
Los personajes no pertenecen, solo juego con ellos para llevar a cabo la historia
Bella Pov.
-¡¡Vamos Santhi, apúrate!!- le susurré a mi hermana mientras caminábamos sigilosamente por el pasillo que conducía a la habitación de papá.
-Espera ¿sí?- dijo mientras se acomodaba las pantuflas.
-¿Cómo que espere?, Santhi esto es importante, ¡muévete!- le dije a modo de reproche.
-Lo sé- susurró ya con una mano en la manilla de la puerta de la habitación de papá; volteó para verme y sonreímos con complicidad, asentí para darle ánimos y giró la manilla; entramos muy lentamente en la habitación de papá, me coloqué de un lado de la cama donde él estaba y Santhi tomó el otro lado,… Ella siempre había sido mi compañera de locuras, cada cosa que se me ocurría para ella era una buena idea, siempre había sido la voz de la razón y una de las personas más centradas que conozco, pero más que nada era mi mejor amiga y me apoyaba en todo.
-¿lista?- me susurró.
-Siempre- dije, Santhi empezó a contar y a señalar sus dedos.
-Uno…Dos…Tres-
-¡Feliz cumpleaños!- gritamos las dos al unísono; papá se removió en la cama y se levantó exaltado, nos miró atónito y luego sonrió tiernamente.
-Oh, niñas, pero… ¿Qué hacen aquí?- preguntó aún sonriendo.
-Solo queríamos desearte feliz cumpleaños- dije haciendo un puchero.
-Oh, princesas, gracias- dijo abrazándonos.
-Vamos, pá….- dijo Santhi jalando de su brazo- levántate-.
-Santhi, querida, necesito bañarme, y vestirme, amor… tengo que trabajar- dijo levantándose de la cama para dirigirse al baño.
-Sí pá, nosotras entendemos, vamos Santhi- dije tomándola del brazo para salir de la habitación.
-¿qué?- preguntó cuando ya estábamos afuera de la habitación.
-Estaba pensando….-
-¿Otra idea?- me interrumpió
-Sí, otra- dije tajante
-Habla- pidió.
-Quería organizarle algo así como un almuerzo- dije esperando que entendiera.
-¿Crees que Harry Swan, el gran magnate de los negocios va a dejar su trabajo para acompañarnos?- dijo sarcásticamente
-Dale una oportunidad- supliqué.
-¿Su restaurant favorito? - me preguntó con una sonrisa en su rostro.
-Uno de los mejores de Chicago- completé.
-Está bien, pero que conste, yo no creo que vaya además…-
-No seas aguafiestas- la interrumpí - deja que él decida-.
-Está bien- suspiró resignada-me voy a cambiar- y se retiró hacia su cuarto cerrando la puerta detrás de ella.
Samantha Pov
Entre en mi cuarto luego de haber hablado con Bella, esa niña me iba a volver loca con sus ideas, me recosté en mi cama…
-De seguro no va a ir- me dije a mí misma
Papá siempre estaba ocupado para todo que no fueran sus negocios, siempre estaba viajando o en reuniones más importantes que nosotras, solo estábamos mi hermana y yo, mamá se había separado de él por que se había cansado de lo mismo, toda su vida giraba alrededor de los negocios, mamá odiaba esa rutina; Eric, mi hermano, se había ido hace dos años a Darmounth, Nuevo Hampshire (esta universidad si existe), él era el mayor, seguido por Lucía que el año pasado también se marchó a Darmounth, para estudiar medicina, habíamos decidido que Eric se encargara de la dirección de las empresas, el iba a ser quien reemplazara a papá, ninguna de nosotras nos molestábamos siquiera en saber de sus negocios, a nosotras nos interesaba otras cosas, papá siempre había dirigido nuestras vidas, desde el colegio hasta la elección de nuestra universidad, “Darmounth”, es la más pequeña de las universidades de la Ivy Leugue, pero prestigiosa como ella sola, de ella salieron grandes políticos y magnates de los negocios, de ella salió el gran Harry Swan, mi padre; interrumpí mis cavilaciones cuando escuché el sonido del despertador, era hora de arreglarme, era otro día en Chicago y en el instituto.
Me dí un baño rápido, y me dirigí a mi armario, tomé un pantalón de mezclilla oscuro, una camiseta sin mangas azul ceñida al cuerpo, y unos botines del mismo color, tomé mi chaqueta gris y mi bolso, al bajar al comedor para desayunar, solo papá estaba ahí, supuse estábamos esperando a Bella, ya que el desayuno aún no estaba servido.
-Buenos días Samantha- me dijo Sarah mientras servía el jugo, ella era como una abuela, tan cariñosa y acogedora, tenía años de conocernos, ella fue quien nos acompañó luego de que mamá y papá se divorciaran.
-Hola Sarah ¿Cómo amaneciste?- pregunté al tiempo que me sentaba.
-Muy bien querida, gracias, te ves bien- me dijo con una sonrisa.
-Gracias- dije devolviéndole el gesto.
