—¡Joder,hombre!—Bella frunció el ceño hacia la puerta que acababa de cerrarse de golpe en su cara.Con lo agotador que había sido el vuelo,ese recibimiento era lo que ella menos había esperado.Sobre todo,cuando habían volado únicamente para ayudar a Edward Cullen.
—No es la bienvenida más cálida que hemos tenido—acordó Jacob.Su voz era tan profunda y poderosa como el desplazamiento de una montaña.
Bella resopló ante la obviedad.Entonces le lanzó una mirada curiosa cuando el gigante se movió hacia un lado de la entrada de mármol,inclinándose debajo del pórtico de la mansión de dos pisos.Levantó una ceja a modo de pregunta cuando lo vio espiar fijamente una de las estrechas ventanas que se encontraban a un lado de la entrada,pero en un segundo fue distraída por los murmullos que se escuchaban amortiguados al otro lado de la oscura puerta de roble.
Frunciendo el entrecejo,Bella se inclinó hacia delante y apoyó una oreja en la madera,tratando de oír lo que Edward Cullen decía.Sus ojos se estrecharon con irritación cuando la protesta de que ella era una mortal y además,una chica,llegó hasta sus oídos.
La puerta se abrió tan repentinamente como se había cerrado y Bella se enderezó precipitadamente.El rubor cubrió su rostro al ser cogida in fraganti con el oído pegado en la puerta y eso la enfadó aún más.La puso a la defensiva.
Antes de que él pudiera decir una palabra,ella escupió toda la información que había estudiado de los archivos en el avión:
—Naciste en 1592,hijo de Carlisle y Esme Cullen,ambos vampiros o inmortales,como tú prefieras llamarlos.Tu madre murió en 1695 quemada con una estaca mientras estaba embarazada del que habría sido tu hermano.Tu padre ha estado recluido desde entonces,pasando su tiempo actuando como un guardián del consejo.Por lo cual,lo ves muy poco.
Tomó una bocanada de aire antes de continuar:
—Decidiste convertirte en actor cuando conociste a Shakespeare a los diez años.Has viajado mucho por el mundo,sin permanecer en un lugar por más de diez años antes de moverte a través del mundo para comenzar nuevamente.Estuviste en California ocho años,diez años en Inglaterra antes que eso y mucho antes,en Rusia,España y Francia.Tienes acciones en las empresas Cullen pero también posees una propia,V. A. Inc.,la cual se expandió en varias raíces.Una de ellas,es tu propia compañía que,actualmente,no está produciendo nada debido a los serios eventos de sabotaje que te han forzado a cortar y cerrar todos y cada uno de los proyectos de producción.
Bella se quedó en silencio y observó con gran satisfacción todo detalle expresado en el rostro de Edward Cullen.Él parecía contrariado.Eso le serviría de lección.Ella estaba ahí sólo como un favor hacia Emmett.
Tenía otros casos en los cuales trabajar,¿pero ese sujeto lo tenía en consideración?¿Huh?
No,por supuesto que no.Él sólo le estampó la puerta en su cara para lloriquearle a Emmett que era una bendita mortal y una chica.Bella estaba acostumbrada a que la gente la juzgara por su sexo y su tamaño.Eso la molestaba a veces pero,por lo general,podía tratar con ello.Sin embargo,que la maldijeran si fuera a tolerar esos endemoniados perjuicios con ella y su especie.Era una humana y malditos sea,muy orgullosa de serlo.Algunos de estos “alimentadores nocturnos” eran unos absurdos engreídos en su opinión.Dormían todo el día,bebían sangre empaquetada por las noches y después,actuaban de lo más superiores porque era imposible que pescaran un resfriado y tenían una salud perfecta.
Ese pensamiento le recordó a Bella un punto que había pasado por alto.
—Heredaste la disposición genética de tu padre que no permite que te alimentes de sangre empaquetada como el resto de tu especie.Si siguieras una dieta alimentándote con bolsas de sangre,pasarías hambre hasta la muerte.Estás forzado a cazar tu alimento y tomarlo de donantes vivos—ella arqueó sus cejas y añadió—:Jacob y yo no estamos en el menú.Si muerdes a alguno de nosotros,tomaremos el próximo vuelo a Nueva York.¿Entendido?
