Para mi primer lectora, ALEXITA_CULLEN, lo prometido es deuda, aquí va el segundo capitulo para voos!!! Espero te guste :)

Atiné a volver a mi posición normal, con la mente aún en blanco... perfecto, ahora si era la vampiro más rara del mundo, una lectora de mentes, con su propia mente en blanco, que era "vegetariana" y lo peor de todo, ENAMORADA DE UN HUMANO.

Observe a Alice, esta se sonreía. En un murmullo indetectable para los humanos le murmuré: -¿Esta era tu visión, no es así duendecilla?- Me sonrió  más abiertamente y me dijo mentalmente: -No me puedes negar que te sorprendió hasta a ti-se rió- ¿Qué harás hermanita? Antes que nada, quiero que sepas que cuentas con mi total apoyo y...- La interrumpí.

-Y... nada Al, no sucederá nada con el- Desde el comienzo los demás en la mesa nos miraban extrañados, sin comprender, pero cuando yo dije eso pude ver que Rose mentalmente me decía que teníamos que hablar, Emmett estaba muy confundido, y Jas solo miraba a Alice en busca de una respuesta por su parte.

Me levante y llamé a Alice a que se reuniera conmigo afuera. Pude sentir como aquel chico nuevo me miraba...Edward... lindo nombre, pensé, pero me contuve, usando la poca sensatez que me quedaba.

Una vez fuera de miradas curiosas, y de vampiros que oyen todo, le dije:

-¿Qué ves?- Me mostro con su mente su visión; estábamos el y yo juntos, riéndonos, y luego aparecíamos en un bello prado...MI prado en realidad...y por último me mostraba a mí, besándolo... Admito que esto me emociono, yo podía estar con el... pero otra vez me controle y agregué:

-¿Qué dices que haga?- me miró y dudó unos momentos.

-Primero, habla con Carlisle, y luego has lo que sea por el amor de ese... humano, Bella-

-¿Estás segura de que eso es lo mejor? Y si Carlisle no lo acepta...-

-No importa Bella, nosotros nos enamoramos una sola vez, y por lo que costo que a ti te pasara, créeme, no tendrán inconveniente alguno, ni él, ni Esme, ni Rose, ni nadie... Solo preocúpate por hacer algo, ¿Si?- hiso pucheritos, por lo que yo me reí.

-Ohm, está bien, por lo menos lo intentaré... pero...-

-Pero... ¿Qué?-

-No puedo leer su mente- me miró incrédula.

-Bella, querida, no siempre se tiene esa suerte en el amor... hasta podría decir que es justo- solté un suspiro -Aunque no deja de ser raro el que no puedas hacerlo, deberías comentárselo a...- la interrumpí.

-Carlisle, ya lo sé, ya lo sé...- comencé a alejarme.

-¡Espera!- gritó.

-¿Qué sucede?-

-Si esperas 3 minutos podrás sentarte con él en algebra- me sonrió- Y en arte, procura sentarte primera, a tu profesora se le ocurrirá...- la interrumpí nuevamente.

-Cambiarnos de lugar, si, lo puedo saber, ¿Recuerdas?- sonreí, pasaba tiempo desde que no lo hacía, tal vez décadas...

Empecé a caminar, dirigida a mi clase de algebra, contenta de encontrarme con el...

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Tal como dijo mi querida hermanita, cuando entré pude ver que el último asiento era ocupado, dejando solo un lugar junto a...el...

Me senté al lado suyo, y estaba dispuesta a hablar con él.

-Hola, me...- dijimos al mismo tiempo, por lo que nos reímos... Tenía una risa tan encantadora... sensatez, sensatez Bella...

-Hola, me llamo Isabella Cullen, pero dime Bella- Agregué una sonrisa al final.

-Hola Bella, soy Edward Swan, un placer conocerte- me imitó, agregando una sonrisa al final también, solo que su sonrisa, torcida, era cien veces más encantadora que la mía, y que la de cualquier otra persona en el mundo.

-Bienvenido a Forks, de nuevo- fue lo primero que se me ocurrió decir.

-Gracias, aunque en vez de llegada es un regreso- me corrigió sonriente.

-Bien, y ¿Qué te trae de vuelta, Edward?- intente usar un tono seductor, sin mucho resultado.

