POV BELLA
Suspire mirando la habitación de mi "casa" en Italia, hace unos días había muerto Marie Swan mi tía y madre adoptiva. Ella era mi protectora desde siempre, desde que Alessandra Astori su prima, mi mamá, murió mientras yo nacía. Marie, había decidido que seria mi madre, que me daría y un hogar y que guardaría mi secreto. Nuestro secreto.
Ella había cuidado de mi por 16 años, 16 años que había vivido en muchas partes de Italia, con el fin de protegerme, 16 años que ella sabía de la existencia de los vampiros.
-Isabella.-Murmuro Jane entrando a mi habitación en la casa de mi tía.
-Jane.-Medio sonreí viendo a la encargada de mi seguridad, mi mejor amiga.
Ella siempre venía por mi, pero en situaciones distintas, situaciones alegres. Nada como esto.
-No pudimos salvarla.-Dije con tristeza, mientras tomaba mi pequeña maleta
-Por lo menos lo intentaste.-Me consoló abrazándome
Marie, había tenido un accidente de trafico, en el cual murió al instante. Para cuando habíamos llegado al hospital, no había que hacer, por más que la mordiéramos ella no cambiaria.
-Eso no cambia nada.-Mustie mientras caminaba detrás de Jane, subí a su deportivo, el sol estaba en su punto, por lo que ella estaba cubierta por la capa, si mi piel no brillaba como diamante, por lo que me mezclaba con más facilidad.
-Segura que quieres esto.-Me miro mientras el coche rugía haciendo su camino al castillo de Volterra.
-Es lo mejor Jane.-Suspire viendo el paisaje
Ella solo negó mientras aparcaba el coche y bajábamos. Hicimos el camino hasta la recepción, ahí estaba la recepcionista, una mujer humana, que había llegado hace poco, solo con un fin, conseguir la inmortalidad. Ella sonrío competente como siempre y nos deseo un buen día, a lo cual correspondí con una sonrisa. Recorrimos los pasillos y pasadizos hasta la sala del trono, antes de entrar suspire un par de veces, era momento de comunicarles mi elección. Abrí las puertas sin molestarme en tocar.
-Buenos días.-Dije con mi voz musical.
-Isa!-Grito Chels, corriendo tras de mi.-Demitri.-Susurro
El se lanzo a mi y de vio desviado, sonreí con suficiencia, viendo como el gruñía
-Trampa.-Hablo colérico.-Esta usando el poder de Renata.-Termino
-No es trampa.-Conteste burlona.
Yo podía copiar cualquier poder que estuviera en la habitación y usarlo mientras estuviera en la misma. Renata me miro levantando la vista de su libro mientras negaba.
-Escuche a Isa.-Pregunto la voz de Alec, le sonreí mientras levantaba mi ceja.
-Hola.-Sonreí el se acerco y me dio dos besos en la mejilla.
Pronto toda la guardia estaba ahí, celebrando que volvía a casa. Tan pronto esto sucedió, entraron los demás. Mi padre, mis tíos, mi tía y mi madrastra.
-Linda Bella.-Dijo mi papá acercándose a mi con rapidez.-Bienvenida.-Termino pasando su brazo por mis hombros
-Sobrina.-Rieron mis tíos mirándome mientras la esposa de Caius asentía
-Hija.-sonrío Sulpicia mientras me abrazaba.-Ahora tendremos más tiempo juntas.-Suspiro feliz, me retire de su abrazó y de el amarre de mi padre con una sonrisa triste.
-Temo que no será así.-Susurre, pero sabía que todos en la habitación lo escucharían.
En cuestión de segundos, vi que todos me rodearon, sentí el peso de sus reacciones.
-Ya no esta tu tía.-Susurro Sulpicia viéndome, a pesar de la infidelidad de Aro hace 16 años, ella me amaba.
-Porque.-Continuo Felix.
-Somos tu familia.-Puntualizo herido Demitri
-Hija.-Murmuro mi padre.
-Te enseñare.-Le conteste dándole mi mano.
