Capitulo 1: Recuerdos

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Y cuando conseguí escapar, sólo llegué hasta aquí 
Mi otro yo está muerto 
Escucho su voz dentro de mi cabeza

Dead memories- Slipknot

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-¡No por favor Damon, suéltame! - chillaba una mujer al otro lado de la puerta

- ¡Eres una maldita perra! Rebecca ¡andabas de dejada con ese en la sala no es así - gritaba un hombre con algo de impaciencia.

Acto seguido sí escuchaban golpes, llantos y suplicas por  parte de la mujer

- No es lo que parece! Mathew fue el que se me insinuó de la esa manera - agrego ella con la voz entrecortada

- No te creo! todavía que trabajo arduas horas esperando llegar a casa con la que se hace llamar mi mujer, y tener un poco de paz, la encuentro follando con otro  en mi sala, mi sala-hizo una pequeña pausa- 

¿ ¡Tienes idea de cuánto me costó tener todo lo que tengo!? –

- Damon, sabes que te amo, nunca te engañaría con nadie más-rogaba desconsolada

- Eres una maldita mentirosa. ¿Acaso no te lo dado lo suficiente? estúpida malagradecida…

Y se escucharon más estruendos

Mientras afuera de la habitación, sí encontraba su hija  Isabella; escuchando la discusión de sus padres, tal parecía que él había llegado temprano a casa, y por error se encontró a su mujer en la sala con su amigo Mathew

Y por un pequeño malentendido había empezado este problema...

Siempre era las mismas discusiones, las mismas peleas y los mismos resultados. 

Era ya una rutina. 

Sus vidas eran un completo infierno gracias a él.

Pues era muy violento, descargaba sus frustraciones golpeándolas, humillándolas.

Tenían que sufrir en silencio todos los días de su vida, el dolor que les provocaba. 

Cada día se preguntaba ¿como su padre cambio? ¿Acaso era el mismo hombre que las abrazaba llegando del trabajo diciéndole que las amaba? ¿Con el cual se divertía y jugaba horas?

 ¿Dónde quedo todo ese cariño?

¿Acaso hicieron algo mal? el tiempo lo hizo hartarse y odiarlas... o ¿acaso mostro como en realidad es?

Y lo peor de todo es que no podían hacer nada para cambiarlo

Y a pesar de todo eso no podían irse porque no había otra opción, no podía sobrevivir mucho tiempo sin él. Y a la vez estar cerca las consumía en vida.

Una lagrima rodo por la mejilla de la muchacha, sí sentía tan impotente de no poder hacer nada por su madre. Ya varias veces sí había interpuesto en las discusiones entre sus padres, y en la mayoría terminaba muy grave.

Los gritos de su madre sí hacían cada vez más fuertes y ensordecedores. Ni hablar de los golpes.

Estaba harta de esta situación, lo deseaba con toda su alma, no importaba lo que  tuviera hacer esto pero tenía que terminar....

Ningún ser humano o algún ser vivo merecían este trato tan degradante y cruel como lo hacía su padre adoptivo

Entonces empezó a crecer en ella un sentimiento que no creería sentir jamás hacia alguien, arrastrándose, consumiendo todo a su paso, eliminando todo lo demás...

ODIO

Sentía odio por aquella persona que se supone debería dar la vida, no destruirla.

Algo se rompió dentro de su corazón, y supo que no lo volvería a recuperar

No iba a permitir que el sí saliera con la suya, no importa lo que le pasara a ella, no permitiría que su madre saliera herida otra vez. Siempre era la que protegía la mayoría de las veces; la que recibía los golpes.

Estaba cansada de tener que soportar ese infierno día a día.

Respiro profundo unas cuántas veces y abrió la puerta de la habitación.

Al entrar encontró un su madre encogida en un rincón, inconsciente y con la cara hinchada de los golpes sumado al del tanto llorar.

Ese panorama le encogió el corazón

Y enfrente de ella se encontraba aquel que se ni titulo de ser humano se merecía

Ese ser despreciable, esa alimaña que no merecía vivir un segundo más en este mundo, que si era necesaria ella lo eliminaría de la faz del planeta, haría más un favor que Una Desgracia. Una persona más, una menos, siempre era así. ¿Cuál era la Diferencia?

Se asusto con el rumbo de Sus Pensamientos, ¿Qué pasaba con ella? Nunca había sido así...

 Él se dio cuenta de su presencia se giro y la encaro.

Con ESA mirada asesina, en sus facciones, Isabella parecía más animal que humana. Por un momento le asusto la  forma en que la observaba la pequeñaja que se hacía llamar su "hija"

-Tú qué haces aquí mocosa insolente - Rezongo el hombre

Sin embargo ella no le contesto, solo se le quedaba viendo, examinándolo como si fuera un animales despreciable. Un estorbo. Con Todo el odio que sentía.

- Te He Hecho Una pregunta – Exigió de nuevo 

Pero la adolescente ni se inmuto, como si no le hubiera dicho nada y seguía con la esa mirada atemorizante

Su padre impacientándose, se acerco a ella y cuando estaba a punto de tirar una cachetada por ser insolente una mano lo detuvo.