Bella no esperó una respuesta.Decidiendo que ya había pasado bastante tiempo en el umbral,pasó a su lado sin hacerle el menor caso hacia el interior de la casa con Jacob pisando sus talones.
—Tu seguridad aquí es inexistente—informó Bella,echando un vistazo a cada sitio que atravesaba por el pasillo—.Tu puerta delantera está abierta de par en par.Tanto como nosotros pudimos entrar,cualquiera podría hacerlo.
—La seguridad de mi casa no está incluida en la cuestión—Edward Cullen sonaba irritado,notó,aparentemente recuperado del shock que le había causado al relatarle toda su vida hasta la fecha.
—Lo estará,créeme—anunció Bella y después precisó—:Ahora que has estancado el trabajo de las productoras,tu saboteador ha perdido su blanco original.Buscará otro y tu hogar es el primer lugar que le vendrá en mente.
Bella echó un vistazo al final del pasillo,alcanzando el otro extremo y no se sorprendió al verlo mirar fijamente con una sombra de preocupación la puerta principal.No había oído el susurro de la cerradura cuando él la había cerrado hacía unos momentos.Él ahora se volvía nuevamente a la cerradura y ella se sonrió a sí misma mientras empujaba la puerta de la cocina.
Jacob esperaba dentro de la habitación abriendo y cerrando puertas de armarios,mientras Bella atravesaba todo el lugar,esperando a que Edward la alcanzara.Ella miraba fijamente el refrigerador vacío cuando él entró apresuradamente en el cuarto.
—Tienes demasiado vidrio en esta casa—comentó—.Puertas francesas,puertas de vidrio desplazables y ventanas de lujo.Dime que,al menos,tienes un sistema de seguridad en alguna de ellas.
La vacilación que percibió en sus facciones fue suficiente respuesta.
—¿Qué es lo que buscas?—preguntó Edward,en lugar de admitir que no tenía ningún sistema de alarma.
Bella se encogió de hombros.
—Si Jacob y yo vamos a permanecer aquí tengo que saber lo que necesitaremos.Según lo esperado,no tienes nada de alimento en esta casa,sin mencionar los platos,los cubiertos y demás—agregó secamente.
Cerrando la puerta del refrigerador,ella dio un vistazo a su ayudante.
—Lo mejor será que comiences a hacer una lista,Jacob.Escribe todo lo que necesitamos.
—¿Van a quedarse aquí?—soltó Edward,horrorizado.
—Si no hubieras parado la producción,estaríamos alquilando en alguna parte y tomando posiciones en alguno de los puestos como agentes encubiertos para analizar los alrededores.Pero,puesto que cancelaste todos los trabajos e hiciste lo que quisiste con los puestos disponibles,tendremos que permanecer aquí y conseguir una tapadera diferente—ella se dio la vuelta para ubicarse frente a él—.Tengo entendido que no tienes asistente personal,¿la tienes?
—No—contestó Edward renuente.
—Ahora la tienes—informó ella.Gesticuló algo a Jacob y luego añadió—:Y también tienes a un nuevo cocinero y ama de casa.
Edward la miró fijamente y después echó un vistazo a Jacob que cabeceó solemnemente.
Dándole tiempo para adaptarse a los cambios que iban a realizar en su vida,Bella se dirigió hacia la puerta de la cocina.
—Voy a hacer algunas llamadas.Doy por hecho que puedo usar el teléfono de tu oficina,¿no?
—Sí,por supuesto—las palabras sonaban casi automáticas mientras él trataba de asimilar todo lo que estaba ocurriendo.
—¿Quieres que desempaque?—le preguntó Jacob cuando pasó a su lado.
—Sí,por favor.Y también necesitaré mi cartera que está en el coche.Después de que haga las llamadas,pasaré por las habitaciones del segundo piso.Si no estoy en la oficina,me encontrarás arriba.
—Entendido,jefa—murmuró Jacob al tiempo que ella salía de la cocina.
Edward no la observó esta vez y Bella dejó caer sus hombros mientras iba por el pasillo.
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