Edward POV.

Reconocimos el cartel de Entrada a Forks desde bastante lejos, estábamos llegando. No se porque, presentía que se nos venía encima una situación difícil de sobrellevar, y no hacia falta ser Alice para saberlo.

Aunque por otra parte también los comprendía, no nos fuimos de buenas maneras hace tres años, fue un golpe duro para ellos, pero no había mas remedio que abandonar el pueblo.

Habían pasado ya varios años Nessie crecía descontroladamente, y no podíamos estar inventando una nueva identidad para la niña cada 3 o 4 meses, al principio pasaba, pero la gente comenzaba a sospechar, también se le unía el hecho de que nosotros no cambiábamos, por lo que tuvimos que empezar a recluirnos en casa para que la gente no nos viera, y es realmente traumatizante no poder salir de tu propia casa, por naturaleza éramos pacientes, pero todo tiene su limite. Llego el día en que nos tuvimos que mudar y claro está que no sentó nada bien a muchas personas.

Charlie no quería separarse de su hija, y mucho menos de Reneesme, le había cogido un cariño impresionante, aunque sus pensamientos eran bastante confusos por no saber a que se debía su extraña condición.

La manada no supuso mucho problema, tengo que reconocer que nos habíamos unido bastante desde el incidente del nacimiento de mi pequeña, pero seguíamos guardando respetuosas distancias, excepto en algunos casos, como es el de Jacob y Seth.

Jacob era un problema de los gordos. Lo toleraba lo suficiente, porque era el mejor amigo de mi mujer, y el futuro e inevitable amor verdadero de mi hija, a menos que ella no quisiera claro. Pero todas mis esperanzas se desvanecieron el día que escuche sus pensamientos románticos hacia el licántropo. Cuando le anunciamos que nos teníamos que ir puso el grito en el cielo, el no podía irse, era el responsable de una manada y de cuidar sus terrenos, para ello había nacido y no podía separarse de su hogar, estaba obligado a quedarse, a menos que quisiera dejar de ser licántropo. Y esa obligación iba por encima de Reneesme. Pero el perro no es un tipo muy sutil ni delicado en lo que situaciones frágiles se refiere, por lo que se despidió con convulsiones de rabia y el adiós mas frío e inexpresivo que había escuchado en mi vida… y yo soy el vampiro.

- Estas muy callado, ¿te pasa algo?- Bella me saco de mis pensamientos

- No cariño, solo pensaba en lo que se nos viene encima, esto va a ser un poco difícil

- Bueno, no creo que nos guarden rencor, son nuestra familia y nos quieren y creo que por mucho que les cueste, han terminado entendiendo nuestra situación, todos somos un poco egoístas Edward, y reaccionamos mal ante cosas que no nos gustan aunque sean por el bien de los demás.

- Supongo que es cierto , a egoísta siempre gano yo ¿no?- le sonreí

- Solo un poquito- me dijo susurrándome al oído, para luego besarme el cuello sensualmente, pegue un volantazo que hizo chirriar las ruedas, se apartó lentamente mientras se reía de mi reacción, solo ella me hacia perder mis desarrollados sentidos.

- ¡¡¡las guarrerías dejadlas para cuando estemos en tierra firme!!!- Gritó Emmet pasando su enorme Jeep a nuestro lado para adelantarnos, pude ver como Nessie se tapaba la cara de vergüenza en el asiento de al lado. No pude evitar sonreírme.

- Salidos - escuche mascullar a Rosalie que se encontraba detrás con el descapotable.

- Rose, yo que tu controlaría los comentarios hirientes hacia mi, sobre todo cuando se que atuendos le haces ponerse a Emmet para tu excitación personal - le contesté, sabia que si hubiera tenido sangre las venas le hubiera estallado la cabeza de rabia.

Ya estábamos en el pueblo, Bella y yo habíamos decidido pasarnos por casa de Charlie mientras los demás se dirigían a nuestra mansión del bosque. Ya habíamos avisado al padre de Bella que pasaríamos a visitarle, por lo menos no le cogeria de sorpresa.

Antes de reunirnos todos debíamos ir preparando el camino.

Paramos frente a la antigua estancia que nos traía tantísimos recuerdos, admito que amaba esa casa, significaba mucho para mí. Agarre la mano de Bella cogimos aire, innecesario, y llamamos a la puerta.

- ya va, ya va - dijo Charlie desde el interior.

Cuando abrió la puerta se quedo mirándonos con una extraña expresión en su cara, su mente estaba tan rebosante de sentimientos y emociones en ese momento que me daban dolor de cabeza hasta a mi, nos quedamos en un tenso silencio, hasta que abrió sus brazos y envolvió a Bella con una alegría infinita. Incluso soltó unas carcajadas de júbilo, me saludo también con un efusivo abrazo, debo reconocer que ese hombre sabía como desconcertarme.

