CAPITULO 1: CONOZCAN A LA “DULCE” BELLA.
POV BELLA
Pise el acelerador de auto último modelo, TENIA QUE SALIR CORRIENDO DE ESE LUGAR ANTES DE PONERME EN EVIDENCIA, iba a toda velocidad, si no fuera por mis reflejos hubiera terminado estampada en un árbol. MALDITA VIEJA, COMO LA ODIO, LA QUIERO MATAR CON MIS PROPIAS MANOS, corría despedrada por llegar a un lugar donde pudiera soltar todo mi odio antes de que se dieran cuenta de mi verdadera personalidad, esa casa, solo podía pensar en llegar pronto.
Jasper iba detrás de mí en su coche, cuando vi A MI EDWARD CON ESA ZORRA, Jazz fue el que hizo que no me le lanzara encima a esa PERRA, logro que canalizara mi rabia y actuar como siempre, como la niña buena e inocente que era, que asco tener que aparentar ser buena. LA MALDAD CORRE POR MIS VENAS.
Podía ver la cara de preocupación de Jasper por el retrovisor, pero no paparía hasta llegar a casa, di vuelta en una esquina del lujoso vecindario, la reja de la majestuosa casa ya estaba abierta así que con un rápido movimiento del volante gire y entre haciendo sonar las llantas contra el pavimento. Jasper hizo el mismo movimiento y entro de la mis manera. En la puerta estaba Victoria, podía se una mujer de 40 años, pero si que era hermosa y para nada se veía de esa edad, su hermosa cabellera rubia y alocada la revolvía el viento, sus ojos verdes resaltaban aun mas su rasgos felinos, todo un fiera siempre le decía, AY COMO QUERÍA A ESA MUJER, tanto o más que a mi madre.
Me baje del coche aventando fuertemente la puerta, ella me recibió con una hermosa sonrisa y me extendió un vaso con whisky, (eso sí que me relaja) lo bebí de un sorbo, y avente el vaso contra el piso, sentí con Jazz se paraba a mi lado, mi querida tía me extendió ahora la botella completa de whisky. Así le di un gran sorbo.
- ¿Mejor? – dijo mi tía Vicky.
- NOOOOOOOOOOO – grite, sacando toda la frustración que tenia acumulada – LA QUIERO MATAR, TE JURO TÍA, QUE NO LE QUEDARA FACIL QUEDARSE CON MI EDWARD, EL ES SOLO MIO, NO VOY A PERMITIR QUE ESA CUALQUIERA SE QUEDE CON EL HOMBRE QUE AMO – Respiraba agitadamente – Tía verdad que me vas a ayudar a acabar con ella –
- Claro que si me pequeña – dijo mi tía abrazándome – pero sabes que no podemos pensar con la cabeza caliente, recuerda que tenemos que calcular bien cómo vas a destruirla, yo nunca permitiría que te quitaran lo que es tuyo mi princesa –
- Mamá – intervino mi primo Jasper – Voy a preparar todo para que Bella se calme – me dio un beso en la frente - Tranquila pequeña, sabes que cuentas con mamá, papá y conmigo, haremos lo que sea para separarlos, ahora tomate esa botella como buena niña y te espero en la sala de tiro, te tengo una sorpresa –
Entre a la mansión Whitlock, abrazando a mi tía Vicky y tomando grandes sorbos de la botella de Jack Daniel's que llevaba en mi mano. Estaba tan acostumbrada a tomar whisky, (cosa que no sabían ni mis padres ni mi hermano, recuerden yo soy un angelito, puffffffff si como no), así que la botella me la tome de unos cuantos sorbos, se necesitaba mucho más que esto para que estuviera ebria, así que cuando mi tía se dio cuenta que la botella se estaba desocupando se apresuro a destapar otra, no quería una de mis rabietas, HEY! ya lo saben soy mimada y siempre, siempre consigo lo que quiero. Y si no lo tengo hago una rabieta que no se alcanzan a imaginar.
- Toma princesa – dijo mi tía pasándome la nueva botella – ¿Te mando traer un vaso con hielo? – dijo mi tía dulcemente.