Tomé un sorbo de jugo y me cercioré de llevar mi mp4 y mi celular.
-Buenos días- escuché decir a Bella mientras entraba al comedor –disculpen la demora-.
-No te preocupes amor- dijo papá bajando el periódico que leía para detallarla mejor; mi hermana tenía un pantalón de mezclilla oscuro, con una camisa sin tirantes blanca y un chaleco negro, acompañada por un lindo cinturón rojo y del mismo color, unos botines –vamos a desayunar- sentenció mi padre invitándole a sentarse con la mano.
El desayuno transcurrió como de costumbre, silencioso y rápido, cuando ya casi llegaban las 7.30 papá soltó un gritito.
-¿qué pasa?- pregunté extrañada
-ya es tarde amor, me tengo que ir- se levantó, tomó su maletín y nos besó la frente a Bella y a mí –que tengas buenos días- dijo desde la puerta; nos quedamos en silencio por unos minutos.
-Bueno….- trató Bella de suavizar la tensión.
-Nada, vámonos- interrumpí; y nos levantamos para caminar hasta la cochera y subirnos a mi auto.
-Te gusta el lujo ¿no?- me dijo a modo de broma.
-Son solo $255.000- dije sarcásticamente.
- Si… no es mucho ¿cierto?- dijo en broma.
-No, solo es el décimo carro más caro del mundo- vanaglorié mi auto.
-Ay, ya cállate- Bufó dándome un suave golpe en el brazo.
-Vámonos- dije acelerando el auto.
Edward Pov.
Estábamos en el hotel, habíamos llegado ayer por la noche, hoy Carlisle firmaría un contrato con Harry Swan, un importante empresario a nivel internacional, sus empresas acaparaban varios oficios, desde el transporte hasta el diseño, a Carlisle le había parecido buena idea una sociedad.
*Flashback*
-Edward muévete- me decía Rosalie desde el marco de la puerta.
-¿Qué pasa Rosalie?- pregunté aún acostado; “crees que si ya lo supiera te estaría buscando a ti” pensó.
-Supongo que no- respondí sin prestarle mucha atención; “¡no es justo!” gritaba Emmett en su mente “no me dejaron terminar mis tareas maritales” y empezaron a aparecer imágines muy gráficas.
-¡Emmett!- gritó Jasper desesperado desde el piso de abajo, seguro se estaba poniendo nervioso con tanta lujuria en el ambiente; “apúrate Edward, baja ya” pensó Alice.
Suspiré pesadamente y me levanté del sillón donde estaba acostado, Rosalie se dio media vuelta y bajó seguida por Emmett, y luego yo.
-¿Qué pasa Carlisle?- preguntó Jasper un poco ansioso, transmitiéndonos lo mismo a todos.
-Sí,.. ¿Qué pasa?- preguntó Emmett – porque me interrumpiste en medio del rollo marital- y empezaron las imágines en su mente.
-¡Emmett!- grité y un golpe seco retumbó por la casa, Rosalie ya se había hartado de tantos rodeos.
-Dinos Carlisle- pidió.
-Eh estado pensando en nuevas ocupaciones, no tiene nada que ver con el dinero, tendríamos para alimentar a un país entero, me refiero a hacer lo que nos gusta hacer- dijo Carlisle.
-¿A qué te refieres?- preguntó Jasper.
-¡Sí!- gritó Alice, en ese momento tuvo una visión, Carlisle estrechaba la mano de un hombre de 40 y tantos años y luego firmaba un contrato -¡Es una excelente idea!- volvió a gritar Alice.
-Alice, déjalo terminar- le pedí.
-Estuve investigando, y existe una empresa de renombre internacional, S&A (no sé si existe o no), tiene diferentes áreas, incluyendo el transporte, la mecánica, el diseño, la música, y creo que en ella desempeñaríamos un gran rol- explicó Carlisle.
-¡Yo le entro!- gritó Emmett muy animado.
-¡Sí!- dijo Alice.
-Yo voy a donde tu vayas- susurró Jasper en el oído de Alice.
-¿Tendremos que mudarnos?- preguntó Rosalie con un deje de preocupación.
-La sucursal abriría aquí, cariño- explicó Esme.
-Está bien-.
-¿Edward?- preguntó Esme.
-Yo los apoyo en lo que hagan- y Esme me abrazó como solo una madre abraza a un hijo.
*Fin de Flashback*
Los preparativos para el viaje, se resumían a los pasajes de avión, el hotel, los cambios de ropa, y asegurarnos del tiempo, las visiones de Alice eran muy claras, el tiempo iba a estar lo suficientemente nublado como para mezclarnos con los humanos sin ser detectados.
-Edward, hijo es hora- me dijo Carlisle acomodándose su corbata.
-Voy- y rápidamente me terminé de acomodar un traje gris sin corbata y con dos botones de la camisa desabrochados -listo- le dije.
Nos subimos al mercedes que habíamos alquilados por hoy y nos dirigimos a las oficinas de S&A.
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