Ya había pasado bastante tiempo y tuve que hacer mi penúltimo año de colegio en Forks, como el año anterior todos estaban sorprendidos con hecho de que no hubiera repetido curso aunque hubiera faltado a casi la mitad del año.
Camine por los mismos pasillos aunque claro ahora podía ver a la gente y no me atemorizaba como antes, la envidia se notaba en la cara de muchas de las señoritas que me miraban, aunque claro después de ver la muerte a la cara ya no te importa ver esas miradas.
Zack no se había cambiado de colegio por ordenes de su padre debería terminar el ultimo año en el instituto de fork, era como parte de su castigo y el estar alejado de su “Niña” como la llamaba era el peor de todos, aunque solo fueran en las horas de instituto... ahora iban muchos más lobos que antes, lo más probable es que muy pronto toda la ciudad fuera convertida en un ritual Quileute, eso me causaba gracia ya que todos los lobos me querían demasiado y muchas veces iba con todos ellos al instituto ya que me iban a buscar a la casa y me iban a dejar, cosa que les molesto a mis tíos y a mi padre en un primer momento, pero creo que ya lo aceptan con más ganas.
Zack siempre estaba a mi lado y me miraba asustado y sabía lo que pasaba por su mente él se estaba preguntado como estaba su amada Victoria, muchas veces me aburría con su palabrería de ella ya que siempre le encontraba todo lo bueno por todas partes a esos días que el encontraba hermoso.
Nos sentamos en la misma mesa de siempre y por primera vez decidí no sentarme con ellos, hace algunos días estaba hablando con algunas muchachas del instituto que no eran seres paranormales y me llevaba bastante bien con ellas por lo que decidí que me sentaría con ellas... además de que los lobos tenían a un recién convertido y no se como es que los ancianos permitían que lo llevaran al colegio aunque siempre con algún acompañante a su lado.
Mi padre me había encomendado la misión de que me juntara con más gente normal ya que no quería que no viviera como humana… el siempre me decía que debía vivir como tal si llegado el momento debía elegir la opción correcta con respecto a pertenecer a un mundo.
- Helena Cullen -. Pregunto un muchacho quien se sentó a mi lado y sonrió, era atractivo y lo tenía que asumir.
- Si... -. Tomo una foto demasiado rápido que ni siquiera fui capaz de reaccionar.
- Mi nombre es Brian y soy del periódico escolar... estamos haciendo una investigación y queríamos que nos dijeras si realmente los institutos escolares pueden ser sobornados para que alguien pueda pasar de curso -. ¿Que rayos?
- ¿Y por que me están haciendo esta pregunta a mi? -. El muchacho sonrió.
- No nos veamos la suerte entre gitanos... todo mundo sabe que tu faltaste casi la mitad del año si no es más. Y por arte de magia has pasado no se te hace algo fuera de lo común.
- No, tengo las capacidades suficientes como para ganarte a ti o a cualquiera que me quiera retar, además de que tuve que viajar por motivos personales, no tengo por que comunicarme con un idiota como tú.
- Pero las personas quieren saber... en verdad tu familia es demasiado numerosa como lo dicen los rumores... además de que dicen que son los mismos Cullen que vivieron hace mucho tiempo por estos lugares.
Este muchacho si que era entrometido... un miedo enorme corrió por mi espina, y que tal si se daban cuenta de que eran los mismos…
- No me importas y no te contestare nada de lo que me preguntes... -. En ese momento vi como la muchacha que creí mi amiga tomaba la cámara y me fotografiaba.
Eso era lo que me fastidiaba de los humanos, siempre querían algo a cambio, no podían solo ser amigos de alguien sin que pudieran sacar provecho de eso.
- Lo siento Helena, pero la verdad es que todos lo queremos saber... tu vida es un misterio para todos y mucho más que tus padres no estén contigo.
- No me interesa lo que piensen o lo que quieran saber, son unos verdaderos alcahuetes y pueden irse a la punta del cerro si así lo quieren -. Me levante molesta, si me seguían molestado juro por Dios que les daría de golpes con la charola.
- Te parece si te hacemos una visita el día de hoy -. Me estremecí aunque les dijera que no lo hicieran las preguntas sobre mi comenzarían aun más seguido, sabia que mi vida lamentablemente llamaba la atención, muchos ni siquiera sabían donde vivía.
- mi casa queda... bueno supongo que ya lo saben... avisaré a mis padres para que nos esperen... pueden irse en sus coches si quieren aunque claro podrían caer bien en el mío.