Retire el escudo mental que poseía, le deje ver, solo lo que debía, el dolor que me provocaba la muerte de uno de mis seres más amados , que quería estar cerca de lo único que me quedaba de ella Charlie Swan, su hermano menor.
-Comprendo.-Dijo mientras daba un paso atrás y dejaba caer mi mano.
-Pero Aro.-Grito Sulpicia.-Te has vuelto loco.
-Necesita tiempo querida.-Respondió y yo asentí
-No me voy para siempre.-Les dije con media sonrisa.-Solo el tiempo necesario.-Termine mirándolos.
-Tenemos toda la eternidad no es cierto.-Me apoyo Jane a pesar del dolor que sentía.
-Creo que si.-Murmuro Renata sonriéndome.
-No lo intentes Chels.-Conteste viendo que ella deseaba cambiar mi elección.
-Maldito escudo.-Escupió y yo reí
Mi segundo don, un escudo mental, era relativamente útil.
-Los visitare, me visitaran.-Propuse con astucia, ellos asintieron.
-Donde iras.-Dijo Dem
-Forks.-Conteste y ellos asintieron
Todos me abrazaron uno por uno, a cada uno le hice promesas que trataría de cumplir, después, Jane trajo mis maletas de mi cuarto en este castillo y me miro. Asentí, mi vuelo partía dentro de poco.
-Adios.-Murmure abrazada de mis padres, en cierta forma Sulpicia era como una.
-Princesa.-Contesto ella con sollozos.-No me olvides, regresa a casa.-Rogo y asentí
-Mi ángel.-Siguió Aro.-Sabes que te amamos.-Murmuro y asentí
Luego subí al auto de Jane rumbo al aeropuerto. Me despedí de mi mejor amiga, luego suspire cuando llamaron a mi vuelo. Camine a mi puerta de abordaje.
-Pasaporte.-Me pidieron y sonreí sacando de mi bolsa de viaje mi pasaporte. El muchacho abrió los ojos al mirar mi foto y luego me vio a mi, escuche su corazón acelerar.
-Pa-sa.-Susurro
Reí levemente, humanos. Subí al avión y me acomode en el asiento de primera clase. Serían horas de vuelo muy tranquilas. Como los asientos se llenaron el avión despego. Vi como por la ventana se escondía Italia.
-Quiere algo señorita.-Interrumpió una mujer joven.
-No gracias.-Sonreí.
El vuelo a Roma fue muy corto, por lo que no lo sentí, apenas se trataba de uno hora. Una ves que llegue a Florencia sonreí, mi siguiente vuelo despegaría pronto, por lo que lleve las maletas a que las revisaran y subieran, después fui al baño y suspire mientras me mojaba la cara y aborde el avión, el viaje a Atlanta sería , más largo y vaya que lo sabía, había casi 12 horas de diferencia, llegaría de madrugada. Subí al avión con tranquilidad, y me acomode, ese sería un viaje largo, esta vez cuando me preguntaron que deseaba, pedí algo que comer.
-Gracias.-Dije dándole la charola vacía, pasaron unas horas y el sueño me consumía, pedí una almohada y me deje caer en brazos de Morfeo.
-Señorita.-Una voz me llamo y mire a la azafata.-Ya vamos aterrizar
Asentí mientras tallaba mis ojos con suavidad, cuando llegue a Atlanta era la una de la mañana, tome el siguiente vuelo, este a Seattle, baje del avión a las 5 de la madrugada, sonreí mientras tomaba mis maletas y caminaba hasta el sitio de Taxis, donde me llevaron a mi hotel, me hospedaría solo un par de horas, per Heidi era un poco excesiva. No me moleste en desempacar, pero tenía que cazar. Corrí a una velocidad increíble, después de cazar a tres ciervos me retire satisfecha. Yo era "vegetariana" desde siempre, nunca atacaría a un humano, mi madre, mi tía, ellas habían sido humanas. Cuando regrese, espere poco para que llegara mi tío. Baje las maletas y entregue las llaves a el recepcionista, cuando salí vi a Charlie buscándome
-Tío.-Grite mientras jalaba mis maletas a el
-Bells.-Contesto acercándose y pasando un hombro por mis brazos y con otro jalaba mis maletas.
