La obra crepúsculo le pertenece a Meyer, yo sólo me divierto y juego con sus personajes...
A todas aquellas lectoras que leen la historia y dejan comentarios, mil gracias a todas y cada una de ustedes...
Y también gracias a todos los lectores que se identifican con la historia, porque también hay hombres que les gusta este arroz con mango que las escritoras creamos para divertir y hacer soñar...
Este capítulo se titula: Verdades Reveladas :O
Bella Pov:
Debía ser el día de los inocentes y aún no me daba cuenta. Esto debe ser una broma, mis ojos no podían creer lo que estaban viendo, era la escena de dos amantes que se devoraban el uno al otro, que se besaban desenfrenadamente, que se necesitaban como el aire para respirar, eran el Dr. Cullen y Victoria en un beso fogoso y erótico en pleno pasillo del Hospital.
Al presenciar aquella pequeña demostración de amor que se tenían el uno al otro (nótese el sarcasmo), pequeñas lágrimas salieron de mis ojos y comenzaron a resbalar por mis mejillas provocando que sollozara ligeramente, y que los dos amantes se dieran cuenta de mi presencia. Se apartaron bruscamente el uno del otro, como si estuviesen cometiendo un pecado. Aunque claramente no era un pecado lo que hacían, estaban alterando el orden público.
El Dr. Cullen abrió los ojos como platos del asombro, que hasta creí posible que éstos se le salieran de las órbitas, e inmediatamente dirigió la mirada hacia la mía.
Sus ojos reflejaban furia y rabia, eran de esas miradas capaz de partiere en dos como un rayo del cielo, y recordé eso de "si las miradas mataran" ya me habría hecho picadillo. Apuesto a que no le agrado mucho que haya interrumpido su momento de "privacidad" con Victoria, una Victoria que se recostó de la pared del pasillo y se me quedó mirando con una sonrisa burlona en su cara, una sonrisa que hasta yo hubiese puesto por haber probado de esos labios que te llamaban a kilómetros de distancia, unos labios por los que hubiese dado hasta mi alma por el simple hecho de probarlos.
Pero que estupideces estaba pensando, Edward Cullen era mi misión, no podía expresar ningún tipo de sentimiento afectivo hacia él, a menos que la misión así lo requiriese, pero ese no era el caso, debía investigar todo sobre ese sujeto, y sobre su familia, pero algo en mi ya roto corazón seguía quebrándose ante esa imagen que había visto y que había guardado en mi cabeza como un recuerdo de que la palabra "amor", palabra que no podía existir en mi vocabulario, al parecer ese sentimiento no había sido creado para mi, mi padre había muerto, Jacob me había traicionado, había perdido mi trabajo y ahora Edward había besado a Victoria de una manera intensa en mi presencia.
Pero en qué demonios estaba pensando, ni siquiera conocía Edward y no había entablado una conversación con él por más de cinco minutos, y ahora hablaba como una estúpida enamorada que se decepciona por el simple hecho de saber que ese adonis que se encontraba en frente mío no había sido creado para mí.
Enamorada de ese adonis, y ¿cómo no estarlo?, si con una simple mirada de parte de esos ojos verdes esmeralda tenía el poder de derretirte y olvidar que existe el Universo y te hacia pensar que todo giraba alrededor de él, de Edward. Pero ese pensamiento era completamente estúpido, ¿Cómo podía enamorarme de un extraño? Era cierto que me atraía su físico pero más nada.
Aún así las lágrimas seguían corriendo por mis mejillas y los sollozos continuaban, di media vuelta y salí de ese lugar corriendo a toda prisa como alma que lleva el diablo, no sin antes haber dado una fugaz mirada hacia atrás, hacia donde se encontraban los dos amantes desesperados y hambrientos el uno del otro, pero ya no había ni rastro de Edward por ningún lado, sólo estaba Victoria recostada de la pared, pero no importó, seguí corriendo desenfrenadamente hacia la salida de ese lugar.
Cuando finalmente la hallé miré a todos los lados para buscar un taxi y encontrarme con Rosalie en el Centro Comercial.
El cielo estaba nublado y se hallaban nubes grises y cargadas de agua a lo lejos, y había una vegetación verde y frondosa creciendo a ni alrededor, cosa que no pude notar la noche que llegué a este pueblo inconscientemente. Se notaba que en este lugar llovía constantemente, tanto por el color de la vegetación y por el frío que aquí hacía.
Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer y con ellas un viento gélido recorrió todo el lugar, provocando un estremecimiento de mi parte.
Aun no había logrado localizar el primer taxi hasta que sentí que alguien que alguien se encontraba detrás de mi, y pude escuchar su aterciopelada voz cargada de furia.
-¿¡A dónde vas!?- en su voz se podía notar la rabia que se apoderaba de él, y crecía dentro de él más y más.
Antes de responder a su pregunta, cosa que no estaba en la obligación de hacerlo, le hice señas al primer taxi que logré visualizar ante las pequeñas gotas de lluvia empezaban a caer del cielo en ese lugar. El taxista se acercó gasta donde me encontraba y al llegar al lado mío abrí la puerta del vehículo, y antes de montarme, le contesté a Edward con toda mi furia contenida.