Me miraron como si lo que les estuviera diciendo no tuviera precio, creo que era la mejor opción y solo esperaba que esto no les molestara a los miembros de mi familia.
- ¿De verdad podemos ir?
- Claro, ¿son ustedes los que no confían en mi? bueno vallan y hagan todas las preguntas pertinentes, aunque les tengo que advertir que están algunos familiares en mi casa por lo que no estaremos solos -. Me levante enfadada, como había llegado a este extremo -. Solo espero que no se pierdan.
Camine mientras sentía como las rodillas me temblaban... mi celular empezó a sonar en ese momento.
- Bueno prima que quieres para comer -. Dijo Alice al otro lado de la línea.
- ¿No están enfadados? -. Le pregunte algo asustada.
- Claro que no, lo más probable es que algo así pasaría, estamos hace ya algún tiempo en el mismo lugar... pero no importa... los demás se van a ir a la casa de Bella y Edward, tu vendrás a la mansión y Carlisle tendrá que hacer turnos extra por la tarde así que no te preocupes por nada ya lo tengo todo solucionado... ¿cuantos vendrán?... ¿Podemos hacer una fiesta o algo así....? -.
-¡Alice! -. Escuche reprender a mi abuela, estaba muerta de la risa, mi tía realmente era una fanática de la organización de eventos.
Lo único que esperaba es que mi tía no se pasara con todo, quizás sería mejor arrepentirme y decirles que fueran otro día para tener la oportunidad de organizar algo por mi misma.
Un mensaje de texto llego a mi celular.
“Helena Lizet Cullen Swan, si de verdad haces lo que estas planeando no te hablare por semanas… te ama tu tía Alice”
Bueno, por lo menos sabia que no podía retractarme, por lo menos mi tía me seguiría hablando.
Llame a mi madre quien me dijo que no me preocupara ya que ella estaba arreglando todo con mi tía para que no se sobrepasara… por lo menos tenía algo de alivio.
Cuando llego la tarde les comunique a los lobos lo que ocurría y por que no podía ir a la Push como habíamos planeado, no creo que les haya molestado el hecho de que me fuera, sino más bien el que no les hubiera avisado para poner en su lugar a los entrometidos.
Subí a mi auto y muy de cerca venían mis compañeros mientras tomaban notas y fotografías, solo esperaba que todo saliera bien o las cosas se pondrían tan mal que tendríamos que irnos de inmediato.
Les di un par de vueltas, no quería que volvieran a verme siquiera en sus vidas, pero que podía hacer, estaba bien después de todo debía actuar como humana y los seres humanos invitan a sus amigos a la casa…
Lizbeth
Por fin habíamos logrado lo que muchos periódicos escolares jamás creerían, por fin encontramos la noticia más jugosa de todas… me amaba literalmente, aunque no planeaba que todo fuera tan fácil…
Me había hecho amiga de esta muchacha solo para que me contara cosas jugosas de su familia, sin embargo ella siempre se mantenía al margen solo contándome como era que habían llegado a Forks.
Esta bien en Forks jamás ocurrían cosas importantes y es por eso mismo que muchas veces nos involucrábamos en la vida de los demás, pero que tenía de malo eso, las personas compraban nuestros diarios por lo mal que dejábamos a muchas personas, éramos odiados y amados al mismo tiempo que tenía eso de mal.
-Lizbeth… -. Dijo Brian, éramos compañeros en todo y la verdad es que me gustaba mucho, pero era demasiado orgullosa como para declararme antes de que él lo hiciera.
-Si… -. El me miro y sonrió.
- Es la primera vez que vengo por estos parajes, la verdad es que ni siquiera se como podremos volver, estoy tan emocionado, además esta muchacha me tiene vuelto loco hace algunos días o más bien dicho desde que volvió, hay algo en ella que me interesa y mucho -. ¿Me estaba diciendo que le gustaba la horripilante de Helena Cullen?
- No la encuentro atractiva -. Le dije molesta, que le veían, todos los chicos del instituto estaban locos, la mayoría hablaba de ella como si fuera el ser más extraordinario del mucho, pero para mi era solo una más solo que tenía los ojos claros y el cabello negro.
- Eso es por que eres chica -. Dijo riendo.
El camino a la casa de los Cullen fue mucho más largo de lo que me imagine, la verdad es que jamás siquiera había estado por esos paramos. Entramos por un pequeño sendero, que jamás en la vida hubiera visto si no hubiera sido por Helena, ni siquiera sabía si mi pequeño auto podría soportar el camino pedregoso.