Se sorprendió con la fuerza con la cual lo detuvo, Isabella era una niña algo débil, y debilucha.

Después  sin que lo esperara le doblo el Brazo provocando un alarido de dolor por parte suya

- Auch! Sabes duele... Suéltame!

Ella solo sonrió con suficiencia, como recordando sin chiste privado.

El hombre seguía retorciéndose de dolor, pues aún tenía el brazo sujetado. Intento con el otro golpearla para que lo soltara y como si le leyera la mente, le agarro el otro brazo y también lo torció.

Gemía de dolor y de frustración. Como Una mocosa podía hacerle ESO?

Isabella le propino una fuerte patada en el estomago que lo saco volando hasta el otro lado de la habitación como si de un muñeco sí tratase. Por el sonido sí podría juzgar que le rompió unos cuantos huesos.

Se sentía dichosa, Darle una cucharada de su propio chocolate.

-¿¡Como demonios Hiciste ESO?! - Pregunto histérico

Seguía esperando como si ella le fuera a responder. Luego Bella acerco un el con una velocidad impresionante, como si de un borrón se tratase, le propino una patada en la cara, otra en el estomago y una en la ingle.

Solo en respuesta pudo gemir como un animal de herido. 

Fue cuando se dio cuenta que solo era un cobarde, debajo de esa fachada solo era un gatito intentando ser un león.

Y lo ODIO más por eso.

En un instante de distracción se levanto e intento correr de la puerta, huyendo de aquel monstruo.

Antes de llegar, ella se le adelanto, y con la esa mirada sádica le dijo:

- Todavía no se ha acabado la diversión-sonrió mostrando sus relucientes dientes afilados

Lo empezó a golpear de nuevo, y mientras el gritaba ella solo reía.

Hace mucho que no se sentía tan dichosa. Tan poderosa.

Jugó mucho con él, golpeándolo y atemorizándolo un su antojo, como si de su presa se tratase.

Estaba tan concentrada en agredirlo que no se dio cuenta de que su madre había despertado y con una mirada aterrada le gritaba que se detuviera.

Ella no hacía caso.

Ella  no se encontraba ahí, estaba en otro lugar...

Su madre se levanto como pudo; se acerco a ella y la agarro de los hombros volteándola

- ¡Detente! lo vas a matar, hija por favor.... - sollozaba

- Él no se merece vivir madre, lo sabes! ve todo lo que nos ha hecho ... ¡¿como lo puedes seguir amando?! -! Rebecca la miro a los ojos y sí dio cuenta de que eran oscuros como el carbón, ya no eran de ese del chocolate que tanto amaba

- Hija, esa no es la manera... no te pongas a su nivel. Por favor. Podemos encontrar una solución a todo esto- rogaba la mujer

-¡¡¡ Noo!!! ¡¡¡No lo entiendes!!! Esto nunca va a acabar - grito Isabella fuera de si

Siguieron discutiendo y no se percataron de que Damon aprovecho esa oportunidad como todo buen cobarde; saco una pistola que estaba escondida en su chaqueta...

Apunto la pistola y disparo del gatillo

Se escucho un grito de dolor

Y en ese momento Rebbeca cayó al suelo muerta.

Isabella quedo en shock, como al ver que la única persona que se preocupo por ella en el mundo yacía muerta a manos del hombre que más odiaba en la faz de la tierra.

Él solo sonrió con suficiencia. Había localizado el punto débil de Isabella. Y solo quedaba eliminarla a ella y salir de una buena vez de ese maldito lugar.

Pero no se esperaba lo siguiente. 

Su "hija" se acerco como un animal a él y con la mirada más salvaje que había de visto en toda su vida lo levanto del suelo y lo aventó a la pared.

Se acerco a él e inconscientemente vio a su cuello, ese punto donde sí encontraba la yugular.

Sentía que algo la llamaba a ese punto y sin pensarlo, acerco su rostro a ese punto.

Aspirando el delicioso aroma que desprendía. Era lo más delicioso que había olido en su vida

 Sin planearlo enterró sus dientes en su cuello y empezó a succionar la sangre

Su  parte racional se preguntaba que estaba pasando, pero su lado animal predominaba y se regocijaba con la suculenta sangre de su presa .Mientras Damon solo gritaba y pataleaba del dolor que sentía. No paso mucho hasta que se dejo de mover

Isabella dejo el cuerpo inerte en el suelo, drenado.

En ese momento sí observo en el espejo de la habitación, y se asusto del ser que le devolvía la mirada, tenía la piel muy pálida como si estuviera muerta, la cual destacaba con su cabello castaño oscuro y sus labios carnosos muy rosados... 

pero lo más atemorizante eran sus ojos rojo borgoña. 

No podía creer lo que había hecho.

Sentía miedo de su propia naturaleza y también se sentía ella misma después de mucho tiempo.

Se dio cuenta que todo había sido una fachada, un disfraz.

Todo el tiempo escondió lo que es verdad era.

Un monstruo…