Muchas Gracias a Mi Beta Bella Sool Onuma por su ayuda y dedicación.
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Edward quedó frente a Anthony y su cara cambió completamente... Estaba asombrado, pero no molesto.
—Edward. —Su voz sonó dura, su mirada lo retaba de alguna manera.
¡Mierda!… Si las miradas mataran, Edward Cullen estaría frío desde hace unos cuantos segundos.
—Anthony —contestó.
No entendía nada… ¿Cómo demonios se conocían estos dos?
"El mundo es un pañuelo, Isabella" replicó mi conciencia…
Los minutos pasaban, la música sonaba, pero ninguno se movía de su lugar. La tensión se sentía en el aire así que decidí romper el silencio.
—¿Se conocen? —pregunté mirando hacia Anthony que no le quitaba los ojos de encima a Edward desde que lo vio.
Ninguno respondía, me sentía como una tonta parada entre los dos y ellos con juego de miradas.
Emmett decidió interferir y se llevó a Edward junto con los demás a la mesa, dejándome a mi sola con Anthony.
—Me podrías decir, ¿qué está pasando? —inquirí dudosa. Pero no contestaba, seguía teniendo su vista fija en Edward que estaba sentado junto con los chicos—. ¿Anthony?
Volteó a verme…
—Discúlpame, princesa —respondió por fin tomándome la mano—. ¿Ellos fueron los que te invitaron a venir? —interrogó mirando en dirección a ellos.
—Sí. Bueno, Alice fue la que me invitó.
—No pensé que los vería de nuevo —murmuró.
—¿Cómo que no pensaste que los verías de nuevo? ¿Qué sucede? —Este jueguito de adivinar ya me estaba cansando.
—Son mis primos, pequeña. Edward y Alice… —me quedé sin habla. ¿Cómo diablos?
—Es una historia larga, no muy bonita, pero no estoy listo para contarla ahora. Disculpa… —Acarició mi rostro con sus suaves manos, su mirada estaba triste. No me gustaba verlo así—. No quiero estropear tu noche, mejor me voy para que disfrutes… pero prométeme algo, Isabella.
Asentí para que continuara. Haría lo que sea por él… Siempre estuvo a mi lado y yo también lo estaré.
—No te acerques a Edward Cullen. —Me quedé estática ante su petición, no sabía qué decirle—. Sé que te parece loco, princesa, pero créeme que lo conozco mucho mejor que tú, no quiero que te dañe. Por favor, prométeme que no dejaras que se acerque mucho a ti.
No podía decirle que no, además de que yo no tenía porqué relacionarme con el novio de Tanya. No quería ser plato de segunda mesa.
—Te lo prometo, grandote. —Me abrazó transmitiendo amor, pero a la vez sentía que tenía miedo de algo.
—Te quiero, Isabella… —Su pulgar acariciaba suavemente una de mis mejillas—. Te llamo para que nos veamos y así hablamos. —Sus manos tenían acunado mi rostro, sus ojos brillaban… No sé si eran cosas mías, pero parecía tener un debate interno en si dejarme allí o no.
—Estaré bien Anthony, no te preocupes. ¿Sí? —Con sus manos todavía en mi cara, hizo algo que jamás imaginé que realizaría sin mi consentimiento.
Me besó…
Nuestros labios se unieron, pero no me separé, sentía miles de emociones… Rabia, molestia, un cosquilleo en mi estómago que me hizo reaccionar y me alejé de él sin decir nada.
Anthony tampoco habló, noté que el miedo que sentía antes, desapareció… Estaba seguro, pero la verdad no sabía exactamente de qué. ¿Había hecho todo esto porque Edward estaba acá?
Depositó un beso en mi mejilla y se marchó…
Me di la vuelta para volver a la mesa con los chicos que me estaban observando fijamente, pero de pronto Emmett realizó una broma y todos comenzaron a reír poniendo su atención en él, bueno… todos menos Edward.
Caminé hacia allí y me senté. Conversamos, reímos y bailamos juntos. Para mi suerte, nadie preguntó ni sacó el tema de Anthony. Edward no se acercó a mí aunque su mirada siempre me seguía y una que otra vez se encontró con la mía poniéndome los nervios de punta.