Subió mi equipaje en el maletero y el asiento trasero de la patrulla, Charlie era el jefe Swan de aquel pueblecillo.
-Siento lo de Marie.-Suspiro derrotado mientras tomaba rumbo a Forks
-Yo también.-Dije abrazándome levemente
-Te pareces a mi prima Alessandra.-Contesto cambiando el tema.
Asentí, ya me lo habían dicho, mi mamá había sido una mortal sumamente bella, para ser mortal, por lo mismo y gracias a la inmortalidad, era así, tenía los ojos verdes, un verde claro que a veces lucía gris, mi cabello café caoba con mechones rojizos caía hasta mi cintura en suaves ondas, mi piel pálida, mis mejillas sonrojadas un rostro delicado, por lo que podría decirse era sumamente hermosa.
-Gracias.-Respondí
-En verdad me alegra que vinieras.-Me confeso
Después el trayecto fue cómodo, al llegar era casi medio día. Charlie me guío por la casa, hasta un cuarto morado muy bonito con una cama matrimonial, un escritorio y un armario grande.
-La vendedora escogió la ropa de cama.-Murmuro y asentí
-es perfecto.- le susurre
-Gracias por venir Bella.-Me confeso.-Eres la última familia que me queda.-Yo sonreí y lo mire agradecido.
-Y Laura.-Pregunte por mi prima.
-Con Renne.-Dijo mientras fruncía el ceño
Yo estaba al lado de la habitación que había sido de Laura, mi prima era rubia con los ojos azul profundo como Renne, era bonita pero odiaba Forks, por lo que Charlie cada verano, solía pasar dos semanas en los Angeles.
-Oh.-Fue lo único que pude decir.
-Tienes una repisa en el baño.-Asentí mientras abandonaba la habitación.
Acomode todo con rapidez, puse la ropa en los cajones y demás, una vez que termine sonreí al ver su regalo de bienvenida, una computadora de escritorio, era moderna pero tampoco de lujo, la abrí e hice conexión con Volterra
-Que quieres Alec.-Dijo Jane con fastidio abriendo la ventana
-Bueno ya me voy.-Me queje y ella grito
-Isa!!.-Contesto emocionada, de inmediato más de un vampiro entro a su habitación.
-Solo llamo para decir que estoy bien.-Les dije a todos
-Como es todo alla Isa?.-Pregunto Jane ignorando a los demás vampiros en la habitación
-Muy verde.-Dije frustrada.-Parece un planeta Alien.-Reí
-Te lo dije.-Sonrío burlona.-Mañana vas a instituto.-Pregunto y asentí
-Trata de divertirte.-Pidió Sulpicia y asentí
Después de eso, estuve media hora escuchando advertencias y apoyos para esto, solo iba a ir a la escuela, no era para tanto. Mis padres estaban preocupados y Jane se divertía de la situación.
-Tu motollegara en unos 10 minutos.-Me aviso Jane mientras los demás salían de la habitación.
-Dale las gracias a Rachel.-Dije mientras recordaba a la humana.
-Si Isa.-Respondió.-Enserio estarás bien.-Murmuro asentí levemente
-Bye.-Dije y ella me respondió, luego apague el monitor y sonreí
Corrí por las escaleras para ver a Charlie sentado, le sonreí mientras abría la puerta, justo a tiempo para recibir mi moto, firme y Salí a verla con un Charlie confundido atrás.
-Es muy comoda..-Me defendí mientras la miraba, yo también estaría así
La Ducati de pista , desencajaba ahí, su rojo intenso y brillante, no estaba echo para aquel lugar.