- Si gracias – dijo tiernamente.
- Ya regreso – dijo dirigiéndose a la cocina – Ve adelantándote a la sala de tiro, mi bebe te debe estar esperando –
- OKI – Así baje a la sala que estaba en el sótano de la casa, muy oculta por cierto, pocos sabíamos de su existencia, yo me entere de ella a los 13 años, cuando mi tío hermoso, James, nos enseño a Jazz y a mí a disparar, Jasper solo es un año mayor que yo.
Cuando entre mi primo preparaba los revolver (o pistola) con que dispararía, mmm se ve tan sexy así, aceptémoslo se veía tan varonil que deban ganas de tirármelo en este instante. Pero desgraciadamente no podía. Me acerque muy lentamente, se percato de mi presencia cuando mis brazos pasaron por su cintura y le daba la vuelta para que quedáramos cara a cara. En un rápido movimiento me subí a la mesa donde estaban las armas, y rodee con mis piernas su cadera para acercarlos más.
- Sabes lo sexi que te ves con esas armas – dije besando su cuello.
- mmm – gimió mi primo – Igual que tu disparando – dijo dándome un beso de esos que hacía que mis pantis se mojaran.
- ¿Qué primita al fin te decidiste y me vas a dar tu virginidad? – dijo Jasper besando mi cuello.
- JAJAJAJA – Reí ante su comentario – Sabes que mi virginidad está reservada para Edward Cullen –
- Si, amor, eso lo sé. Pero eso no me impide deleitarme de tus besos – y me volvió a besar hasta que nos interrumpieron.
- Bueno ustedes dos cálmense – dijo mi tía Vicky entrando a la sala, yo rodé los ojos y me baje de la mesa – Hermosa sabes que no puedes sucumbir ante en deseo, yo sé que mi pequeño es sexi, pero recuerda que esa es una de las carta que tenemos que Edward sea tuyo – se acerco y tomo la botella de whisky y sirviendo en los tres vasos que traía en una charola.
- Si tía ya lo sabemos – dijo con picardía en la voz – Además como voy a traicionar a mi mejor amiga y mi cuñada, que es la novia de Jasper, no podría – los tres reímos ante mi comentario.
- Celosa princesa – dijo Jasper abrazándome
- Si la verdad si – hice un puchero – Me dan celos que tú tienes a Alice Cullen, fue muy fácil para ti tenerla, ella es tu novia, y hasta ya están pensando en casarse – esta vez solo rieron ellos dos.
- Bueno princesa, ahora si mira tú sorpresa – dijo Jasper señalando la mesa donde habían dos hermosas armas, no lo podía creerlo, era espectaculares, una era una S&W Magnum 500plateada de mango negro y la otra (casi hiperventilo cuando la vi) era una PISTOLA M1911 bañada en oro, con el mango de plata y con mi nombre marcado en el cañón y mis iníciales en el mango.
- AHHHHH – Grite emocionada – Están hermosa – dije saltando al cuello de Jasper y dándole un beso nada inocente – SABIAS QUE TE AMOOOOOOOOO –
- Lose, suelo causar ese efecto –
- Engreído –
- Me alegra que te hallan gustado, mi pequeña – dijo mi tía.
- Bueno princesa, mira los blancos que puse para ti – levante una ceja extrañada y mire fijamente y solté una carcajada… los blancos tenia la cara de la zorra de Tanya.
- Te ganaste un premio – dije a mi primo, dándole un trago a mi whisky y guiñándole un ojo, que sea virgen no significa que no haya hecho unas cuantas travesuras dejando que mi primo me diera placer con su sexi boca, al igual que yo hacía con él. Así que no espere mas tome mis dos pistolas las cargue con las balas que mi tía me pasó. Primero tome la Magnum. Apunte al blanco, mis ojos se volvieron negros del odio, disparar era una de las mejores terapias que tenia. Descargue todo el proveedor.
- jajajaja – rio Jasper – Justo en la cabeza, esa es mi princesa –
- Que orgullosa me siento de ti mi pequeña – dijo mi tía.