Extrañamente Sue nos recibió con una amabilidad extraña en ella, aunque podía comprenderla, esa mujer había sufrido muchísimo, y ahora era feliz de nuevo junto a Charlie, había rehecho su vida y todo parecía estar en una calma y paz que no había imaginado. Eran una pareja extraordinaria.

Estuvimos charlando contándonos como nos había ido en estos últimos años, afortunadamente no salio el tema de la ultima despedida, parece ser que mi mujer tenía razón, su padre era un tipo comprensivo.

- Bueno ¿donde esta mi muñeca?- Dijo Charlie, refiriéndose a Reneesme

- Ha ido con los demás a la antigua casa, pero pronto nos reuniremos todos, podéis pasaros por allí, estarán encantados de veros, sobre todo Reneesme.

- De ninguna manera- exclamo Charlie, ustedes vendréis aquí, llamaremos también a los chicos (dijo refiriéndose a la manada) vendrán seguro, os hemos echado mucho de menos, además Sue preparará algo de comida para todos – esta ultima le lanzo una mirada asesina digna del vampiro mas sádico sobre el planeta.

- No te preocupes Sue, yo te ayudaré- le dijo Bella sonriendo

Acto seguido Charlie se levanto para telefonear a Billy y a los chicos, Bella se metió en la cocina con Sue y yo aproveché para llamar a mi familia y avisarles de la reunión.

- ¡dile a Jacob que venga y deje de comportarse como un capu...Vale vale! Me controlo, pero mas vale que arrastre su asqueroso culo hasta mi casa, lo estaremos esperando, hasta ahora Bill-. Charlie colgó el teléfono y entro en la cocina por si podía ayudar en algo, no había pasado por alto la mirada homicida de Sue.

- Bueno, segundo round, suspiré para mi mismo.

Reneesme POV

Papa acababa de llamar , diciendo que nos reuniríamos en casa del abuelo Charlie que todos, recalco, TODOS, irían a vernos , eso incluía al ser que me estaba volviendo loca desde hacia tanto tiempo, el ser que me hizo revolotear mariposas en mi estomago cada vez que me tocaba, el que me desvelaba por las noches pensando en él, el que me hacia pensar en los pectorales como algo comestible …WOW nena, para el carro, me dije a mi misma, después me quejaba de mis padres .

Vale, tengo que analizar la situación, no puedo dejar que la niña inmadura que hay en mi se horrorice ante la situación, Reneesme, eres una chica inteligente, madura, fuerte y cuerda, no tienes porque dejar que te entre el pánico. Es tu mejor amigo, el no te quiere, al menos románticamente hablando, hazte a la idea, solo tienes que comportarte como lo has hecho en tus seis años de existencia.

Pero no podía hacerlo, todo había cambiado, mis sentimientos habían cambiado, lo amaba fervientemente, lo deseaba. Mi cuerpo ha cambiado, ya no parezco la niña mona y delgaducha de diez años con bucles pelirrojos, ahora soy una mujer ¿como reaccionaría al verme? ¿Le gustaría?

Pensando estas cosas me acerque al espejo y tire de la manta que lo cubría, todavía me acordaba exactamente de donde estaba cada cosa. Mire mi reflejo y lo estudié, estudie a una chica delgada, con la piel lisa color crema y un ligero toque rosado en las mejillas y en los labios que siempre me acompañaba, con el pelo rojizo y con suaves hondas hasta la cintura. y unos ojos grandes y rasgados color chocolate, adornados por un pequeño y bonito lunar encima del pómulo, mi padre decía que lo heredé de su madre. No podía quejarme, aunque debo reconocer que estaba un poco descuidada respecto a la ropa y a mi pelo, a mi tía Alice la tenia amargada, me decía que parecía una machorra con la cabeza como una pelusa mutante. Pero yo no era mucho de arreglarme, ¿para que?

Entonces decidí tentar a la suerte y hacer algo descabellado, Hoy era un día especial.

- Alic…- no me dio tiempo a terminar, mi tía apareció frente a mi en menos de un segundo con unos ojos que bien podrían haber echado fuegos artificiales.

- ¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaah SI!!!!!- Pego un grito histérico que chirriaba en los oídos.

- ¿Qué te ha pasado Alice? ¿acaso has tenido un orgasmo?- Soltó Emmet divertido, por favor, ¿es que solo había un monotema en esta casa?

- Algo parecido- respondió esta sin seguirle mucho el juego al comentario. tiró de mi mano hacia la habitación y se puso manos a la obra.

Esta casa era de locos, un padre que te cotilleaba la mente a cada momento, una tía vidente, que te avisaba que dentro de 35 minutos te vendría la menstruación, por no hablar de los demás componentes, que tenían lo suyo.