La noche transcurrió sin más momentos incómodos. Angela estaba muy contenta con Ben quienes ligaban con descaro y no disimulaban nada que se gustaban.
—Aw… Bella, me encantó salir contigo. Muchas gracias por aceptar la invitación. —Alice me dio un abrazo acompañado con un beso. Nos encontrábamos en el estacionamiento despidiéndonos para marcharnos.
—A mí también me encantó, gracias a ti por invitarnos y perdón por lo malo —dije refiriéndome a Anthony, si hubiera sabido que causaría tanta tensión tal vez no hubiera venido.
Lo elegía a él primero, lo conocía muy bien, bueno ahora no tanto como pensaba…
—No te preocupes Bella, sabía que lo volvería a ver.
Asentí, acercándome a despedirme de todos los demás dejando por último a Edward.
—Me alegra que lo hayas pasado bien, Isabella. —Su sonrisa era sincera, hermosa… Era un remolino de sensaciones que sentía cuando veía esos hermosos ojos.
—Gracias… —Se acercó a mí e inmediatamente las palabras de Anthony vinieron a mi mente, pero mi cuerpo no reaccionaba, no podía moverme… Esto me pasaba cada vez que él se acercaba.
Dio dos pasos hacia mí poniendo su mano en mi rostro, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo haciéndome estremecer… Acercó su boca y dejó sus labios tatuados en mi mejilla…
Estaba loca… No sabía qué me pasaba… Había roto mi promesa a Anthony, pero no solo esa, también la que me hice a mí misma, no abriría mi corazón a nadie y Edward Cullen estaba haciendo algo en mí… algo que todavía no entendía, pero que estaba despertando muchas cosas.
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En la noche me costó demasiado dormirme. El beso de Anthony me tenía confundida, ¿por qué no reaccioné? ¿Por qué no lo aparté de mí? Tal vez sabía que algún día esto pasaría, él tenía claro lo que yo sentía, pero también entendía que me quería mucho más que a una simple amiga.
Por otro lado, las sensaciones y nervios que me recorrían cada vez que Edward estaba cerca de mí, causaban estragos en mi cuerpo, dejándome pegada al piso sin poder moverme ni hablar, solo me perdía en sus hermosos ojos.
Era muy confuso y diferente lo que sentía por los dos…
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Escuché el timbre sonar y me levanté perezosa de la cama todavía con el camisón que utilizaba para dormir, me gustaba porque era cómodo y fresco. No tenía idea qué hora era, tal vez las 10. Angela al parecer no estaba en el apartamento.
Abrí la puerta y estaba Anthony que se quedó mirándome pasando su mirada por mi cuerpo.
Tragó con dificultad y dijo: "Creo que deberías cambiarte". Sus ojos quedaron viéndome exactamente donde se encontraban mis senos.
Bajé mi vista para darme cuenta de que se veía a través de la fina tela, mis mejillas enrojecieron y salí rápidamente hacia mi habitación mientras oía la risa coqueta de Anthony.
Mierda… ¿Cómo puedo ser tan despistada? Corrí directamente al closet, me puse una camisa blanca de tirantes, un pantalón y mis Converse, entré al baño para cepillar mis dientes y acomodar mi cabello en una coleta.
Respiré profundo retomando el camino de vuelta a la sala.
Anthony me esperaba sentado en el sofá. Tenía el ceño fruncido, pensativo, perdido en sus pensamientos sin darse cuenta de que estaba a su lado.
Me aclaré la garganta para que reaccionara. Se volteó a verme y sin decir nada se deslizó dejando un espacio para que yo me sentara a su lado.
—¿Qué pasa, Anthony? —No entendía su misterio.
Se acomodó para quedar frente a mí, mirándome.
—Perdón por no haber avisado que vendría, pequeña. —Se encogió de hombros y yo me sonrojé recordando lo sucedido hace pocos minutos—. No era mi intención hacerte sentir incómoda.
—No te preocupes grandote, yo debí haberme puesto presentable antes de salir. Ahora dime… ¿Qué te trae por acá tan temprano?