Estaba todo lleno de arboles y un par de veces me pareció ver algunos perros más grandes de lo normal, pero no creo que haya sido cierto, solo debió ser parte de la imaginación y de las ansias que tenía por llegar, además como un perro podía ser casi tan alto como un auto.
Brian se mantuvo en silencio, la verdad es que no me importaba, pero me hubiera encantado que me hablara en vez de perderse en sus pensamientos, que supongo eran por la estúpida de Helena.
Mire al frente enfadada aun detrás del auto azul, el auto azul que todos queríamos, pero que nadie iba a tener a menos que trabajara el resto de su vida como esclavo para un prestamista. Subí la cabeza y hay estaba… una casa completamente blanca llena de ventanas que cubrían toda la parte delantera, uno garaje que quisiera el hombre más rico del mundo y una cantidad de autos impresionante.
Baje lentamente cuando el auto se detuvo y la verdad es que me imaginaba la casa más lúgubre del lugar, pero no algo como lo que estaba frente a mis ojos.
Brian se encontraba igual a mí, solo que este reacciono bien y comenzó a tomar fotografías de la casa, Helena bajo de su carro y nos miro molesta.
- Brian, te rogaría que no hicieras eso, mi madre remodelo esta casa y la verdad es su tesoro personal, se enfada un poco cuando siquiera nosotros le tomamos fotos. -. Brian guardo la cámara, pero ya teníamos lo que queríamos, el primer registro de la casa Cullen.
Helena subió unas pequeñas escaleras que llevaban a la puerta principal y abrió la puerta dejándonos ver la casa en su plenitud, las pinturas parecían tan antiguas… al lado de la escalera había una gran cruz que según parecía fue tallada a mano.
- ¡Hola! -. Una pequeña muchacha se nos acerco, tenía el cabello negro y un poco largo, pero lo tenía completamente desordenado, tenía los ojos completamente dorados mientras que su vestimenta si no me equivocaba era de la ultima revista “ÉL” una colección exclusiva que jamás siquiera podrían obtenerse fácilmente.
Estas personas eran traficantes de cosas ilícitas por eso tenían tanto dinero de eso no había duda.
- Hola -. Saludamos al unisonó Brian y yo, aunque claro este solo había quedado clavado con la belleza de la muchacha.
- Ella es Alice, mi prima, esta de visita por un tiempo -. Dijo Helena algo fastidiada como si no nos la quisiera presentar realmente.
- Es la primera vez que Helena trae a alguien a clase, por lo menos de la escuela -. Dijo la muchacha animada mientras que solo podía ver esos zapatos de Manolo Blahnik… esto no podía ser cierto, jamás en mi vida siquiera me hubiera imaginado estar en presencia de ellos.
De una puerta apareció una mujer preciosa con los cabellos castaños y los ojos del mismo color de la muchacha.
- Ella es mi madre…Esme -. Dijo Helena con un gran respeto y la mujer nos sonrió.
- Un gusto, como lo menciono Alice es la primera vez que Helena trae a alguien a casa y nos sentimos un poco emocionados, lamentablemente mi esposo no podrá venir, pero no estaremos solo nosotros, sus hermanas vienen en camino… -. Helena miro a la mujer como quien mira a un fantasma, la verdad no entendí eso.
- Creo que sería mejor que solo estuviéramos nosotros -. Dijo nerviosa mientras que Alice le giñaba un ojo.
Estuvimos en la sala donde tomamos café helado y sushi que había traído la madre de Helena quien solo nos miraba curiosa.
Helena subió a cambiarse se puso unos jeans rotos y una playera, nada ostentoso como su prima.
La verdad es que me sospechaba algo como esto así que solo me limite a observar si encontraba productos ilícitos podría sacar el diario adelante haciéndole saber a todos lo que podíamos descubrir de esta familia.
- Buenas noches -. Un muchacho, mas lindo que el sol que nos da la vida se encontraba en la entrada con la mirada en Helena y muerto de la risa por algo que no sabía que era.
- El es mí…
- Cuñado -. Dijo el muchacho rápidamente mientras Helena solo sonreía -. Mi nombre es Edward Mansen -. El muchacho me dio la mano y la verdad es que los pelos de todo mi cuerpo pedían que se quedara en ese lugar por siempre -.Ella es mi esposa Bella.