-Me la dio Marie, pro mi cumpleaños.-Me excuse y el asintió levemente
-No quiero que andes por ahí manejando como loca.-Me dijo
-No te preocupes tío seré consiente.-Prometí mientras la guardaba en el patio trasero
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POV BELLA
Suspire mirando la habitación de mi "casa" en Italia, hace unos días había muerto Marie Swan mi tía y madre adoptiva. Ella era mi protectora desde siempre, desde que Alessandra Astori su prima, mi mamá, murió mientras yo nacía. Marie, había decidido que seria mi madre, que me daría y un hogar y que guardaría mi secreto. Nuestro secreto.
Ella había cuidado de mi por 16 años, 16 años que había vivido en muchas partes de Italia, con el fin de protegerme, 16 años que ella sabía de la existencia de los vampiros.
-Isabella.-Murmuro Jane entrando a mi habitación en la casa de mi tía.
-Jane.-Medio sonreí viendo a la encargada de mi seguridad, mi mejor amiga.
Ella siempre venía por mi, pero en situaciones distintas, situaciones alegres. Nada como esto.
-No pudimos salvarla.-Dije con tristeza, mientras tomaba mi pequeña maleta
-Por lo menos lo intentaste.-Me consoló abrazándome
Marie, había tenido un accidente de trafico, en el cual murió al instante. Para cuando habíamos llegado al hospital, no había que hacer, por más que la mordiéramos ella no cambiaria.
-Eso no cambia nada.-Mustie mientras caminaba detrás de Jane, subí a su deportivo, el sol estaba en su punto, por lo que ella estaba cubierta por la capa, si mi piel no brillaba como diamante, por lo que me mezclaba con más facilidad.
-Segura que quieres esto.-Me miro mientras el coche rugía haciendo su camino al castillo de Volterra.
-Es lo mejor Jane.-Suspire viendo el paisaje
Ella solo negó mientras aparcaba el coche y bajábamos. Hicimos el camino hasta la recepción, ahí estaba la recepcionista, una mujer humana, que había llegado hace poco, solo con un fin, conseguir la inmortalidad. Ella sonrío competente como siempre y nos deseo un buen día, a lo cual correspondí con una sonrisa. Recorrimos los pasillos y pasadizos hasta la sala del trono, antes de entrar suspire un par de veces, era momento de comunicarles mi elección. Abrí las puertas sin molestarme en tocar.
-Buenos días.-Dije con mi voz musical.
-Isa!-Grito Chels, corriendo tras de mi.-Demitri.-Susurro
El se lanzo a mi y de vio desviado, sonreí con suficiencia, viendo como el gruñía
-Trampa.-Hablo colérico.-Esta usando el poder de Renata.-Termino
-No es trampa.-Conteste burlona.
Yo podía copiar cualquier poder que estuviera en la habitación y usarlo mientras estuviera en la misma. Renata me miro levantando la vista de su libro mientras negaba.
-Escuche a Isa.-Pregunto la voz de Alec, le sonreí mientras levantaba mi ceja.
-Hola.-Sonreí el se acerco y me dio dos besos en la mejilla.
Pronto toda la guardia estaba ahí, celebrando que volvía a casa. Tan pronto esto sucedió, entraron los demás. Mi padre, mis tíos, mi tía y mi madrastra.
-Linda Bella.-Dijo mi papá acercándose a mi con rapidez.-Bienvenida.-Termino pasando su brazo por mis hombros
-Sobrina.-Rieron mis tíos mirándome mientras la esposa de Caius asentía
-Hija.-sonrío Sulpicia mientras me abrazaba.-Ahora tendremos más tiempo juntas.-Suspiro feliz, me retire de su abrazó y de el amarre de mi padre con una sonrisa triste.
-Temo que no será así.-Susurre, pero sabía que todos en la habitación lo escucharían.
En cuestión de segundos, vi que todos me rodearon, sentí el peso de sus reacciones.
-Ya no esta tu tía.-Susurro Sulpicia viéndome, a pesar de la infidelidad de Aro hace 16 años, ella me amaba.
-Porque.-Continuo Felix.
-Somos tu familia.-Puntualizo herido Demitri
-Hija.-Murmuro mi padre.
-Te enseñare.-Le conteste dándole mi mano.