Después tome mi hermosa M1911, e hice exactamente lo mismo que con la anterior, descargue todo el proveedor en la cabeza del blanco. Así pase toda la tarde, hasta que por fin me calme.
- ¿Calmada mi pequeña? – pregunto mi tía.
- Si, ya descargue mi frustración –
- Buena princesa y ¿Qué piensas hacer? – dijo mi primo sentándose a mi lado y abrazándome – ya me había tomado tres botella de whisky estaba totalmente relajada.
- No se – dije haciendo un puchero – ¿Qué opinas tía? –
- Hija, primero te tienes que acercar a ella, hacerte su amiga y buscar sus puntos débiles – bufe, no quería a esa mujer cerca mío – Bella – mi tía me reprendió - ¿Qué te enseñado? – Dijo mi tía – Tus amigos cerca… - dejo la frase inconclusa
- Y tus enemigos aun más - Complete
- Tenemos que conocer sus puntos débiles, para poder atacar por ese lado –
- Sabes que cuentas conmigo – Dijo mi primo.
- Si tía tienes razón, mañana mismo empiezo acercarme a ella – dije poniendo cara de fastidio.
- Bueno niños, me voy a encontrar con James, nos vemos por la noche, se comportan. No quiero sorpresas, ¿De acuerdo? – dijo mi tía
- Si señora – dijimos los dos en coro y con voz monótona.
Así mi tía salió de la casa, dejándonos solos, bueno no tan solos, estaban las empleadas. Así que si quería darle a mi primo su premio teníamos que ser cuidadosos.
- Bueno y mi premio – me dijo Jasper sensualmente.
- ¿Aquí? – pregunte sentándome en sus piernas, con las mías a cada lado de su cuerpo. Empecé a besar su cuello, el gimió y apretó mis nalgas, lo que también me hizo gemir.
- Vámonos de aquí – dijo levantándose sosteniéndome por las piernas, me llevo rápidamente a su habitación y cerró la puerta de una patada. Y me acostó sobre su cama, que tenía un edredón muy fino y suave de color negro.
Empezó a besar mi cuello, retiro rápidamente mi camisa y mi sostén rápidamente, cuando su lengua rozo mis pezones, gemí fuertemente y mi espalda se curvo. Mientras trabajaba en mi busto con su lengua, su mano desabrochaba mi pantalón y lo iban bajando, abandono mis senos y bajo hasta llegar hasta mi mojado sexo. Con su lengua jugó con mi clítoris, la pasaba por mis pliegue, haciéndome gritar de placer, enrede mis dedos en su largo y rubio cabello, de repente empezó a adentrarse en mi con su lengua, empezando con un movimiento frenético con su lengua y con su pulgar masajeando mi clítoris, sabía que en cualquier momento llegaría, unas estocadas mas y llego mi orgasmo.
- Eso estuvo, genial – dije entre jadeos – Mi turno – dijo con picardía.
Así que lo jale por la camisa y lo tira sobre la cama, baje su pantalón y saque su pronunciada erección, sin demora lo metí en mi boca dándole así el placer que me dio hacia unos segundos. Succione hasta que lo escuche gritar de placer y un líquido caliente lleno mi boca, limpie mi boca y me acote a su lado.
- Me encantan tus premios – dijo mi primo, reí ante su comentario.
- Lose – me quede pensando en mi Edward y suspire tristemente.
- Tranquila mi princesa, te aseguro que pronto tendrá a Edward – dijo mi primo abrazándome – Yo te voy a ayudar a que Edward te ame, como tu me ayudaste a que mi duende me ame, como yo la amo a ella –
- Jazz, no sabes lo que amo a Edward, desde el primer día que lo vi, lo ame con locura. Solo que por ser la hermanita pequeña de su mejor amigo no se me acercaba –
- Lose, lose, haremos lo que sea, para que esa mujer se aleje de tu Edward –
Así después de un rato me vestí y me fui para mi casa, claro después de comer dos cajas de cicles, dos panes, dos tomates y prácticamente bañarme en naranja para que en mi casa no sintieran el olor a whisky.
|