Hola! He vuelto con otro capitulo pido una gran disculpa por que tarde meses en actualizar y hasta ahora puedo subir este y lo siento es muy corto, prometo no atrasarme mucho con lo otros y en actualizar los demas.
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Los días continuaron su curso, ya no volví a recibir carta alguna de Alice o de algún miembro de los Cullen para mi gran alivio, incluso pudo haber sido una mala broma. Mi madre tuvo que marcharse ya que acompañaría a Phil a sus partidos así que Charlie, Jake y yo la habíamos llevado al aeropuerto y nos despedimos de ella con su promesa de volver antes de que yo saliera de cuentas, los días se me fueron pasando muy rápido y con ellos la agonía de mi corazón crecía día a día lo único que me ayudaba a seguir era mi hermosa bebé y el cuidar a Charlie; cada noche no podía dormir tan fácilmente algo oprimía mi corazón y eso no me dejaba dormir tranquila así que me sentaba al borde de la cama y empezaba a acariciar mi vientre abultado y platicaba con mi bebé, me gustaba contarle sobre los momentos felices que viví con su padre y todos los Cullen, las bromas que Emmett solía hacerme, las expediciones de horas de compras con Alice en el centro comercial, el amor maternal de Esme y sobre todo cuando Edward tocaba mi nana en el piano. Recordar todo eso al contárselo a mi pequeña Elizabeth era sumamente doloroso para mí pero yo quería que ella los conociera desde ahora aunque solo fueran en palabras por que dudaba que algún día los conociera en persona. Cada noche le contaba algo distinto y cuando le detalle como era el prado al cual Edward y yo solíamos ir me dio una tímida patadita sentí que a mi niña le había gustado como era el lugar y le prometí que un día cuando ella tuviera edad suficiente la llevaría para que lo conociera. Usualmente hacia esto en las noches ya era como una rutina, era un momento intimo entre mi pequeña y yo y eso nadie me lo podía robar, aun cuando me gustara como se movía dentro de mí al escuchar mi voz sentía una fuerte opresión en mi pecho como si algo malo estuviera pasando con alguien cercano a mí, como si un peligro de muerte se acercara a mi vida y eso me asustaba, pero no por mi si no por mi hija.
Al día siguiente me aliste para ir a mi trabajo en la tienda de los Newton, era un día demasiado tranquilo y solo habían llegado 5 campista al negocio y para mi desgracia Mike estaba muy parlanchín el día de hoy para su propio bien ¿Acaso nadie le había dicho de los cambios de humor de una mujer embarazada? Al parecer no porque no paraba de hablar y ya me empezaba a irritar tanto que sería capaz de estamparle su cara contra el mostrador.
-La verdad Bella me la pase muy bien con Jessica en nuestra primera cita, fue una velada de los más agradable- Demasiado entusiasmo Mike- Creo que la volveré a invitar a salir este fin de semana- ¡Que alguien lo calle por piedad!
-Oh que genial Mike- Respondí con sorna, no me interesaba.
-Lo sé, Jess me gusta mucho-
-Bueno entonces adelante, diviértete con Jessica- Le aconseje para que se callara de una vez.
-Gracias, ummmm ¿Bella? Hay algo que quiero contarte- Se le veía nervioso, no me gustaba esto- Mejor ahora antes que lo haga Jessica, ella podría ser un poco cruel- Termino de confesar
-Claro Mike ¿Qué quieres contarme?- Una muy mala elección.
-Cuando Jess y yo salimos a Seattle, buenos decidimos caminar hacia el centro comercial y vimos un periódico que nos llamó mucho la atención. Bella, necesito que lo tomes todo con calma ¿Ok? Para que no le haga daño a tu bebé-
-No te preocupes, solo escúpelo Mike- El asintió dudoso mientras sacaba un periódico de su mochila titubeante.
-Bella de verdad lamento tener que ser yo quien te diga esto, pero tú tienes derecho de saber por qué Edward se fue así dejándote- ¿Acaso oí bien? O es una mala broma, como iba a saber el sí ni yo lo sabía.
-Solo dilo ya- Exigí confundida y con miedo.
-Está bien, lo siento Bella- Soltó mientras me entregaba el periódico- Edward se casó.
¡NO! Eso no era posible, él no podía haberme hecho eso, me negaba a creerlo. Mire el periódico que temblaba entre mis manos y lo fui desdoblando lentamente con temor a lo que vería en esas hojas y de pronto ahí estaba la nota, era imposible no ver la noticia ya que ocupaba toda la primera plana con unas grande letras que citaban: ¨Hermosa boda entre Tanya Denali Mortier y Edward Cullen.¨ Abajo se encontraba toda la reseña de los hechos y las fotos de la boda y ahí como una vez yo imagine a Edward, se encontraba vestido de smoking y a su lado una sonriente Tanya que estaba colgada de su brazo, fotos de ellos con amigos y con la familia de Tanya y también los Cullen. ¡Todos ellos sabían que él se casaría con otra! Dejaron que me ilusionara, que me elevara más arriba que las nubes, dejaron que yo fuera demasiado feliz para después arrebatare todo y hacerme caer. Ellos, todo el tiempo lo supieron y que la nota decía que ellos llevaban 3 años comprometidos ¿Por qué lo hicieron? Me habían engañado de la peor forma posible, yo no les había hecho ningún daño ¿o sí? Tantas preguntas y yo sin respuestas. De pronto ahí de pie con el periódico en mis manos y enfrente de Mike me empezó a faltar el aire y todo me comenzó a dar vueltas, mi cabeza dolía como si fuera a explotarme y ya no pude más, todo lo que había contenido en mi salió de golpe, con el corazón destrozado en mi interior di un grito aterrador lleno de dolor y sentí que caía, lo último que sentí y escuche fue a alguien sostenerme mientras gritaba pidiendo ayuda.