—Quiero explicarte lo de anoche. Tú confías en mí y yo quiero hacer lo mismo. —Asentí—. Como te dije anoche, Edward y Alice son mis primos.
—Pero… ¿por qué no les hablas? ¿Por qué llevan tanto tiempo sin verse?
—No tuve una vida fácil Isabella. —Sus ojos estaban apagados y entristecidos—. Mi padre era un alcohólico, mi madre vivía discutiendo con él por eso. Había veces en que las peleas eran más fuertes y ella terminaba muy herida. Tenía que irme con mi tía Esme, hermana de mi mamá y su esposo Carlisle cuando las cosas se ponían feas en casa. Josefine, mi madre, muchas veces terminaba en el hospital. —Las lágrimas rodaban por sus mejillas, nunca lo había visto así—. Un verano, mi tía Esme me mandó a un campamento junto con mis primos, cuando llegué de nuevo a casa…
Respiró profundamente para seguir.
— Mi padre había matado a mi madre, el maldito la mató y luego se suicidó. —No podía creer todo lo que me contaba.
—Siempre envidié a Cullen, siempre tuvo lo que yo quería… una familia. Mi tutora pasó a ser mi tía Esme, desde los 14 años viví con ellos. Los años pasaron y aunque no me olvidaba completamente de todo, el cariño de Alice y Esme me ayudaba a seguir. Edward y yo nunca nos llevamos bien, siempre fue un don Juan. —Mi corazón se contrajo. La cara de Anthony cambio de una de tristeza a puro enojo—. A mis 18 años conocí a una chica, Kate, ella me hizo olvidar todo lo malo. Me enamoré perdidamente… El día del baile de graduación la buscaba por el gimnasio para bailar y la encontré… besándose con Edward. —Levantó la vista hacia mí. Esto me había dejado en shock… Edward con la novia de Anthony, ¿cómo pudo hacerle eso? Después de todo lo que padeció y sufrió…
—Pequeña. —Sus manos acariciaban mi rostro limpiando una lágrima que se me había escapado sin darme cuenta—. Por eso te pedí anoche que no te acercaras a él, no quiero que te haga daño. Él no tiene nada en serio con nadie… —Fue como clavarme un puñal en el corazón.
—¿Por qué...? ¿Por qué llevabas tanto tiempo sin verlos?
—Me fui después de lo de Kate sin despedirme. Cuando los enfrenté, descubrí que no era la primera vez que esto pasaba entre ellos, Kate lo quería a él. Solo me utilizó, no sé cómo no me di cuenta antes… No supe más nada de ellos, hasta ahora.
No pensaba que Edward fuera así, que fuera capaz de herir a su propia familia.
¿Qué sería de mí?
No podía seguir sintiendo esto por él, no me acercaría más… Tenía que evitarlo… Anthony tenía razón, él no buscaba ningún compromiso ni ataduras.
¿Qué esperabas de alguien que está con Tanya?
Ellos tampoco eran novios, ni amigos, lo que confirmaba todo lo que Anthony me estaba contando ahora. Él sufrió tanto o más que yo y nunca lo vi triste. No mostraba ningún indicio de las cosas horribles que sucedieron en su pasado.
La vida nos había jodido y quitado toda la felicidad… pero ahora ninguno de los dos estaba solo.
Quizás no era casualidad… Tal vez el destino quería que dos almas golpeadas se encontraran para recoger los pedazos del otro, porque eso hacía él, Anthony alegraba cada uno de mis días después de que nos conocimos… estaba allí para mí siempre que lo necesitaba, limpiaba mis lágrimas cada vez que el recuerdo de mis padres o el engaño de Jacob llegaban a mi mente.
Él siempre permanecía a mi lado…
¿Qué les parece chicas? ¿Sera verdad todo lo de Edward y Kate? Pobre Anthony si ha pasado por cosas… Y ahora Bella esta confundida por los sentimientos que tiene por ambos. ¿Sera que el destino los unió como ella piensa?
Bueno ya sabemos que Anthony, Alice y Edward son primos pero ahora, ¿Qué pasara? Muchas preguntas sin respuestas. Espero que les allá gustado el cap, un poco corto pero revelador.
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Besos y nos leemos la próxima.
Las quiere, Yexsi
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