La vida pasa rápidamente, un día puedes tenerlo todo y sentirte feliz y al día siguiente todo es una mierda. Algo similar me había sucedido a mí y mi vida había dado un giro completo cambiándola.  Sabía que dé en cierta forma me merecía esto pero la vida no tenía que golpearla a ella de esta manera, a fin de cuentas yo era la culpable por creer sus mentiras y por ello ahora mi bebé crecería sin su padre, ella me tendría a mí y a sus abuelos pero eso nunca iba a sustituir a Edward y su presencia, mi bebé era una víctima de la situación y sobre ella caerían las culpas, eso no era justo. Sentía tanto dolor como si mi cuerpo, alma y corazón los estuvieran partiendo a la mitad y la agonía no tenía final, día a día me sumergía en un lago de lágrimas donde me oprimía y no me dejaba salir a la superficie para respirar si no que me hundía más cada día. Pero a pesar de todo ello yo tenía que ser fuerte y aferrarme a la vida con uñas y dientes tenía que salir adelante por mi pequeña bebé que se movía en mi interior esperando por nacer, ella me daba la esperanza que necesitaba para continuar, por ella valía la pena. Aun así y no era por justificarme yo no tenía toda la culpa encima yo no sabía la verdad, yo creía ciegamente que él me amaba como yo a él, no vi que tendía sus redes para que yo cayera en la trampa. ¿Pero cómo iba a saber que aquel niño de 10 años con el que me había tropezado me iba a traicionar de esta manera? Yo había conocido a Edward Cullen a los 10 años de edad  un día en el centro comercial de Seattle, estaba de vacaciones y Renee había decidido venir conmigo a Forks aun cuando odiaba la lluvia y dado que Charlie había tenido una emergencia en la jefatura mi madre había decidido salir de paseo a Seattle. Teníamos 10 años cuando nos vimos por primera vez y de una manera en la cual morí de vergüenza, Renee nos había detenido un momento en una heladería del centro comercial y en ella había una sección de juegos para los niños y aun cuando era muy penosa y torpe decidí ir a subirme a los columpios, me encantaba mecerme en ellos, pero gracias a mi torpeza caí delante de ellos cuando me falta poquito para llegar y fue cuando paso, trate de levantarme y solo sirvió para que volviera a perder el poco equilibrio que tenía y cayera encima de otro niño que estaba ahí, el me ayudo a pararme y se empezó a reír alegando que había sido divertido que me fuera encima de él, y entonces quede hipnotizada con ese par de orbes verdes que me hechizaron por completo. Desde ese día Edward se hizo mi mejor amigo y cuando Renee lo conoció a él y a su madre Esme quedo encantada con ellos y más cuando conocimos al resto de su familia. Sus hermanos Alice y Emmett les gustaba jugar mucho conmigo tanto que me sentí su hermana de ellos, y aun para sorpresa de Charlie y Renee decidí irme a vivir a Forks para poder ver a los Cullen siempre. Cuando teníamos 11 años Edward y nos habíamos hecho novios lo cual irrito a Charlie mucho y nos empezó a vigilar mucho, todo iba bien nos queríamos mucho pero no todo es color de rosa ya que cuando teníamos 13 el y su familia tuvieron que mudarse ya que a su padre Carlisle lo habían trasladado al The Mount Sinai Hospital en New York así que tuvimos que romper nuestro noviazgo, el día que él se fue lloramos mucho en el aeropuerto y me prometió que no importara lo que pasara el volvería a por mí. En los primeros meses hubo cartas y correos pero al paso de los 10 meses estas cesaron dejándome una gran tristeza así que ya no insistí en enviarle nada, en ese lapso de tiempo había conocido a Jacob el hijo de Billy quien era el mejor amigo de mi papá, nos llevábamos muy bien y siempre andábamos de arriba para abajo  haciendo travesuras , él era mi único amigo ahora pero eso no quitaba que yo dejara de pensar en Edward y su familia por más que lo intentara aunque en realidad no quería hacerlo, yo los amaba y sobre todo a Edward. Y así paso el tiempo hasta que cumplí los 15 años, para nadie era el pueblo y la Push era secreto que Jacob estaba enamorado de mi desde la primera vez que me vio, Charlie y Renee apoyaban a Jacob ya que lo querían y estimaban como a un hijo, incluso habían tratado de hablar conmigo del asunto pero yo no podía forzar mis sentimientos hacia él , yo lo veía como a un hermano y nada mas de ahí no pasaría de eso estaba más que segura. Me insistieron un montón de veces tantas que perdí la cuenta de ellas incluso Jacob, me decían que le diera una oportunidad que nada perdía en dársela, él me amaba y me quería no me haría daño y Edward no había dado señales de vida desde hace años. Una semana después de esa platica con Charlie le di el sí a Jacob aunque yo sabía perfectamente que esto era un enorme error y traería consecuencias, al paso de las semana Jake me había demostrado ser un novio cariñoso, tierno, comprensivo, detallista, en fin era el novio soñado para cualquier chica, pero para mí no porque mi corazón le pertenecía a Edward aun cuando no me hablara. Y un día tocaron a mi puerta y cuando la abrí lagrimas rodaron por mis mejillas ahí enfrente de mi estaba un dios griego increíblemente hermoso con unos ojos verdes. Edward había vuelto. Y descubrimos que él siempre me envió cartas y si nunca las llegue a leer fue porque Charlie decidió ya no entregármelas para que olvidara a Edward y siguiera con mi vida, al igual que mi correo había bloqueado a Edward y yo nunca me di cuenta. Me confeso que me amaba más que a su vida y decidí ser su novia ya que primero debía terminar con Jacob, el comprendió todo y me dio tiempo. Todavía recuerdo el día en que lo corte.

