POV Edward

La fiebre solo iba empeorando con el paso del tiempo. Yo ya me habia resignado a morir, yo sabia que no habria nada que pudiera salvarme; ya habia aceptado lo que venia. Solo que nunca ocurrio.

Despues de haber estado listo para afrontar lo que seguramente vendria para mi, cualquier cambio desconcentraba. Al principio, cuando rapidamente una fria brisa recorria mi cara, pense que poco a poco me estaba llendo y, de cierta forma, estaba conforme con eso. Ya me habia dado por vencido.

Cuando pense que la fiebre solo podia empeorar me habia quedado corto. Estando enfermo, como yo lo estaba, la fiebre en lugar de resultar caliente al contacto te hacia sentir frio, como si no pudiera entrar en calor.

No se si fue mi imaginacion o si en realidad sucedió, pero crei escuchar a alguien murmurar "Lo siento"

Despues todo paso inesperadamente.

Senti como algo filoso perforaba parte de mi brazo, despues mi cuello.

No podia concentrarme en nada mas que el inmeso dolor que sentia. Si antes habia preferido que algo me calentara ahora extrañaba el frio. Sea lo que sea que me estaban haciendo trajo consigo una quemazon horrible e inaguantable. Sentia como lentamente esta quemazon se apoderaba de mi.

Yo sabia que estaba al borde de la muerte pero, en realidad no se habian dado cuenta de que me estaban quemando vivo? Lo unico que podia hacer era gritar. Esperar a que alguien escuchara y me sacara de este lugar, donde quiera que fuera, porque no importaba cuantas veces intentaba moverme no podia salir de ahí. Estaba atrapado y al parecer nadie podia encontrarme.

Trate de encontrar una forma de distraerme, de no pensar en la quemazon pero era imposible. No habia nada, ni siquiera podia abrir mis ojos. Y el dolor solo empeoraba con cada segundo que transcurria, el proposito era hacerme sufrir hasta que quedara hecho cenizas? Era eso? Si mi aspecto era como ahora me sentia debi haber sido convertido en cenizas hace tiempo. Bastante tiempo.

Todo el tiempo trate de no darme por vencido, alguien tendria que encontrarme, pero llego un momento en el que la quemazon en mi garganta era demasiado que era imposible que pudiera gritar. Que me estaban haciendo?

Solo podia esperar, a que quien sea que me estaba quemando parara. Quiza cambiaria de opinion despues de un tiempo, solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

Despues de un tiempo deje de moverme porque de esa manera al parecer el dolor no era tanto. No se como ni porque, milagrosamente poco a poco la quemazon iba dejando mi cuerpo, aun asi yo no me queria mover. Que tal si todo era una trampa? Aunque mi cuerpo se libraba poco a poco de la quemazon, el lugar donde supongo yo todavia esta mi corazon se iba quemando aun mas, achicharrando. Eso debia ser suficiente como para matarme.

Podia escuchar como rapidamente mi corazon comenzaba a palpitar aun con mas fuerza, esforzandose por no dejarse consumir por las llamas. No queriendo ser vencido.

Pero la quemazon fue demasiado fuerte.

Con un ultimo latido mi corazon paro. No habia ningun ruido a mi alrededor, ni siquiera estaba respirando. Todo estaba increiblemente quieto.

Lentamente abri los ojos, no sabiendo que esperar. Trate de recordar donde podria estar, pero lo unico que recordaba era el hospital, y ni siquiera lo recordaba claramente.

-Edward?-dijo una voz al otro lado del cuarto, tomandome completamente desprevenido.
Mas rapido de lo que debio haber sido posible me habia levandado de la camilla y estaba preparado para salir de aquí.

-Quien es usted?-le pregunte realmente curiso. No recordaba haberlo conocido, aunque me resultaba extrañamente familiar. Tambien se me hacia extraño que el me conociera.

-Carlisle Cullen. Es normal que no recurdes quien soy. Trabajo en el hospital, fui quien atendio a tus padres y a ti.-me explico.

Por algun extraño motivo mientras el hablaba podia recordar a mis padres, pero no parecian memorias mias, parecian memorias de alguien mas. Mi padre estaba en una camilla sin moverse, rodeado por varios doctores y enfermeras, mi madre estaba entre ellos llorando y gritando. Pero no podia escuchar nada demasiado claro. Despues de eso la escena cambio y ahora era mi madre la que estaba en una camilla y a unos paso de ella yo.

Todo era demasiado confuso. No entendia esto. Porque estaba viendo esas cosas? Todo estaba raro, nada tenia explicaciones desde que inicio la quemazon.

-Donde estan mis padres?-pregunte. Aunque en algun lugar de mi cabeza yo sabia que mi padre habia muerto en la primera oleada, pero por mas que quisiera recordar no podia. Mi madre es la que no recordaba como se encontraba.

De nuevo ocurrio la misma extraña sensacion que hace poco, de nuevo no eran mis memorias sino las de otra persona. Esta vez solo mostraba a mi madre sin moverse.

