12. Divorcio.
Edward POV.
Después de llevar unos meses con Bella, me di cuenta que aún tenía una espina clavada en mi alma que no me dejaba continuar siendo feliz, el nombre de esa dolorosa espina se llama Tanya. Por ese motivo, después de pensarlo muchas veces, he tomado la decisión más importante de mi vida. El viaje a Port Ángeles me ha sentado bastante bien, ya que he pensado con la cabeza fría y el hecho de que mis padres me apoyen me ha animado a seguir adelante, pero lo que no me esperaba es que ellos se lo tomasen tan bien, e incluso ellos fueron las personas que me han ayudado este fin de semana a arreglar todos los papeles y me han proporcionado un buen abogado.
Flashback
Acababa de llegar a la casa de mis padres, el hogar en el que me crié con mucho amor. El mismo amor con el que me gustaría que mi pequeña creciese, mientras seguía mirando la hermosa casa, la puerta principal se abrió mostrándome a una linda mujer de ojos verdes y pelo castaño y a su lado un hombre con ojos azules y cabello rubio que la abrazaba tiernamente. Mis padres habían salido a recibirme.
-Edward – dijo mi madre mientras corría hacia mí y me abrazaba muy fuerte.
-Hola mamá – le dije cuando le daba un beso en la frente – Hola papá – le dije a mi padre cuando me puse a su lado y nos fundimos en un abrazo.
-Hola hijo, venga entra – me dijo mientras me animaba a entrar en la casa. La casa estaba tal cual como estaba cuando era pequeño. Todo estaba en su sitio, incluso en el comedor aún estaba el hermoso piano negro de cola, que tan solo yo sabía tocar.
-Vengo a explicaros una cosa – les dije cuando me senté en enorme sofá, que infinidad de veces había sido testigo de mis travesuras y las de mis hermanos. Mi padre conun gestod e mano me animó a continuar ablando.
-Vosotros sabéis, que yo siempre he estado enamorado de una chica – empecé a explicarle pero mi madre me interrumpió.
-De Bella – dijo muy convencida.
-Sí, de ella. Bueno la cosa es que jamás la olvidé y la continué amando – ellos me miraban y escuchaban atentamente - Hace unos meses nos volvimos a encontrar, y desde ese momento no nos hemos vuelto a separar. Papa, mama, la amo con toda mi alma y ella me ama y también a mi pequeña. – les expliqué con una mirada soñadora al acordarme de mis amores.
-Entonces que vas a hacer con Tanya? – preguntó mi madre, con una sonrisa en la cara ya que ella siempre había conocido mis sentimientos hacia Bella. Y ella quería a Bella como si fuese su hija, ya que de pequeños ella pasaba mucho tiempo en mi casa con su amiga Lucie y Alice.
-Tengo pensado divorciarme, ya que ella no para de malmeter y sobre todo a intentar herir a Sophie y eso no se lo pienso consentir más. Sobre todo ahora que he encontrado a Bella, que trata a mi pequeña como si fuese su hija. Sabéis que? – les dije – Ayer Bella me llamó llorando de la alegría y la emoción porque Sophie la había llamado mamá – dije contento y orgulloso de mi mujer.
-Ya te decía yo de pequeño que tenias que tratarla bien porque ella era muy buena – me dijo mi padre.
-Hijo, me alegro que seas feliz y quiero que sepas que te vamos a ayudar en todo lo que podamos para que por fin esa mujer salga de vuestras vidas – me dijo m madre mientras me agarraba las manos dándome ánimos.
-Por eso mismo, dejadme hacer una llamadita. Por cierto que os parece si esta tarde, empezamos con el papeleo para el divorcio? - dijo mi padre mientras salía de la sala.
Esa misma tarde estábamos con el abogado que me defendería. Le expliqué toda la historia, desde la primera vez que la vi en ese bar, hasta el día de hoy, incluyendo todos los desplantes y malas contestaciones que le hacía a la pequeña y también mi actual relación con Bella. Después de cuatro largas horas acabamos con todos los papeles necesarios para quedarme con la niña.
Fin Flashback
La voz del piloto del avión diciendo que debíamos ponernos los cinturones porque íbamos a aterrizar me sacó de mi ensoñación. En cuanto salí del avión, me dirigí a recoger mi maleta. Cuando salía por la puerta de la terminal, unos chillidos me hicieron darme la vuelta. Eran Bella y Sophie que venían corriendo detrás de mí.
-Hola princesas, os he echado mucho en falta – les decía mientras las abrazaba.