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La niebla de mi conciencia me cegaba, no sabía dónde estaba, no podía ver solo escuchar y había un silencio sepulcral, de pronto la vista volvió a mí y pude ver que estaba en el prado. Las flores estaban a todo su esplendor y yo estaba parada entre los árboles, de pronto de los arbustos salió mi Edward mientras sonreía de la forma que mi tanto me gustaba estaba vestido de blanco al igual de yo, quería ir hacia el pero algo me impedía moverme de mi lugar, como si solo fuera un observador en la escena sin ninguna participación. De la nada Tanya, su padre y sus hermano aparecieron en el centro del prado separándome mas de Edward quien lucía triste y cansado y detrás del aparecieron Alice, Jasper, Emmett, Rosalie, Esme y Carlisle con la misma expresión que tenía Edward en su rostro, se veían tan sombríos, y por ultimo cerca de los Cullen apareció Jacob quien miraba a los Cullen con burla y desprecio, estaba soñando y lo sabía y aunque quería despertar no podía. Yo miraba a todos sumamente confundida cuando de pronto Edward y su familia empezaron a gritar y me miraban con terror puro y me señalaban pero no a mi si no a mi vientre, baje la mirada y quise gritar, mi vestido blanco estaba manchado de sangre y esta escurría por entre mis piernas hasta llegar a mis pies pero ya no tenía a mi bebé dentro de mí, mi terrible observación fue interrumpida al escuchar unos gritos de dolor desgarradores, alce mi mirada y los vi. Los Cullen, Jake y mi hija la cual estaba envuelta en una sabanita ensangrentada yacían muertos sobre la hierba que ahora se encontraba seca y muerta como ellos, gritaba y lloraba desconsoladamente cuando escuche unas risas y vi a Tanya y a su familia reírse de la muerte de las personas que yo tanto amaba, de pronto el padre de esta que según había leído se llamaba Aro levanto su mano en la cual tenía una pistola apuntándome en la frente y disparo.
Desperté gritando a todo pulmón por la horrible pesadilla que había tenido, el miedo, el terror, el pánico me llenaban por completo y no me dejaban estar tranquila, me sentía tan desesperada, de pronto sentí unos brazos que me sostenían tratando de calmarme y vi que era Charlie, aun así seguí luchando estaba tan aterrada que quería que me soltara para poder huir hasta que sentí que me abofeteaban fue que regrese a la realidad. Me vi acostada en una cama de hospital mientras Charlie y Jacob me tomaban de los brazos para tratar de aplacarme, mientras un doctor y una enfermera ingresaban al cuarto donde estaba.
-¿Qué hago aquí? ¿Qué me sucedió?- Charlie y Jacob se miraron sin saber que decir.
-Buenas tardes Bella soy el Dr. Larsson, haz tenido una baja de presión y te desmayaste, te hemos podido estabilizar a tiempo, temíamos tener que realizarte una cesárea ya que la bebé se encontraba en riesgo- Y entonces lo recordé, el periódico, Edward y su boda y como me había desmayado. No pude controlarme. ¡Había puesto en riesgo la vida de mi hija! ¿Qué clase de madre soy?
-Dr. Larsson, dígame la verdad ¿Mi bebe está bien? No siento que se mueva.- Pregunte aterrada
-No se preocupe, su hija está bien, le hicimos un ultrasonido y otros estudios, está estable. Si no se mueve posiblemente este durmiendo. Asentí con gran alivio.
-Por hoy se quedara aquí para vigilar que no haya otra complicación. Mañana podrá irse a casa. Solo descanse y relájese, en su estado y por el tiempo de gestación podría inducir a las contracciones de parto- Índico el doctor dándome una mirada seria.
-Si doctor, mantendré reposo y me cuidare, no quiero que algo malo le pase a mi hija-
-Bien, pasare a revisarla de nuevo en unas horas si pasa algo llamen a la enfermera y vendré.- El doctor se fue junto con la enfermera.
-Hija nos haz asustado mucho ¿Estas bien? Mike nos mostró el periódico y hemos visto la noticia- Carraspeo Charlie incomodo.
-¿Cómo lo llevas GordiBells? – Pregunto Jacob preocupado mientras me examinaba como un doctor.
-Basta Jake, no me siento feliz eso es obvio pero me mantendré tranquila por el bien de mi bebe. Les pido por favor que no toquen el tema.
-Está bien hija si así tú lo deseas así será ¿Verdad Jacob?
-Está bien no tocare el tema- Asintió el aludido y estoy casi segura que susurro ëse malnacido y debe de estar pagando¨ pero no podía asegurar nada.
Jacob tuvo que irse para ir a ver a Billy y Charlie se había quedado dormido en el sofá lo cual e daba tiempo para pensar, habían cosas que no concordaban o al menos parecían no hacerlo. Los Cullen siempre fueron cariñosos conmigo no creía que Esme o Carlisle mintieran, además se había ido de la noche a la mañana y luego Alice pidiéndome ayuda y las fotos de la boda, nadie se veía feliz, menos Edward, sus rostros estaban triste y la luz de sus ojos apagados. Alice, Rose y Esme se veían demacradas y no había nada de glamour en ellas como Alice solía arreglarlas. Nada de esto cuadraba porque ahora después de ver esas fotos y dejar que mi corazón expresara lo que tanto había censurado de algo estaba segura; ni Edward ni ninguno de los Cullen me había traicionado, aqui habia algo sucio y lo iba a averiguar. Iba a buscar a mi familia y la iba a encontrar.
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MALENA CULLEN
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