Retire el escudo mental que poseía, le deje ver, solo lo que debía, el dolor que me provocaba la muerte de uno de mis seres más amados , que quería estar cerca de lo único que me quedaba de ella Charlie Swan, su hermano menor.
-Comprendo.-Dijo mientras daba un paso atrás y dejaba caer mi mano.
-Pero Aro.-Grito Sulpicia.-Te has vuelto loco.
-Necesita tiempo querida.-Respondió y yo asentí
-No me voy para siempre.-Les dije con media sonrisa.-Solo el tiempo necesario.-Termine mirándolos.
-Tenemos toda la eternidad no es cierto.-Me apoyo Jane a pesar del dolor que sentía.
-Creo que si.-Murmuro Renata sonriéndome.
-No lo intentes Chels.-Conteste viendo que ella deseaba cambiar mi elección.
-Maldito escudo.-Escupió y yo reí
Mi segundo don, un escudo mental, era relativamente útil.
-Los visitare, me visitaran.-Propuse con astucia, ellos asintieron.
-Donde iras.-Dijo Dem
-Forks.-Conteste y ellos asintieron
Todos me abrazaron uno por uno, a cada uno le hice promesas que trataría de cumplir, después, Jane trajo mis maletas de mi cuarto en este castillo y me miro. Asentí, mi vuelo partía dentro de poco.
-Adios.-Murmure abrazada de mis padres, en cierta forma Sulpicia era como una.
-Princesa.-Contesto ella con sollozos.-No me olvides, regresa a casa.-Rogo y asentí
-Mi ángel.-Siguió Aro.-Sabes que te amamos.-Murmuro y asentí
Luego subí al auto de Jane rumbo al aeropuerto. Me despedí de mi mejor amiga, luego suspire cuando llamaron a mi vuelo. Camine a mi puerta de abordaje.
-Pasaporte.-Me pidieron y sonreí sacando de mi bolsa de viaje mi pasaporte. El muchacho abrió los ojos al mirar mi foto y luego me vio a mi, escuche su corazón acelerar.
-Pa-sa.-Susurro
Reí levemente, humanos. Subí al avión y me acomode en el asiento de primera clase. Serían horas de vuelo muy tranquilas. Como los asientos se llenaron el avión despego. Vi como por la ventana se escondía Italia.
-Quiere algo señorita.-Interrumpió una mujer joven.
-No gracias.-Sonreí.
El vuelo a Roma fue muy corto, por lo que no lo sentí, apenas se trataba de uno hora. Una ves que llegue a Florencia sonreí, mi siguiente vuelo despegaría pronto, por lo que lleve las maletas a que las revisaran y subieran, después fui al baño y suspire mientras me mojaba la cara y aborde el avión, el viaje a Atlanta sería , más largo y vaya que lo sabía, había casi 12 horas de diferencia, llegaría de madrugada. Subí al avión con tranquilidad, y me acomode, ese sería un viaje largo, esta vez cuando me preguntaron que deseaba, pedí algo que comer.
-Gracias.-Dije dándole la charola vacía, pasaron unas horas y el sueño me consumía, pedí una almohada y me deje caer en brazos de Morfeo.
-Señorita.-Una voz me llamo y mire a la azafata.-Ya vamos aterrizar
Asentí mientras tallaba mis ojos con suavidad, cuando llegue a Atlanta era la una de la mañana, tome el siguiente vuelo, este a Seattle, baje del avión a las 5 de la madrugada, sonreí mientras tomaba mis maletas y caminaba hasta el sitio de Taxis, donde me llevaron a mi hotel, me hospedaría solo un par de horas, per Heidi era un poco excesiva. No me moleste en desempacar, pero tenía que cazar. Corrí a una velocidad increíble, después de cazar a tres ciervos me retire satisfecha. Yo era "vegetariana" desde siempre, nunca atacaría a un humano, mi madre, mi tía, ellas habían sido humanas. Cuando regrese, espere poco para que llegara mi tío. Baje las maletas y entregue las llaves a el recepcionista, cuando salí vi a Charlie buscándome
-Tío.-Grite mientras jalaba mis maletas a el
-Bells.-Contesto acercándose y pasando un hombro por mis brazos y con otro jalaba mis maletas.
