Epílogo
Dos años más tarde, nació Reneesmé Cullen. El segundo embarazo de Bella estuvo exento de las preocupaciones que le asaltaron durante el primero. Gracias a la ayuda del servicio, se mantuvo plena de energía hasta el último momento. Edward se interesó en todo momento por su evolución y aquello les acercó aún más, de modo que ella disfrutó plenamente durante la gestación de su hija. Al acercarse la fecha del parto, Edward suspendió sus viajes para estar con Bella cuando naciese Reneesmé. Él estaba tan encantado con su hija como ella, y además Reneesmé se parecía a los dos: heredó los ojos verdes de su padre y las delicadas facciones de su madre. Anthony, que ahora tenía tres años y medio, estaba fascinado con su hermana, pero un tanto decepcionado al comprobar que no podía ni siquiera sentarse para jugar con él.
—Es demasiado pequeña —se lamentaba Anthony con todo el dramatismo de un Cullen.
—Reneesmé crecerá —le consoló su madre.
—Grita mucho.
—Igual que tú cuando eras un bebé.
Tras dejar a la niña en su cuarto, Bella tiró del edredón para que Anthony se metiese en la cama y éste se acostó con un camión bajo el brazo. Edward apareció en el umbral cuando Bella le estaba leyendo un cuento y ella le sonrió abierta y sinceramente, porque la había convertido en una mujer tremendamente feliz y era de esas mujeres que saben apreciar lo que tienen. Cuando se acabó el cuento, Edward atravesó la habitación y abrió la puerta del armario. Jacob se incorporó para saludarlo con entusiasmo.
—¡Papá! —protestó Anthony.
—Jacob duerme abajo.
—Te estás volviendo intransigente —dijo Bella a su marido al salir de la habitación.
Edward se rió suavemente.
—Pero Anthony ha sido muy listo al esconder el perro así.
—No, ha sido muy cuco y mañana le explicaré la diferencia entre ambas cosas —dijo Bella incondicionalmente.
—¿Quién ha dicho que ser cuco es algo malo? —Edward la miró con cariño—. ¿No me aproveché de ti acaso la noche que concebimos a Anthony? Estabas muy afectada, llorosa y sola, y yo me aproveché de la situación.
A Bella le impresionó aquella interpretación del pasado.
—Nunca lo vi de ese modo.
—Y no me arrepentiré mientras viva, agapi mu —le dijo Edward abiertamente—. Ahora os tengo a ti, a Anthony y a Reneesmé y sois lo más preciado que tengo en el mundo. No puedo imaginar mi vida sin vosotros.
Y así era para Bella. Sentía cómo su corazón se desbordaba. Él le dijo cuánto la amaba y ella respondió con la misma intensidad, porque ambos sabían que los vínculos que les unían eran muy valiosos.
En cuanto Edward y Bella se hubieron alejado lo suficiente, Jacob volvió a subir las escaleras para meterse en la habitación de Anthony.
C'est finit!
Hola, hola!
Bueno...Nueva adaptación...¿qué os ha parecido? ¿Merezco tomates o reviews?
Si os preguntáis por qué no escribo notas al final de cada capítulo, la respuesta es símple: no os quiero cortar el hilo de la historiacon dichas notas.
Muchiiiiiiiisimos besos y ya sabéis: Votos, comentarios, etc.
EllaLovesVampis/Gabylor/Gabriella
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