-Lejos, lejos de este lugar, y lejos de ti.- me monté en el vehículo y cerré la puerta de golpe, le di al taxista la dirección a la que me dirigía y, no se que habría visto el taxista en mi expresión, no se si fue porque estaba sollozando nuevamente, pero piso a fondo el acelerador, y en menos de 5 minutos llegamos a mi destino, gracias a Dios que no había mucho tráfico. Le pagué al taxista y me baje del vehículo, corroboré la hora en mi reloj negro marca Swatch, el cual marcaba las 3:23 pm, y me dirigí al pequeño local donde había quedado con mi amiga Rosalie.
Fue fácil encontrar el local, y más aún por su enorme letrero verde que decía "Berry's Bar". Si, Rosalie había quedado conmigo en un bar.
Al entrar pude ver a mi amiga, sentada en una de las mesas del lugar, era una de las más apartadas, aunque debí imaginarlo, a Rosalie no le gustaba estar en medio de los locales cuando se trataba de un asunto serio, realmente serio.
Rosalie al notar mi presencia corrió hacia mi y me abrazo, fue un abrazo cálido y fuerte, y ese abrazo provocó que me desahogara en llanto, y las lágrimas corrían como cascadas por mis mejillas, y Rosalie al notarlo se puso histérica.
-¡Bella! ¿Qué te pasa? ¿Qué te hicieron? ¿Qué pasó?.
-No es nada Rosalie,- traté de calmarla -nada por lo que debas preocuparte.
-Pues claro que debo preocuparme, eres mi amiga, sabes que puedes confiar en mi.- sabía que no me dejaría en paz.
-Rosalie, es alguien, que no me corresponde, y no me preguntes más que no quiero hablar de eso.- no quería hablar de lo ocurrido, iba a romper en llanto otra vez, y esa no era la idea.
-Bells,- empezó Rosalie mirándome con compasión y melancolía... -el corazón no atiende a las razones, deberías saberlo.
-Ya te dije que no vine a hablar de mi,- empezaba a hastiarme -vine a hablar de ti, y sobre la criatura, ¡no puedo creer que vaya a ser tía!- dije tratando de aligerar la situación.
-¿Qué tal si nos sentamos y pedimos algo de tomar? ¿Te parece?- preguntó la rubia.
-Claro, vamos.
Nos dirigimos hacia la mesa que Rosalie había escogido desde un principio y ordenamos una soda para cada una. Al cabo de 20 minutos Rosalie volvió a hablar.
-Tengo 3 semanas de embarazo, y el padre se llama Emmet, Emmet Cullen.- empezó a contar la rubia con una sonrisa en la cara, apuesto a que ella también estaba enamorada. Con que Edward Cullen tiene un hermano, y está saliendo con mi amiga, tal vez pueda investigar a Edward a través de mi amiga, no quería volver a verle la cara más nunca, era lo mejor, por el bien de ambos.
-Nos conocimos en un juego de béisbol entre los Twins de Minnesota y los Dodgers hace 4 meses, yo le iba a los Twins de Minnesota y él a los Dodgers, nos tocó en la misma fila, uno al lado del otro en el partido, y créeme Bella, fue como amor a primera vista, no despegamos nuestras miradas en todo el partido. Nos comíamos con la mirada, al terminar el partido empezamos a hablar, y ¿Puedes creer que ese mismo día tuvimos sexo desenfrenado en su camioneta?- decía entre risitas la rubia, un leve rubor se apareció por su cara al hablar de ese tipo de cosas como el sexo, y hacer que eso sucediera era una tarea muy difícil de cumplir, pero parecía que ese tal Emmet podía hacerlo fácilmente. Realmente estaba enamorada, se le notaba a leguas.
-¿Quién es Emmet?- pregunté con curiosidad, todo lo que involucrara a mía amigas debía importarme.
-Bueno,- volvió a relatar la rubia- Emmet es médico de un Hospital que queda a cinco minutos de aquí, y es grande y musculoso, trabaja mucho en su cuerpo físicamente. Es el hermano menor de su familia, sus padres son Carlise y Esme Cullen, son muy buenas personas, te hacen sentir feliz y cómoda. Es como si pertenecieras a esa familia de toda la vida, es un sentimiento muy difícil de explicar.- Rosalie tenía esa sonrisa en la cara mientras hablaba, una sonrisa de quien es verdaderamente feliz, y me alegraba por eso, y hasta me daba un poco de envidia saber que ella conocía esa felicidad que yo creí haber vivido con Jacob. -Su hermano mayor se llama Edward Cullen y aún no lo he conocido personalmente, sólo lo he visto en fotos de los portarretratos que hay en casa de sus padres, y es muy apuesto, pero no se compara con Emmet.- con que Edward Cullen era hermano del padre del bebé de mi amiga. Si, Edward era realmente apuesto, capaz de hacerte suspirar con simplemente dirigir una de sus verdes miradas hacia ti.
Esto ponía las cosas más fáciles para mi investigación, y podía hacerlo a través de mi amiga y de Emmet, no tenía intención de volver a verlo, ni a él ni a Victoria.
-¿Edward Cullen?- pregunté fingiendo curiosidad para no llamar tanto la atención de mi amiga -Cuéntame más sobre ese tal Edward.- mi investigación apenas comenzaba.
Y tal como les prometí ayer, aquí tienen este nuevo capítulo lleno de respuestas a sus preguntas.
Gracias a todos sus comentarios, sus palabras son la gasolina para que este monstruo tenga un alma.
Espero que sigan leyendo esta historia que cada vez se pone más buena, y que tiene muchas preguntas por responder aún. Y créanme que cada una de ellas van a ser respondidas en los próximos capítulos. =)
Dejar comentarios es casi tan bueno como enamorarse de Edward Cullen. :3
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