareció por nuestra incómoda cercanía, donde dijo que no podía derrotarlo, que no podía escapar de él, el viejo tronco salió a volar y yo seguí con la boca abierta.
— No temas, te prometo…. te juro que no te are daño
— Lo sé — dije recordando la cursi escena del primer beso y supe que la mía también sería así, en ese momento me pregunté, si yo estoy aquí como Bella ¿la verdadera Bella estará en un cine como espectadora, o leyendo el libro deseando ser yo?. Posó su fría mano sobre la mía, yo no hice nada para evitarlo
— Esto es asombrosamente placentero, el calor
— Edward
— ¿Si?
— Eso sonó un tanto pervertido, lo siento — dije a punto de estallar de la risa — oh por Dios, mi mente es sucia, lo siento
El rio conmigo, luego empezó a confesar lo apetecible que era yo para él, lo que habían hecho sus hermanos cuando alguien así se les atravesó por decirlo así, pero él era incapaz de hacerme daño.
— Isabella — dijo serio — no podría vivir en paz conmigo mismo si te causara daño alguno, ahora eres lo más importante para mí, lo más importante que he tenido nunca.
— En este momento tengo unas incontrolables ganas de gritar, no sé si de terror o de emoción por lo que me estás diciendo, si fuéramos la pareja normal y me estuvieras dejando en casa, te juro que estaría haciendo un bailecito tonto de “le gusto a Edward, le gusto a Edward” — dije cantando de manera tonta — y posiblemente fuera a mi habitación a gritar sobre la almohada, pero no lo hare porque ya me estoy ridiculizando frente a ti y me dije desde un principio que no me enamoraría de ti asi que decidí ser yo misma, creí que sería lo suficiente para alejarte, pero no… te gusto, aún no entiendo el por qué, pero lo respetaré y diablos esto es incómodo, soy una idiota
— Eres idiota — dijo con una sonrisa imposiblemente encantadora
—Si gracias — dije sarcástica — se supone que tu decías en esa parte - "no Bella, no lo eres" — dije imitando su voz.
— Lo sé, y de ese modo, el león se enamoro de la oveja
— No sería más bien, el león se enamoro de la gacela, quiero decir en áfrica no hay ovejas ¿si? tu entiendes y no me siento como una oveja, no hago beeeeee a cada rato… ya empecé a decir estupideces, me tienes mal Cullen, mal—dije en forma de regaño
— Eres un león morboso, masoquista, tonto, retrasadito, con problemas de autoestima y bipolaridad.
— Y tú una gacela terca y extraña Bella, quédate muy quieta — Pidió con tranquilidad
— No es como si pudiera moverme — le dije — estoy petrificada.
Se acerco a mi pecho y coloco su cabeza
— Esto me recuerda a Jane…Tarzan…Tarzan…Jane…..Tarzan hizo exactamente lo miso —dije recordando la película de Disney
Nos quedamos un rato recostados en el césped, luego se volvió incómodo y le dije que sería mejor que volviéramos
— Quiero mostrarte como viajo por el bosque
— Tiene que ver con convertirse en murciélago, por que si es así EDWARD YO TE ELIJO — dije estirando mi brazo y fingiendo sostener una pokebola en mi mano.
— ¿Qué haces?
— Oh, vamos ¿nunca viste pokemon?
— No
— Tengo mucho trabajo que hacer contigo — susurre negando con la cabeza.
Entonces me subí a él, salió disparado como si su suegra viniera persiguiéndolo, presentía que una rama terminaría sobre mi cabeza pero no paso, lo cual agradecí. Cuando se detuvo yo estaba con las manos levantadas como en una montaña rusa
— OTRA, OTRA — grite sin bajarme de el
— Eso fue increíble Y SIN CINTURON DE SEGURIDAD
— Sabes quiero intentar algo — oh no…—dije sabiendo lo que se aproximaba
— ¿Sucede algo?
— No, continua — dije impaciente y entonces sus labios presionaron los míos y les juro por el de arriba que me sentí increíblemente feliz.
— Súper, un vampiro me acaba de dar mi primer beso y yo que esperaba que fuera algo más humano — dije bromeando, él sonrió y nos fuimos de allí.
Holaaa,
lo sé no tengo pedón por haber tardado tantos meses en actualizar, pero la verdad es que me desanimé por los comentarios de algunas diciendo que copiaba fics, lo cual no es cierto porque siempre he dicho que no son míos y que cuento con el permiso de las autoras para publicarlos.
Dejando eso de lado, aquí les traigo un nuevo capítulo y espero que les guste tanto como a mí, creo que fue de los que más me hizo reír. Espero sus comentarios y no tener que tardar tanto en actualizar de nuevo.
Nos leemos.
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