Cuando ocurria lo de las memorias lo que estaba frente a mi no desaparecia, asi que mientras recordaba eso el Dr. Me miraba con . . . tristeza? No podia adivinar el sentimiento en su rostro, pero definitivamente habia algo mas. Aparte de que tenia el color de ojos mas extraño que habia visto, como dorados.

-Lo siento. Tus padres no lograron sobrevivir la epidemia. Edward Sr. Murio en la primera oleada, Elizabeth llego hasta el final.

La noticia fue devastadora, lo admito, pero de alguna manera estaba preparado para ello. Ellos eran lo unico que yo tenia, ahora estaba solo.

Trate de recordar los ultimos dias, antes de la epidemia. Pero no podia hacerlo, todo estaba demasiado borroso, como si hubiera una capa de tela delgada cubriendolo todo.
No pude remprimir la mueca que se formo al tratar de recordar.

-Que ocurre?-me pregunto Dr. Cullen.

-Es incomodo recordar. Como si las memorias fueran borrosas.

-Es normal que no lo recuerdes o que te cueste trabajo recordar pero es mas facil intentarlo ahora que tratar de recordarlo despues.

-Como?

-Ya habra tiempo de explicarte despues. Como te sientes?

-Aturdido. Todo esta con tanto detalle, pero quiza esa es solo mi percepcion; despues de todo estuve enfermo por bastante tiempo. Aparte de una horrible quemazon en mi garganta.

-Todos tus sentidos se desarrollaron un poco mas. Vista, olfato, oido, gusto y tacto. Eres mucho mas sensible en ese aspecto, no es solo que estuviste mal hace dias. Con respecto a tu garganta, es muy probable que sea la sed.

-Sed?-le pregunte sorprendido. Antes, según recordaba, cuando tenias sed no te quemaba horriblemente la garganta.

-Si. Debes de estar muy desconcertado por lo que ha ocurrido. El hecho de que no puedes recordar nada tan facilmente, el porque no estas en el hospital o la sensibilidad con respecto a tus sentidos. Hace alrededor de tres dias tu madre aun seguia viva, ella dejo sus propias oportunidades de sobrevivir para tratar de salvarte. Se arriesgo con tal de que tu salieras con vida. Antes de morir ella me pidio que salvara a su hijo, no importaba como.

De nuevo las memorias venian. Podia ver a mi madre, podia ver como se habia quedado a cuidarme dia y noche y, lo que mas me sorprendio fue poder ver como ella le pedia al Dr. Cullen que me salvara.

-Desde hace años las personas van contando historias, algunas verdaderas y otras no tanto. Existen historias sobre hombres lobo, brujas, metamorfos e inclusive creaturas mitad humanas mitad inhumanas. La mayoria de las historias con el paso del tiempo se vuelven falsas, pierden todo lo que alguna vez tuvieron de realidad. Solo unas historias en realidad sobreviven, especialmente si lograron alterar a gran parte de una poblacion durante años. Una de estas creaturas era la que mas facil podia esconderse, su apariencia es perfecta igual que un humano, pero mucho mas hermosa, se podria decir. Esa es parte de las armas que tienen para atraer a sus presas. Los invita, sus razgos, su voz en algunos casos su olor. Esas creaturas son mucho mas fuertes que un humano, mas rapidos y con los sentidos aun mas desarrollados, sin contar que algunos desarrollan habilidades unicas. Con el paso del tiempo estas creaturas encontraron maneras de esconderse de los demas, de pasar de inadvertidos, porque aunque tuvieran todas esas ventajas el hombre solo podia destruirlos con una cosa, el fuego. Rara vez los humanos mataban a algun vampiro verdadero, y cuando lo hacien, regularmente otros vampiros vengaban su muerte acabando con todo humano se pusiera enfrente; esto termino hace ya siglos pero ellos siguen aquí.

Vampiros.

Eso era imposible, no todo lo que decian en libros podia ser cierto. Pero el Dr. Cullen sonaba tan convencido, tan seguro de lo que estaba diciendo que no tenia oportunidad de no creerle.

-Entonces, lo que usted me esta tratando a dar entender es que yo me converti en vampiro.

-Se que suena dificil de creer, por lo que te pido que mantengas tu miente abierta, pero es cierto. Si te fijas todo lo que te ha sucedido tiene sentido si te basas en lo que acabo de contarte.

El tenia razon, pero aun asi me negaba a creer. Mi garganta era una de las cosas que me convencia de que todo era cierto, no podia aguantar un segundo mas.

-Como termino con la quemazon de mi garganta?-le pregunte. Yo sabia que los vampiros se alimentaban de sangre pero, tendria que ir al pueblo y matar a quien se me ponga enfrente? Era esa una opcion?

-Le va a costar un tiempo adaptarse

-Perdon?-le pregunte. Adaptarme a que?

-Yo no dije nada.-me dijo.

-Podria jurar que . . . esque escuche . . . olvidelo-le dije despues de ver su expresion confundida.

Ahora aprte de vampiro me estaba volviendo loco. Genial.

-Vamos al bosque, ahí encontraremos algo para disminuir la quemazon.

No estaba muy seguro de porque confiaba en el Dr. Ni mucho menos para que ibamos al bosque, pero despues de todo el parecia conocer este mundo y, por ahora, el era lo unico que tenia.