Fue como si un balde de agua fría me callera enzima, una muchacha tan hermosa como nadie visto jamás estaba en ese lugar tomando su mano mientras sonreía, vestía completamente casual, pero era hermosa, podría haber llevado un saco de papas como ropa y se vería como la mejor modelo del mundo.
- Hola, soy la hermana de Helena, Bella Cullen -. Ella era tan hermosa que la envidia era como si escapara de mis poros.
Detrás de ellos se encontraba una muchacha muy parecida a Bella, solo que con los ojos marrones y el cabello cobrizo como Edward, era algo extraño, pero si no tuvieran la misma edad parecieran como si ella fuera hija de ambos… Edward me miro confundido mientras cambiaba la vista cuando me di cuenta.
Pedí permiso para ir al baño y por su puesto que no me fue negado, podía inspeccionar la casa con aun más cautela sin que me vieran si por esas casualidades de la vida me perdía.
El baño como el resto de la casa era espectacular. Era mucho más grande que mi propia pieza inclusive tenía unos sillones dentro como para relajarse, tenían un Jacuzzi ¡¿Un Jacuzzi?!
Por Dios santo si no eran traficantes realmente no sabía de donde provenía tanto dinero.
Pero bueno para eso estábamos para descubrir la verdad… fui directamente a la habitación que se encontraba a un lado del baño, que era una sala de juegos genial donde inclusive tenían una mesa de Pool.
Seguramente las habitaciones se encontraba arriba por lo que no había ninguna oportunidad, a lo menos que saliera corriendo y fuera por la parte de afuera.
Corría a una puerta trasera que pasaba por la cocina, había algo en la cocina el olor era espectacular, un olor que jamás en la vida había siquiera sentido.
Salí a una pequeña terraza y de hay había un árbol… si solo lograba trepar por el árbol
- ¿Que haces? -. Casi me caí del susto, Esme se encontraba a mi lado mientras me ayudaba a bajar sin lastimarme.
- Estaba pérdida… -. Maldita sea, como era posible que me perdiera y fuera a parar a un árbol.
- En esta casa pasa seguido -. Dijo divertida -. La cena pronto estará lista, ve a la mesa ya todos se encuentran aquí.
Cuando entre al comedor la gran mesa se encontraba apestada de gente que de seguro eran familiares, Brian se encontraba sentado justo al lado de Helena quien miraba al hombre de cabello cobrizo enfadada.
- Helena nos dijo que eran del periódico escolar -. Me pregunto Alice quien estaba muy animadamente mirándome.
- Si, pertenecemos al periódico hace ya algunos años -. Le dije mientras que sonreía orgullosa -. Me encontraba sentada al lado de un hombre tan grande que parecía un oso y a su lado se encontraba una muchacha no pequeña pero preciosa, más hermosa que cualquiera que hubiera visto en mi vida.
- ¿Están haciendo un reportaje? -. Me pregunto el hombre oso cuando casi me atragante con la langosta.
- Si… -. Contesto Brian -. Lo que sucede es que nos intriga el hecho de que Helena haya pasado de curso, siendo que ella haya faltado el año pasado un más de un 50%.
- Eso es fácil -. Dijo Edward mientras me miraba -. Helena es inteligente por lo que estuvo dando pruebas libre, si lees bien las leyes no pueden dejar a un alumno repitiendo si tiene una calificación sobre 9 -. Dijo Edward mientras comíamos, aunque un par de veces me pareció que ellos no lo hacían.
Por lo menos las dudas sobre el soborno no eran justificadas, debíamos sacar algo más.
- ¿En que trabaja? -. Le pregunte al muchacho de pelo cobrizo mientras solo sonreía.
- En la bolsa de valores, casi todos hacemos lo mismo, solo Alice y Esme se dedican a hacer reparaciones y reconstrucciones además de arreglos para fiestas y festivales. -. Me contesto mirándome directamente a los ojos, creo que me hablo más tiempo o por lo menos me dijo algo más, pero no lo escuche, estaba perdida en esos ojos en hermosos que tenía…
Cuando terminamos de comer nos fuimos dándole las gracias por todo, aunque claro el irnos significaba el volver con el rabo entre las piernas… Brian estaba tan molesto como yo, pero que podíamos hacer, si nuestras sospechas eran ciertas estas personas eran muy superiores a nosotros y nosotros solo éramos seres humanos... pero no me darìa por vencida, ellos tenían algo extraño y lo descubriria aunque me costara la vida.
|