Hoy era un día tan aburrido como de costumbre en la mansión de mis padres.

-Señorita  Swan vístase y salga que la espera su profesor de música.-dijo mi sirvienta

-Si Mary ahora voy-no recordaba que hoy tenía clases.

Seguramente cuando saliera estaría esperándome mi profesor para contarme más sobre la historia de la música, con solo de pensarlo me aburría.

Me vestí y bajé las escaleras donde me encontré a mi aburrido profesor en su lugar habitual, pero había algo diferente, a su lado había un chico que le quitaría el sueño a cualquier chica.

-Señorita-me llamaba mi profesor sacándome de mi ensoñación.

-Si-dije volviendo a normalidad habitual.

-En nuestra clase de hoy tendremos a Edward un estudiante con matricula de la escuela más prestigiosa de Londres-dijo con un tono de sofisticación.

-Hola -dijo Edward alzando su mano.

-Hola-dije yo tímidamente

-Bueno señorita Edward me va a sustituir por dos meses-dijo.-Espero que os llevéis bien-volvió a decir.

Los dos asentimos.  Y el señor Smith nos dejó solos.Edward  parecía tan perfectamente sexy sonriendo. Pero no podía pasar nada , el era  mi profesor y yo su alumna y así sería todo. Si claro ni yo misma creía eso, era el chico con el que siempre había soñado.

-Edward puede llamarte así?-esta vez era Edward

-Si claro porque no-dije

-Y bueno a ti que tipo de música te gusta?

-¿Esto entra dentro de la clase?-pregunté

-No preo me gusta conocer a mis alumnos-dijo

-Ah, pues el pop, el rock y a veces el jazz-respondí

-¿Y cuántos años tienes?-volvió a decir esta vez sonriéndome

-Yo 17 ¿y tú?-dije cada vez que hablaba con el mis mejillas ardían de vergüenza

-19-se limitó a decir.

Miré mi reloj y me di cuenta de que la hora de la clase había pasado.

-Edward un gusto conocerte pero la clase ya ha terminado-dije

-Hasta mañana preciosa-me dijo  riendo y se fue.