-Extrañaba a mi familia, aunque suene tonto- 

-No, no suena tonto, a mi me parece que es muy considerado de tu parte-

-Muchas gracias, y ¿Qué hay de ti? ¿Qué trajo a una chica...como tú, a vivir en un lugar como Forks?-

-¿A qué te refieres con, "a una chica como tú"?- 

-Digo, alguien tan bella, agradable... ciertamente perfecta- Si hubiese podido sonrojarme lo hubiera hecho, estaba insinuando que yo era... ¡Perfecta!

-Muchas gracias, aunque, la perfección no existe- reí.

-¿Cómo? ¿Insinúas que tú no eres real?- Reímos juntos nuevamente.

-Vaya, vaya, Swan, muy cautivador has resultado... bien, si te interesa, "alguien como yo", vino a Forks debido a que mi padre, Carlisle, consiguió un buen puesto como medico en el hospital de por aquí- sonreí.

-En ese caso, debo estar agradecido a que el hospital haya tenido un puesto vacante- me reí.

-Señor Swan, veo que está contando algo muy gracioso, ¿Por qué no lo comparte con todos?- El profesor, al que deberíamos haber prestado atención, se acercó.

-Solamente le daba la bienvenida al señor Swan, profesor, es mi culpa que no lo escuchase, lo siento...- defendí a mi... amigo, usando mi poder de persuasión, Alice y yo compartíamos el “tenerlo muy desarrollado”.

-Esta vez se las dejo pasar, pero nada de charlas, entendió señorita Cullen-

-Gracias profesor, me alegro de que sea tan comprensible...- use un tono semi-seductor esta vez, por lo que pude notar que se empezó  a alterar, entonces retomó su clase.

-Bien, si yo era muy cautivador, ¿Qué decir de ti, Bella?- me susurró en tono de burla.

-Mm... Digamos que puedo convencer a las personas fácilmente- sonreí, acercándome a él, no demasiado, ya que si no, no resistiría la tentación... de alimentarme de él, por eso agradecía mis 300 y pico años de práctica.

-No creo que funcione conmigo-

-Créeme, funciona con todos...-me acerqué a su oído- Edward- volví a acomodarme en mi banco, decidida a prestarle atención a la lección, ya que, dos veces sería sospechoso para los demás, y lo último que necesitaba era una queja por convencer a un maestro "seduciéndolo". Noté que Edward siguió mirándome, confundido, hasta que finalmente siguió mi ejemplo, lo cual era mejor, el, si tenía que aprender.

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En la clase de arte, que resultó suceder lo que Alice dijo, -¡Vaya sorpresa!-, apenas cruzamos palabras, lo cual no me agrado, pero decidí no preocuparme y parecer indiferente.

Cuando salí, una vez en el estacionamiento, pude oír como Jessica Stanley se acercaba a hablar con mi Edward... ¿Dije "mi"? Quise decir... con Edward...

-¿Y bien? ¿Cómo resultó tu primer día?- eso me pareció como si ya hubiesen hablado antes, y no pude resistir leer la mente hueca de Jessica, nada que no hubiese sospechado, pensaba en lo ardiente que se veía mi... digo, Edward, en que lo invitaría al baile, y en lo genial que se verían como pareja.

-Bastante bien, aunque, me decepcione un poco en algebra- me alteré un poco.

-¿No  te agradó el profesor?- Al parecer Jess fingía tener interés, y lo hacía muy bien.

-No es eso, es solo que hay algunas personas a las que les agrada demasiado... Y, bueno, tuve un contratiempo-me lanzó una mirada rápida, esperando que no la captase, como si eso fuera posible -demasiado para mi gusto...- agrego en un murmullo, pude sentir su disgusto, e impotencia; estaba celoso, y por alguna razón eso me reconfortaba, ya que significaba que yo le importaba. Con una sonrisa en mi cara subí al auto, pensando en que, después de todo, sí, estaba enamorada de él, aunque no quisiese que así fuese; y no lo iba a cambiar por nada...

Me senté en mi lugar, lista para las millones de preguntas que me esperaban, sin borrar esa tonta sonrisa de mi cara.

Hola gente hermosa! Perdón por tardar, pero quería saber si gustaba o no mi fanfic, y, aunque no hay una multitud, tengo una lectora a la que no pienso defraudar, ALEXITA_CULLEN, veremos que tan lejos llegamos!! Los quiero, ya lo saben!

Besos desde Argentina, Cami!! :)