INICIA FLASH BACK

El teléfono sonaba al tercer llamado Jake contesto.

-Hola mi amaba bells- sonaba tan feliz

-Hola Jake, emmm bueno necesito hablar contigo, ¿puedes venir a mi casa en una hora?

-Bella ¿pasa algo? Te escucho rara cariño-

-Ven en una hora de verdad es urgente-

-Vale bells, nos vemos-

Sin más colgué, me sentía miserable al hacer esto lo iba a herir y mucho, pero era mejor ser sinceros y tener una ruptura limpia. Me puse a cocinar una lasaña para la cena mientras esperaba a que llegara Jake estaba tan concentrada en que saliera bien que me sobresalte cuando escuche que llamaban en la puerta. ¡Dios! Como haría esto, en la puerta había un sonriente Jake se me hizo un nudo en el estómago.

-Hola Jacob, porque no vamos a caminar por el sendero- Ni siquiera era una pregunta, mal comienzo.

-Claro, porque no, nada como caminar con mi chica- Cielos, moriré de eso estoy segura.

Caminamos unos 15 minutos y encontré el lugar perfecto; me senté en un tronco de un árbol caído, pero como no como la completa cobarde que era solo podía mirar mis manos apenada, él no se merecía esto, llevábamos un año juntos el me había apoyado en todo, había estado conmigo siempre y yo le pagaba así. Era una mala agradecida pero no podía seguir con él, amaba a Edward, por él lo haría, así que reuní el valor suficiente para acabar con esto de una vez.

-Jacob, tu haz sido mi mejor amigo y el mejor novio para mí no sabes cuánto te agradezco todo eres una gran persona y siempre podrás contar conmigo pero... yo no te amo y ya no quiero seguir con esta relación de verdad lo siento- Balbucee toda apenada y cabizbaja, sonrojada por la vergüenza.

Me atreví a levantar la vista y encontré un Jake pálido y ausente, sus labios carnosos temblaban lentamente de reprimir los sollozos que aún así fueron audibles para mí, en su rostro había tanto dolor, podía ver que estaba en shock, me pregunte si debería darle una cachetada para que reaccionara pero no fue necesario.

-Bells ¿Dime que esto es una cruel broma verdad? DIMELO- Me reprocho con lágrimas en los ojos.

-Lo siento Jacob, pero la verdad es que yo... yo amo a otro- Ok, ahora sí que la había jodido.

-¿Otro? Es enserio, tu ¡Oh dios! ¿Por qué bella? ¿En qué te falle dime en qué?-

-En nada Jacob, fui yo espero que algún día puedas perdonarme-

Sin más que decirle volví mis pasos por donde habíamos llegado y camine entre sollozos y lágrimas a casa, jamás podría olvidar el dolor que vi en sus ojos, en ellos me decía todo lo que no me pudo decir, era una mala mujer ojala algún día me perdonara.

FIN DE FLASH BACK

Ese día tal vez no había sido mi mejor elección o tal vez sí, no lo sabía, pero había lastimado a Jacob para que yo pudiera ser feliz, eso había sido egoísta pero sabía que lo lastimaba más continuando con una relación el que solo en uno había amor.