Las ventanillas del carro estaban bajadas, la temperatura en Phoenix era de 24 grados centígrados y el cielo de un azul perfecto y despejado….
Comencemos de nuevo….las ventanillas del carro estaban bajadas… ¿POR QUÉ DEMONIOS ESTOY EN UN AUTO CAMINO AL AEROPUERTO DE PHOENIX?, allí comenzó mi historia, muchas dirían, "sería maravilloso conocer a Edward en persona, que se enamore de mí y que seamos felices para toda la eternidad"…primero, la eternidad es demasiado tiempo, segundo…bueno si yo también creo que conocer a Edward sería genial….olvidando la parte de los accidentes, heridas, contusiones, y mordidas que recibirás por ser su novia…pero…como ya dije olvidando todo eso sería maravilloso.
Por un momento me dije a mi misma…"vamos, no pude ser tan malo, piensa que hiciste en tu vida anterior para estar allí en ese momento", lastimosamente lo único que lograba recordar era la aburrida vida de una chica con mi físico, mi personalidad, y muchas otras cosas que me caracterizaban, claro está que esa no era mi ciudad, el nombre por el que me llamaban no era el mío, y mis padres…no definitivamente esos no eran mis padres
Al llegar al aeropuerto baje del auto lo más rápido que pude, y vi las puertas….estaban cerradas y podía ver mi reflejo en el….estaba totalmente segura de que eso posiblemente era un sueño, así que decidí despertarme, corrí lo más rápido que pude hacia las puertas, que se abrieron automáticamente antes de que mi cuerpo golpeara contra ellas, pero daba igual un hombre y su enorme maleta se atravesaron en mi camino, era tarde para detenerse y acto seguido lo sentí como si fuera cámara lenta….Salir literalmente volando, hasta chocar contra el suelo….gracias al cielo mi nariz no se había roto…pero si sangraba…es decir….no era un sueño.
- Maldición, maldición, maldición ¡duele¡ - grite saltando de lado a lado mientras mi "madre" me ayudaba con una botella de agua fría
- Bella cariño, ¿por qué hiciste semejante cosa?, sé que te quieres ir lo más pronto para evitar el calor de la cuidad pero no es para exagerar
El calor de la ciudad….bella…la original, amaba ese tipo de clima, odiaba el clima frío y el cielo sin sol…yo no….soy conformista saben, así que sinceramente no me molesta el clima de Forks, y no, definitivamente no me gusta el calor…tampoco el frio extremo. Lo mío es lo templadito.
- Saluda a Charlie de mi parte - me dijo aquella mujer a la que inconscientemente llamaba madre con resignación
- Lo haré - dije subiendo al avión rápidamente, tal como lo decían las sabias palabras de bella o más bien Stephenie Meyer, tuve que aguantar cuatro horas de vuelo a Seattle luego una hora en avioneta a port angeles y otra más en la "mega patrulla de Charlie el policía", y allí estaba el hombre más hablador y buena onda del mundo, a la original bella parecía agradarle las pocas palabras de su padre, y la incomodidad al verse luego de tanto tiempo, yo no lo disfruté… era incómodo, puesto que a diferencia de la anterior bella, esta bella considera tener una vida social.
- He localizado un carro perfecto para ti, y muy barato
Un carro perfecto para mí "Ferrari blanco" y muy barato "adiós al Ferrari blanco"
- Qué carro? - pregunte yo con algo de miedo al saber cuál era la respuesta
- Un monovolumen, un chevy para ser exactos
Qué vergüenza… lo cierto es que no sé cómo Bella andaba en ese traste de camioneta, lo peor de todo, todas las veces que Edward intento regalarle uno mejor y ella seguía rehusándose…. ¿qué le pasa a Bella?
- ¿Dónde lo conseguiste?
Y ahí venia la historia de Billy Black que ahora estaba en silla de ruedas, su más íntimo amigo… su mejor amigo.