-Nosotras también – me dijeron las dos.
-Bueno que os parece si para celebrar que he vuelto las invito a comer un helado y al parque- les dije provocando que mi pequeña saltase de la emoción.
-Sabes que papi, ayer Bella y yo estuvimos haciendo galletitas y después fuimos al parque a jugar con Seth. Ah se me olvidaba, toma – me tendió un dibujo, en el que mi pequeña nos había dibujado a nosotros tres y a Seth como una familia, pero en ese momento me di cuenta que habían más personas en el dibujo – mira este eres tú, esta soy yo, esta es mi mami- entonces me fije que cuando dijo mi mami señalo al dibujo de Bella, eso hizo que mi corazón diese un vuelco de alegría – este es Seth, este es su papi Jacob y esta chica de aquí es Lucie, la amiga de mami – me explicó mientras seguía señalando el dibujo – Te gusta? Lo he hecho esta mañana cuando estaba dibujando con Lucie y con mami –
-Claro que me gusta, es muy bonito, que te parece si cuando lleguemos a casa lo colgamos en la nevera – ella se puso seria – Que pasa? – le pregunté preocupado
-Podemos ponerlo en la nevera de casa de mami? Es que no quiero que Tanya vea mi dibujo y lo rompa – dijo mientras contenía un sollozo. En ese momento Bella la cogió en brazos y le susurró algo en el oído provocando que ella dejase de llorar y la abrazase riendo.
Cuando llegamos al parque con nuestros helados, me senté en un banco con Bella mientras veía a Sophie jugar con otros niños.
-Como ha ido el viaje? – me preguntó Bella mientras posaba su cabeza en mi pecho.
-Bien, pero lo que más me ha gustado del viaje es haber visto a mis padres y por fin haber arreglado los papeles del divorcio – ella levantó la cabeza de mi pecho
-Estás seguro que es una buena idea? – yo asentí con la cabeza mientras depositaba un tierno beso en sus labios, los cuales había extrañado mucho. – Es que tengo miedo que Tanya le haga daño a Sophie, por el hecho del divorcio- me confesó.
-Es un riesgo que no me gusta tener que pasar, pero es necesario – le dije muy seriamente, juro que si se atreve a ponerle un dedo encima a mi pequeña se las verá conmigo. En ese momento una estridente voz nos sacó de nuestra burbuja.
-Pero que linda escena – dijo una rubia a la que al momento reconocí como Tanya
-Que haces aquí? Que quieres? – le dije de una manera muy mordaz.
-Así que tú eres la querida de Eddie, ya tienes valor a soportar a esa bastarda y a su padre – dijo, pero en ese momento Bella se levantó y le dio una cachetada.
-No te atrevas a hablar nunca más así delante mío de Sophie – le dijo una muy colérica Bella.
-Tanya espero que esta tarde estés en casa porque tengo que comentarte una cosa muy importante y también tiene que estar tu abogado delante. – ya no podía soportarlo más y esta misma tarde le comunicaría lo del divorcio. Ella se fue refunfuñando, mientras levantaba la cabeza en un gesto de orgullo.
Después de ese percance, dejé a Sophie en casa de Bella y yo me dirigí con mi abogado a mi casa, donde Tanya ya me esperaba en el sofá sentada con un hombre vestido con traje al que me imaginé que sería su abogado.
-Buenas tardes – le dije al señor mientras nos dábamos la mano como forma de saludo.
-Bueno ustedes dirán el motivo de esta reunión – dijo el abogado.
-El motivo de la reunión es que el señor Cullen desea divorciarse de la señorita Tanya – dijo mi abogado.
-Qué? – chilló Tanya mientras se levantaba de un bote del sofá y me miraba con rabia.
-Lo que ha escuchado señorita – dije con tono de mofa.
Después de hablarlo durante dos horas, no llegamos a ningún acuerdo así que decidimos llevar el caso a juicio y que un juez dijese la sentencia. De momento como Tanya no quería a la niña aceptó a que la niña pasase estuviese conmigo hasta que llegase el día del juicio.
Salí de la casa muy alterado y nervioso por los constantes comentarios hirientes que Tanya había hecho sobre mi pequeña y sobre mí durante toda la reunión pero en cuanto llegué a casa de mi amor y me fijé en la escena que tenía delante de mis ojos la ternura cubrió a la rabia. Delante de mí estaban Sophie y Bella dormidas en nuestra cama y abrazadas. Con cuidado me puse el pijama y me tumbé al lado de mi pequeñina, pero antes les di un beso a a cada una de buenas noches.
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