Subió mi equipaje en el maletero y el asiento trasero de la patrulla, Charlie era el jefe Swan de aquel pueblecillo.
-Siento lo de Marie.-Suspiro derrotado mientras tomaba rumbo a Forks
-Yo también.-Dije abrazándome levemente
-Te pareces a mi prima Alessandra.-Contesto cambiando el tema.
Asentí, ya me lo habían dicho, mi mamá había sido una mortal sumamente bella, para ser mortal, por lo mismo y gracias a la inmortalidad, era así, tenía los ojos verdes, un verde claro que a veces lucía gris, mi cabello café caoba con mechones rojizos caía hasta mi cintura en suaves ondas, mi piel pálida, mis mejillas sonrojadas un rostro delicado, por lo que podría decirse era sumamente hermosa.
-Gracias.-Respondí
-En verdad me alegra que vinieras.-Me confeso
Después el trayecto fue cómodo, al llegar era casi medio día. Charlie me guío por la casa, hasta un cuarto morado muy bonito con una cama matrimonial, un escritorio y un armario grande.
-La vendedora escogió la ropa de cama.-Murmuro y asentí
-es perfecto.- le susurre
-Gracias por venir Bella.-Me confeso.-Eres la última familia que me queda.-Yo sonreí y lo mire agradecido.
-Y Laura.-Pregunte por mi prima.
-Con Renne.-Dijo mientras fruncía el ceño
Yo estaba al lado de la habitación que había sido de Laura, mi prima era rubia con los ojos azul profundo como Renne, era bonita pero odiaba Forks, por lo que Charlie cada verano, solía pasar dos semanas en los Angeles.
-Oh.-Fue lo único que pude decir.
-Tienes una repisa en el baño.-Asentí mientras abandonaba la habitación.
Acomode todo con rapidez, puse la ropa en los cajones y demás, una vez que termine sonreí al ver su regalo de bienvenida, una computadora de escritorio, era moderna pero tampoco de lujo, la abrí e hice conexión con Volterra
-Que quieres Alec.-Dijo Jane con fastidio abriendo la ventana
-Bueno ya me voy.-Me queje y ella grito
-Isa!!.-Contesto emocionada, de inmediato más de un vampiro entro a su habitación.
-Solo llamo para decir que estoy bien.-Les dije a todos
-Como es todo alla Isa?.-Pregunto Jane ignorando a los demás vampiros en la habitación
-Muy verde.-Dije frustrada.-Parece un planeta Alien.-Reí
-Te lo dije.-Sonrío burlona.-Mañana vas a instituto.-Pregunto y asentí
-Trata de divertirte.-Pidió Sulpicia y asentí
Después de eso, estuve media hora escuchando advertencias y apoyos para esto, solo iba a ir a la escuela, no era para tanto. Mis padres estaban preocupados y Jane se divertía de la situación.
-Tu motollegara en unos 10 minutos.-Me aviso Jane mientras los demás salían de la habitación.
-Dale las gracias a Rachel.-Dije mientras recordaba a la humana.
-Si Isa.-Respondió.-Enserio estarás bien.-Murmuro asentí levemente
-Bye.-Dije y ella me respondió, luego apague el monitor y sonreí
Corrí por las escaleras para ver a Charlie sentado, le sonreí mientras abría la puerta, justo a tiempo para recibir mi moto, firme y Salí a verla con un Charlie confundido atrás.
-Es muy comoda..-Me defendí mientras la miraba, yo también estaría así
La Ducati de pista , desencajaba ahí, su rojo intenso y brillante, no estaba echo para aquel lugar.
-Me la dio Marie, pro mi cumpleaños.-Me excuse y el asintió levemente
-No quiero que andes por ahí manejando como loca.-Me dijo
-No te preocupes tío seré consiente.-Prometí mientras la guardaba en el patio trasero
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