Pov Bella
Después de unos minutos de estar observando a mi hija tocar el piano embelesada avance hacia ella y me puse detrás suyo a lo cual ella reacciono cambiando de melodía, Hillary era muy dada a tocar según su estado de ánimo eso lo sabía desde que ella comenzó a tocar de pequeña al estar triste sus melodías eran lentas y sombrías, al igual que cuando estaba feliz era rápida y con notas muy agudas también componía de un segundo a otro lo que realmente era impresionante a mi parecer. La melodía se torno muy gris, como si ella estuviera expresando miedo, tristeza, enojo, miedo tal vez no eso es imposible porque tendría que tener miedo?; no entendía que era lo que había ocurrido hace unos minutos era un sonido tranquilo, relajado ... dulce y ahora era totalmente distinta.
Me senté en el banquillo del piano a unos centímetros de ella y toque sus manos que fluían en las teclas como si de agua se tratase. Paro abruptamente de tocar y me miro con una mirada tan intensa que podrías cortarla con un cuchillo; algo andaba mal, lo sabia pero no hallaba el motivo o razón. Ella desde hace algunos años no me tenía la confianza suficiente como para contarme lo que le ocurría, era algo verdaderamente frustrante para mí por ser su madre.
-Hillary que te ocurre?, porque ese cambio en tu melodía cuando me puse a tus espaldas?.- la mire y examine su rostro buscando algo que me diera una señal de porque ese cambio tan repentino.
-Nada, no pasa nada solo se me ocurrieron otras notas además no es como si fuera de tu interés saber que me ocurre.- dijo en tono sarcástico y poniendo cara burlona, acto seguido volvió su vista a las teclas y comenzó a tocar otra melodía igualmente sombria pero rápida. Como pudo decirme eso? es mi hija claro que me preocupo por ella!.
-Hillary! Por supuesto que me interesa lo que pase contigo porque te amo, eres mi hija!.- no pude contener mas toda la frustración que sentía por lo que me había dicho mi propia hija y prácticamente le grite las palabras poniéndome de pie a un lado del banquillo. Un momento después Edward estaba a mi lado con los ojos negros de enojo, me imaginaba los míos estarían igual o peor por toda esta ira que sentía en mi interior.
-Discúlpate con tu madre por lo que acabas de decir, AHORA!.- al igual que yo Edward grito todas y cada una de las palabras así nuestra hija. Hillary tranquilamente cerro las teclas, giro su cuerpo para quedar recargada en el piano, su rostro reflejaba burla.
-O si no que?.- dijo levantando una ceja con un tono desafiante. Esta no podía ser mi hija; que había pasado con mi Hillary?.
-Estarás castigada por el resto de tu vida- dijo yo en modo de amenaza mirándola a los ojos. Ella respondió mi amenaza con una gran carcajada lo que hizo que sus dientes se dejaran ver.
-Uy que miedo, me van a castigar por el resto de mi asquerosa vida, y saben porque es asquerosa? por que ustedes, TODA esta maldita familia esta en ella.- dijo yéndose por la puerta a velocidad vampírica ya que ella tenía la misma velocidad que Edward al heredar mas lado vampírico que humano.
Edward y yo nos quedamos por varios minutos parados en el mismo lugar; ambos en shock por lo que acababa de pasar con Hillary nos despertó de nuestro congelamiento el sonido de una motocicleta acercarse seguro era Jake, obligue a mi cerebro a digerir rápido lo que había ocurrido y mis piernas se dirigieron al salón de abajo, detrás de mi podía sentir los pasos silenciosos de Edward.
Al terminar de bajar -las que para mi eran interminables- escaleras vi a Renesmee colgada de los brazos de Jake y el le daba vueltas en el aire mientras esta reía haciendo retumbar sus carcajadas por toda la habitación.
-Hola Jake…- dije en un tono de voz inseguro por el shock de hace un rato.
-Hola Bells- dijo mi amigo con esa sonrisa enorme y un poco aniñada que lo caracterizaba.
Chicas espero les haya gustado, dejen comentarios porfa para saber que tal voy y si pueden y quieren jeje un votito
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