Al llegar a la casa, logre divisar el auto…dios era más grande de lo que recordaba, lo cierto era que no parecía estar tan mal para él, a mí que me prestara la patrulla. Sé que era más veloz que su "regalo de bienvenida"
- Vaya papá de verdad que no tengo nada que decir…enserio…nada.
- Me alegra que te guste hija…
- Si…
Recorrí la casa, era tal cual la recordaba mi cabeza, en esta dimensión desconocida para mí, mi cuarto era pequeño pero cálido, tal vez si fuese de otro color y el computador ya que Charlie me había regalado el traste de camioneta a la cual llamaría Mate, igual que el personaje de la película infantil Cars porque enserio me lo recordaba, con el dinero que había ahorrado podría comprarme un portátil de preferencia blanco, donde escribiría mis observaciones acera de los vampiros así como hacen los científicos cuando encuentran una nueva especie animal.
Sabía que al otro día entraría a famoso instituto de Forks, y no estaba lo que se dice emocionada, creí que no podría dormir hasta que mi cabeza toco la almohada y no recuerdo mas.
Había amanecido y lo único que se podía ver por la ventana era una densa niebla, decidí arreglarme, busqué en mis maletas y en el armario algo para colocarme puesto que quería dar una buena impresión, no la de la chica extraña de Phoenix que no estaba bronceada y no parecía querer hacer amigos. Compartía lo de la piel pálida con la bella original pero de resto… bueno mis ojos a la luz del sol se veían color miel, unos decían que se veían verdes, para mí son cafés y punto. Mi cabello es castaño claro y algo ondulado, y honestamente creo que soy más alta que bella, eso no significa que sea más alta que Edward.
Desayune con papá y luego me fui a la escuela en mi nuevo auto, lo estacioné minetras muchos me observaban divertidos, de haberme sentido más confiada les hubiera gritado
"si, es mi auto se llama mate, ¿y qué?"
Fui a buscar mi horario, la mujer pelirroja que me atendió me lo cedió muy amablemente, y así me dirigí a mi primera clase.
No parecía ser el instituto más perfecto del mundo saben, pero era agradable, al fin de cuentas allí conocí a Mike a Jessica a Ángela y a Eric. Jessica seguía siendo la misma celosa de siempre, Mike era igual de intenso, Eric igual y Ángela, en realidad ella era muy amable me caía bien.
Esperaba que las clases demoraran lo suficiente como para evitar el almuerzo y luego de eso la clase de biología, de verdad que lo esperaba, incluso intente hacerme la enferma pero eso de la actuación no es lo mío, tal vez haya exagerado un poco el punto es que nadie puede detener el tiempo así que llegó la tan conocida pregunta a mi boca
- Quienes son ellos?
- Los Cullen - dijo Jessica, después de ese apellido lo único que entendía de ella era "blablablablalbablabla….blablablabla…..y blablablabla - y él es Edward, pero no pierdas tu tiempo con el nadie es suficiente…
- No lo haré…créeme….no lo haré.
Tenía un inmenso terror, estar frente a la clase de biología como una estatua me hacía ver estúpida pero cualquier cosa era mejor que todo lo que me esperaba, tomé aire y entre con dignidad, el profesor me dio las indicaciones y me senté junto a él.
Empezó con la expresión de estreñimiento en su rostro, pasó a cubrirse su nariz y sabía que no era por mi olor, me había bañado ese día cuando la campana sonó salió como alma que se lleva el diablo de aquel lugar, yo quería hacer lo mismo pero bueno, él fue mas veloz.
Los siguientes días había desaparecido, agradecí a Dios y a Meyer por haber escrito eso, la verdad era que me intimidaba de alguna forma su mirada, aunque no dejaba de pensar "!está muy lindo¡" que quieren que diga, soy débil, pero no me rendiría tan fácilmente no, la peor pesadilla de Edward Cullen había llegado y admítanlo sería divertido molestar a los Cullen.
(Se recomienda a los niños no hacer esto con los vampiros de su zona)
|